martes, 27 de agosto de 2013

Capítulo 47

Capítulo 47

Dani me suelta en el suelo después de pasearme por todo el set boca abajo.
-Cabrón-mascullo.
-Gracias-dice guiñándome un ojo.
Me levanto del suelo como puedo y voy hacia donde están los demás. Parece que todos tienen caras serias.
-¿Qué pasa?-pregunto.
-Adivina quien se va a tener que quedar a dormir con la cara llena de pringue-dice Carlos sonriendo.
-No me jodas-digo.
-Es que no tenemos más remedio. El maquillaje tiene que quedar exactamente igual.-explica la maquilladora.
-Jo. Pero es que dormir con todo este pringue...-protesto.
-No podemos hacer otra cosa.
-La escena de Blas está grabada, ¿no?-pregunto. Ellos asienten- Pues ya está, que se quiten el maquillaje los que ya han grabado la escena y los demás nos aguantamos.
-Ya, pero es que luego hay que grabar la escena final en la que estáis todos los chicos y tú juntos- me explica Magí- Entonces el maquillaje tiene que ser el mismo.
-Ah, vale.
-Lo que podemos hacer es que nos hagáis fotos por todas las zonas del cuerpo y que mañana las usen para maquillarnos, ¿no?-explica Álvaro- Eso se puede hacer.
-Pero es mucho follón-contradice Blas.
-¿Prefieres dormir lleno de maquillaje que parece barro?
-Touché -responde Blas.
-Vale, podemos hacer eso. Lo voy a hablar con maquillaje.-dice Magí.
-¿Sabéis que hay lobos o perros ahí fuera?-pregunto.
-Ay, Coral ,Coral. ¿Sabes que las personas podemos hacer sonidos de animales?-dice Carlos pasándome un brazo por el hombro.
-¿Tu eres tonto o te lo haces muy bien?-pregunto apartándole el brazo.
-Es tonto. ¿No ves que es rubio?-dice Dani.
-Tú te callas porque has hecho lo mismo y también eres rubio. Así que...-le respondo.
-Eh, eh. A mí no me vaciles-dice Dani poniendo la mano delante suya.
-Si la Coral te vasila tu te calla' y lo asimila' -dice Blas riendo.
-Exacto-respondo.
-En fin...-suspira Dani.
Al rato viene Magí y nos anuncia de que podemos ir a ducharnos. No hace falta que nos hagamos fotos porque van a usar las imágenes del vídeo de hoy.
Uno a uno nos duchamos y cuando estamos todos limpitos, nos montamos en el auryncar y volvemos al hotel.
De camino al hotel, David y yo no nos quedamos dormidos porque esta vez es Dani el que conduce y claro, se tiene miedo.
-¿Cómo es que no dormís?- nos pregunta Blas.
-Hombre es que Dani conduce hoy. Y claro...-respondo divertida.
-Anda, ya me han puesto la etiqueta de inútil.
-Hombre, la última vez que conduciste mira lo que pasó-señala David.
-Ay, David. Fue un accidente. No te pongas así-replico.
-¿Sabes cómo estaría si te hubiera perdido?-me pregunta mirándome a los ojos.- Te quiero-susurra.
-Qué bonito-dice Carlos sarcástico.- Vosotros deprimidme ahora que María José no está aquí para que pueda achucharla.
-Mañana por la noche la verás-asegura Magí.
-¡Bien!-dice Carlos sin apartar la mirada de su teléfono.
-Está hablando con ella. Por WhatsApp. ¿Verdad?-comento.
-¿Cómo lo sabes?
-Intuición.

Capítulo 46

Lo primero agradeceros a todas las que leéis mi novela. Y a las que sois tan cariñosas por twitter. Bueno, espero que os guste este capítulo.

