viernes, 2 de agosto de 2013

Capítulo 20

Capítulo 20

-Hola, ¿Cómo te llamas?-pregunto, sonriendo.
-Clara-responde la niña rubia de unos diez años-¿Me puedes firmar el disco, por favor?
-Por supuesto, guapísima. Y, ¿Cuántos años tienes?-pregunto mientras firmo el disco.
-Diez. La semana que viene es mi cumple.
-Ah, ¿sí?-pregunto, ella asiente- Pues felicidades, guapísima. Dame un beso.
Me levanto de la silla y me inclino sobre ella para darle un beso, mientras una mujer, supongo la madre, me hace una foto. Después me siento y Clara, pasa a Blas, que está a mi izquierda. Luego viene otra chica, de mi edad más o menos. Empieza por Dani, después David, después Álvaro, después yo, después Blas, y por último, Carlos.
En más de una ocasión, Dani tiene que salir de la mesa, para salir en la foto que nos hacen con cada auryner.
Todas y todos van pasando de dos en dos o de tres en tres. Me sorprende mucho que llegue una chica con mi edad y una individual de Carlos. La chica llega hasta mí y Álvaro me dice que la tengo que firmar por dentro. Le pregunto el nombre a la chica y me dice que se llama María Jose, tiene mi misma edad y dice que me admira mucho como persona.
-No hagas caso de lo que digan las chicas sobre que no deberías estar en el grupo.-me aconseja.-Tú te lo mereces mucho y tienes una voz impresionante, tu parte en Heartbreaker me ha encantado, de verdad.
-¿En serio?- pregunto, ella asiente- Pues, gracias. ¿Te puedes hacer una foto conmigo y escribirme aquí tu twitter?- le pregunto dándole un trozo de hoja.
-¿Me estás pidiendo algo tu a mí?-pregunta sonriente.
-Pues claro.
Nos hacemos juntas una foto y enseguida sigue para que Blas le firme la individual de Carlos. Llega el turno del alicantino y él la firma encantado y se hace una foto sólo con ella sacando la lengua hacia un lado.
Pasamos así toda la tarde e incluso nos tenemos que quedar un poco más para termianr de firmar a algun@s auryners del final. Cuando acabamos, nos vamos al hotel y David se queda dormido en el coche. Álvaro me dice que siempre le pasa lo mismo, por eso Dani siempre lleva una almohada en el maletero del coche.
Llegamos al hotel y cenamos unos bocadillos del pans. Cuando hemos acabado, nos vamos cada uno a su respectiva habitación. Antes de despedirnos, aprovechando que los demás están distraídos, David aprovecha y me da un beso de buenas noches.
-Te voy a echar de menos-me susurra.
-Voy a estar aquí al lado.-le digo sonriendo.
-Lo sé, pero eso es muy lejos para demostrarte mi amor.
-Te quiero-susurro.
-Y yo a ti.
Nos damos un último beso y me separo de él. Cojo a Blas del brazo y nos vamos a nuestra habitación.
-Recuerda que es mía- le grita a Blas antes de que cierre la puerta de la habitación.
Llegamos a la habitación y echamos a suertes quien se ducha primero. Gana Blas. Entonces, da un salto, coge su ropa y su pijama y se mete en el baño. Yo me siento en la cama, cojo mi cámara y miro todas las fotos que hemos hecho hoy. Hemos hecho muchas. Una de los seis, una en la que David me coge como una princesa, Carlos haciendo el tonto, Carlos probándose sombreros y Dani probándose gorras... Blas y Álvaro con una peluca rubia. Entre muchas otras. Cuando ya las he visto todas, cojo mi móvil y me tumbo en la cama boca arriba, también cojo el papel y busco en twitter el nombre de Maria Jose. Le doy a 'seguir' y, al momento, me llegan todos sus tweets atrasados. Casi todos son suplicándole a alguno de los chicos que la mencionen, especialmente a Carlos.
Blas sale de la ducha con el pijama puesto y yo cojo mi ropa y me meto dentro. Me ducho y me lavo el pelo. Me seco y me pongo el pijama de la noche anterior. Cuando salgo, Blas ya está dormido y todo está oscuro. No puedo evitar sentir escalofríos al acordarme de la película.
Aunque tengo calor, me subo el edredón hasta arriba del todo, esperando protección, pero aún así no consigo dormir.
Cojo el teléfono y le mando un mensaje a David. Le escribo que no puedo dormir y él me pregunta si quiere que venga. Le pido que sí, que venga, porque Blas está dormido y no quiero despertarlo. Al rato, está pegando flojito en la puerta, yo me levanto y le abro. Él me da un ligero beso en la boca y se tumba en mi cama para dormir. No se tapa con el edredón, se pone boca arriba y yo me tumbo a su lado. Estamos muy pegados, pero no hay otro remedio. Pongo la cabeza en su pecho y él me rodea con su brazo mientras me susurra cosas al oído. Al poco tiempo me quedo dormida.


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