viernes, 2 de agosto de 2013

Capítulo 21

Capítulo 21

Cuando me despierto, los rayos del sol de la mañana iluminan ligeramente la habitación. Estoy apoyada sobre el pecho de David. Muevo la cabeza ligeramente procurando no despertarle. Observo su cara con los ojos cerrados. Durmiendo parece un angelito. Él abre los ojos y, al verme, esboza una sonrisa.
-Lo siento- me disculpo- No quería despertarte.
-Y no lo has hecho.- me dice- Me despertó Blas a las diez, pero le mandé a paseo para que no te despertáramos. Llevo despierto desde entonces.
-Pero, ¿qué hora es?-pregunto.
-Las once y cuarto-dice mirando el móvil.
-¿Llevas una hora esperando a que me despertara?-pregunto- ¿Sin moverte?
-Una hora y cuarto-me corrige.- Y sí. No me he movido para no despertarte. Por cierto, me gusta mucho tu cara cuando estás dormida.
-La tuya también es muy bonita.-me quedo mirándolo un rato hasta que le saludo con un beso en sus labios y un-Buenos días.
-Buenos días, mi princesa.-me da un beso tierno en los labios. Uno de esos que parece que no van a acabar nunca. Yo envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y sigo besándole. Bajo las manos y las bajo hasta su espalda, cuando noto que él me aparta suavemente.- Cariño, me encantaría seguir, pero todos se deben de estar preguntando por qué tardamos tanto. ¿No crees?
Me siento un poco fastidiada, pero tiene razón. Los demás deben de estar preguntándoselo y Magí también.
Me levanto de la cama, cojo un mono vaquero azul de pantalón corto y una camiseta roja, me meto en el baño y me cambio de ropa. Me hago una coleta alta y salgo del baño. David está esperándome tumbado en la cama con su móvil.
-¿Vamos?-le pregunto.
Él se levanta, me coge de la mano derecha y hace que dé un giro.
-Eres preciosa.
-¿Eres?-pregunto, confusa.-La gente dice estás preciosa.
-Ya.-dice- Pero es que tu lo eres. Al serlo, siempre estás guapa.
Inesperadamente, me coge por la cintura y me besa. Yo me separo de él para bajar corriendo a la cafetería.

                                                  *  *  *  *  *  *  *  *  *  *

-Coral- me dice Magí- Toma esta ficha, es para el libro de Auryn- Yo me quedo petrificada, discutí con ellos porque no quería salir con ellos- Sé que no querías salir, pero los chicos dijeron que debes salir, y yo también lo digo. Lo tienes que rellenar y contar un poco de tu vida. Aquí tienes estas fotocopias sobre la vida de Dani, David y Álvaro. Espero que te sirvan para guiarte. También necesitarás fotos tuyas y, si quieres, de tu hermano o de tu tío, y si tienes alguna de tus padres... Me gustaría tenerlo para esta tarde.-Yo asiento- ¿Tienes portátil?
-Sí, me lo traje cuando volví a Madrid.
-Muy bien, pues eso, suerte. Ah, hoy a las seis y media de la tarde es el concierto de presentación del disco ¿vale? También hay otro a las nueve.
-Vale. Gracias-respondo con una sonrisa- Pareces mi secretario.
-Pues eso, suerte.
-Gracias.
Entro a la habitación de Carlos y Dani, esperando a encontrarme otro panorama como el de la última vez que entré aquí. Pero no, todos están sentados en la cama, cantando algo. Nada más entrar, todos me miran y vienen hacia mí a cotillear los papeles que llevo en la mano.
-¿Qué son? ¿Para qué necesitas la historia de mi vida?-son algunas de las preguntas que me hacen.
-Eh.  Apartaos-todos lo hacen- Gracias. A ver, Magí me ha dicho que tengo que rellenar esta ficha-digo sosteniendo en alto el papel- Y que tengo que contar mi vida, así que voy a estar ausente unas dos horas para poder hacerlo tranquila, gracias.
-Una hora.- dice Álvaro. Yo me quedo de piedra.-Hay que ensayar las canciones.
-Pero si yo me las sé todas.-replico.
-Ya, pero hay que ensayar tus frases y cómo quedarán, etc. Ya me entiendes.
-En fin.-suspiro- Una hora. Pero no quiero que nadie toque la puerta de mi habitación para nada.
-De acuerdo-suspiran todos.
-Bien.
Cojo el manillar de la puerta para abrirla, pero una mano me detiene.
-¡Espera!- dice Carlos- ¿No te vas a llevar a David para inspirarte un poco? Así responderás algunas preguntas-insinúa.
Automáticamente, cojo el taco de folios, lo doblo sin dejar señal y le pego con él en la cabeza.
-Cerdo.-le digo. Él se forta la cabeza y la agacha.
Todos se ríen del golpe que le he dado a Carlos. Eso le pasa por ser gracioso. Me doy la vuelta y salgo de la habitación.




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