Capítulo 25
Llamo a la puerta y, a los pocos segundos, él me abre.
-Coral ¿qué te pasa?-pregunta.
Yo me lanzo a sus brazos, todavía con las bolsas colgadas en los brazos. Él me pone una mano en la espalda.
-Eh, ¿qué te pasa?-me pregunta. Al ver que sigo llorando, cambia de táctica- A ver, ven. Vamos dentro.
Cierra la puerta y me coge las bolsas para dejarlas en un sillón. Me coge de la mano y me lleva hasta el sofá donde me sienta y me da un vaso de agua.
-A ver, ¿qué te pasa?-me pregunta.- ¿Es por David? ¿Os habéis peleado?
-Yo, yo. Es que... me ha dejado- digo entre sollozos.
-¿Que David te ha dejado?-pregunta, desconcertado.
-Sí, bueno, me ha dicho que necesitaba tiempo. Dice que, a veces, las parejas necesitan tomarse un tiempo para darse cuenta de lo que les gusta de la otra persona.
-Ya. Entiendo. Bueno, quizás deberíais tomaros un tiempo.- dice- Oye, yo estoy seguro de que le gustas a David, lo que pasa es que tiene que estar estresado por la gira o algo así y por eso se pone así de tonto contigo.
-¿Tú crees?-pregunto.
-Sí. Además, fijo que no puede vivir sin tí. Estoy seguro.-dice, haciendo una pausa.- Oye, cambiando de tema, ¿alguna vez has montado en moto?
-No.
-¿Quieres que te de una vuelta?
-¿A mí?
-Claro. Tengo dos cascos. Además, las motos son buenas para cuando las chicas surfís una crisis con vuestro novio, y no engordan como ocurre con el chocolate.
-Eres un tonto- digo sonriendo-Vale. Dejo aquí las bolsas, luego vengo a por ellas.
Él se va a su habitación y se cambia de ropa. Se quita el pijama y se pone una camiseta de Onitsuka Tiger, unos vaqueros y unas deportivas. Coge un casco y me lo da.
Esperaba que la moto estuviera en el aparcamiento, pero la tiene en frente de su casa.
Del pequeño maletero saca un casco y se lo pone. Después me ayuda a ponerme el mío. Me explica que me tengo que sujetar a su cintura y pegarme a él para no caerme.
Él se sienta, y después me siento yo. Hago caso de sus instrucciones y me agarro muy fuerte a su cintura.
-¿Lista?-me pregunta.
-Sí.
Él acelera poco a poco y conforme va pasando el tiempo, yo cojo más confianza.
-¿Te gusta?-me pregunta.
-Sí. Oye, ¿no vas un pelín rápido?-le pregunto levantando la cabeza cuando vamos por una carretera un poco desierta.
-Sí, tienes razón. Voy a frenar.-pone la mano en el freno y, al momento, se gira y me mira- Esto...Coral. El freno no funciona.
-¡¿Qué?!-pregunto.
-Que el freno no funciona.
-No tiene gracia, Dani.
-Es verdad, no funciona.
-Joder, me cago en todo.
-Agárrate-dice levantando la vista hacia un pequeño jardín que hay unos metros más adelante.
-No pretenderás...
-¡Que te agarres!-grita alterado.
Hago caso y me agarro más fuerte a su cintura. Él gira la moto y se suelta del manillar.
Ambos salimos volando agarrados el uno al otro.
HOSTIA������!!!
ResponderEliminar