Capítulo 23
Hoy es diecinueve, ¡y estamos de vacas! Hasta el día veintiuno no tenemos que hacer nada. Por cierto, el día veintiuno será el día de Auryn. Los seis nos esparciremos por toda la península para firmar discos. Hoy tenemos que decidirlo. Yo me iré con alguno de los chicos para que me sigan explicando cómo va todo esto de las firmas, etc.
Hoy vamos a quedar todos para sortear el lugar a donde vamos a ir. Hemos quedado en el Café Madrid para sortearlo. Yo tengo que llevar los papeles con los lugares, que serán Oviedo, Barcelona, Valencia, Marbella y San Sebastián.
Estoy en el Media Markt buscando una cámara nueva de vídeo para mi hermano que mañana vuelve de Nueva York otra vez. Llego a la parte de música y se me ocurre pasarme a ver si encuentro nuestro CD. En teoría anteayer debió haber salido la nueva portada de Anti-héroes conmigo, y aunque ya haya visto las fotos, siento curiosidad por ver el disco en sí.
Busco en música nacional, y tras repasar dos veces el expositor, lo veo, está al lado de Endless Road 7058. Inmediatamente alzo la mano para cogerlo, cuando me choco con otra. Apartamos las manos al mismo tiempo.
-Lo siento- me disculpo. Levanto la cabeza y la veo- Oh, hola. Esto...
-María José.-dice la chica morena.
-Eso. Cuánto tiempo sin verte ¿Qué tal?-pregunto sonriendo.
-Bien. ¿Y tú?
-Genial. ¿Qué te trae por Madrid?
-Oh, yo vivo aquí. Es que estaba en Valladolid para ver a mi tía que estaba enferma.
-Vaya...¿Y ya está mejor?-pregunto.
-Sí. Fue verla y mejorarse.-dice riendo.
-Pues me alegro.¿Te gusta?-le pregunto cogiendo el CD y enseñándoselo.
-Sí. Está genial. Sales muy guapa. ¿Cuando te la hiciste?
-Hace unos días. Ha sido una publicación exprés. Fue un follón, los tuvieron que peinar y vestir exactamente igual. Pasaron horas mientras los peinaban y maquillaban. Mientras ellos estaban en maquillaje yo estaba riéndome tras ellos.
-Oye, ¿a qué ciudad os toca ir a cada uno por lo del día de Auryn?-me pregunta.
-Pues no te lo puedo decir por dos razones: La primera que es sorpresa, y la segunda es que no lo sé. Lo sorteamos esta tarde. Pero yo voy a ir con alguno de los chicos, para que me sigan explicando cosas y tal, ya sabes.
-Ya, entiendo.
-Y, ¿qué te trae por el Media Markt?
-Pues nada, venía a dar una vuelta simplemente. Como me enteré de que había salido el nuevo disco, no quería perdérmelo.
-Cógelo-le digo.
-¿El qué?
-El disco. Cógelo. Si te gusta, te lo compro.
-No, de verdad, no tienes por qué molestarte.
-Si no es molestia, además, no me va a costar nada, al fin y al cabo es nuestro disco¿no?
-¿Estás segura?-pregunta.
-Pues claro. Y coge dos, uno para tí y otro para mí.
-Pues, gracias.
Maria José hace caso y coge los dos CDs. Le pregunto si me quiere ayudar a encontrar la video-cámara para mi hermano y ella dice que sí, que le encantaría. Cuando tenemos una, bajamos a la planta de abajo a pagar todo lo que hemos escogido.
-Son 1731 euros, por favor.
-Joder- murmuro. Busco en mi cartera y saco la tarjeta de débito que saqué hace varios días. La meto en la ranura, tecleo el número secreto y le paso la máquina al hombre, que mientras, ha estado mirando desde lejos la portada del disco.
-Eh, un momento. Esta eres tú, ¿no?-dice con una sonrisa bastante ridícula dibujada en su rostro.
-Sí. ¿Me puede dar dos bolsas por favor?
-Sí, claro.
El hombre nos pasa dos bolsas. En una, Maria José mete su CD, y en la otra, yo meto la cámara de vídeo y mi CD.
Juntas salimos del local, miro mi móvil y son las dos y media, demasiado tarde para ir a casa a comer. Así que decido llamar a mi tío para decirle que no me espero para comer, que me voy con una amiga. Ella llama a su madre y le comunica lo mismo.
Nos vamos a comer a un sitio de kebabs. Yo pido uno de ternera y Maria José lo pide de pollo.
Cuando acabamos, ella pide que le deje que pague la comida, pero yo me niego. Voy a la caja y pago en efectivo, total, son veintiún euros.
Nos vamos a dar una vuelta por un centro comercial de Madrid. Entramos en todas las tiendas y nos probamos ropa, al final, ella decide comprarse una falda y un top monísimos, mientras que yo, me compro un bikini.
Cuando miro el móvil son las cinco y media. Dios, había quedado con los chicos para decidir lo del día de Auryn. No tengo más remedio que decirle a Maria José que se venga conmigo. Pero eso sí, promete no decir nada de lo que suceda.
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