Capítulo 46

Me están maquillando para grabar el próximo single de Auryn. Make My Day. A mi lado está Lorena, una chica morena con unos ojos preciosísimos.
Me están llenando la cara prácticamente de tonos tierra. En el nuevo videoclip, los chicos están en busca de Donna Siegel (Lorena) y de mí, que soy su aliada. Después, yo me peleo con Donna y me uno con los chicos. El vídeo está basado en el año 2047, donde, como dice el guión: 'El agua es el nuevo oro líquido'
-¿No saldría más barato poner una zanja de fango y que nos revolcáramos en él?-pregunto a Magí que está detrás observando cómo nos dan los últimos brochazos sobre la cara.
-Esa era la idea, pero nos pareció demasiado cruel por vuestra parte.-responde sonriendo.
-Pues sería divertido-comenta Lorena.
-¿Verdad?-pregunto.
-¿Qué sería divertido?-pregunta Carlos entrando.
-Que en vez de maquillaje hubieran usado barro.
-Pues qué guay, ¿no?-dice sorprendido.
-Además el barro es bueno para la piel-comento.
-Es verdad, yo cuando a veces voy al spa, me pongo en la bañera de barro y se te queda la piel súper suave.-cuenta Lorena.
-Sí. Además con el barro, la piel se te pone más blanca. O eso he oído.
-Pues yo no lo noto.
Miramos detrás donde Magí, Carlos y los chicos que se ha unido nos observan con los ojos abiertos como platos.
-Chicas-masculla Dani.- Todas preocupadas por ellas mismas.
-Hombre, tú que prefieres, ¿una chica guapa y con la piel cuidada o una con la piel súper estropeada?-pregunto.
-Pues con la piel cuidada-responde.
-Pues entonces tienes que aguantar nuestras charlas.-dice Lorena riendo.
Terminan de maquillarnos y nos salimos fuera de la especie de carpa que han instalado para que nos puedan maquillar. Estamos en un pueblo de Murcia, Mazarrón. En él hay un especie como de torre donde se subirá David. Comenzamos a rodar. Al principio, Lorena y yo tenemos que andar por el desierto. Cada uno lleva un arma. Yo llevo un cuchillo en un cinturón de mi pantalón marrón. Cuando hemos terminado de rodar esa escena, vamos a una especie de cueva, donde Lorena y yo estamos escondidas detrás de un muro. Cuando aparece Álvaro, Lorena coge una especie de palo y le da en la espalda, haciendo que Álvaro se caiga al suelo. Después voy yo y le pongo los dedos delante de la nariz para comprobar si respira. Después niego con la cabeza mirando a Lorena. Me levanto del suelo y nos vamos a seguir escapando de ellos.
Cuando hemos hecho esa escena dos o tres veces, nos vamos a otro lugar donde hay un muro. Yo me pongo visible para Joe Bones (Carlos), y él prepara una pistola. Cuando está a punto de 'dispararme', aparece Lorena y le agarra del cuello tirándolo al suelo, donde le pega una patada en la cabeza.
Yo observo todo, y pongo cara como que me siento engañada porque había hecho una promesa con ella de que no iba a pegar a nadie. Repetimos esa escena dos veces y cambiamos que, en vez de darle con el pie en la cabeza, que Lorena le de con la rodilla.
Luego vamos con Blas, ya es de noche y Donna está preparando comida mientras Crazy Dog (Blas), nos observa con unos prismáticos. Mientras, yo estoy 'limpiando' y 'afilando' mi cuchillo. Donna se acuesta y se tapa con la manta, yo me escondo detrás de una piedra mientras Crazy Dog guarda los prismáticos y se levanta a intentar capturar a Donna.
Cuando Crazy Dog, levanta la manta y descubre las piedras, aparece Donna y le pega en la cabeza. Yo salgo detrás de la piedra y me peleo con Donna porque no quiero que pegue a los chicos que sólo cumplen con su deber. Ella me da una patada en la cabeza y caigo con la cabeza sobre el estómago de Blas. Cuando escucho corten, en lugar de levantarnos, nos quedamos tumbados porque me tienen que maquillar la herida de la cabeza. Mientras lo hacen, Blas y yo aprovechamos y nos echamos unas risitas.
Es decir, imaginaos a dos personas, un chico y una chica tumbados uno sobre otro mientras te maquillan y que no podamos mover ni los brazos ni las piernas para que la toma quede perfecta.
-Ahora era para venir andando así-dice Dani imitando a alguien andando- Y reventarle la mano a Coral.
-Muy gracioso, Dani- comento- Cuando terminemos de grabar esta toma, te juro que voy a ir a por ti.
Tras quince minutos de maquillaje para que la herida 'sangre', grabamos la última toma del día en la que aparecemos Crazy Dog y yo casi muertos.
Cuando terminamos, corro detrás de Dani para vengarme por su comentario de antes.
-¡Espera, espera!-grita. Yo me paro en seco- ¿Lo escuchas?-me pregunta.
-¿El que?
-Unos aullidos de lobo.
-Venga, hombre. No me andes con tonterías.
-Shh, calla.
Yo obedezco y me callo. Y puedo comprobar que sí, que se escuchan unos aullidos como de lobo.
-¿De dónde vienen?-pregunto.
-Creo que de allí, mira-dice señalando a mis espaldas.
Yo me giro y no veo nada. Cuando busco a Dani donde estaba antes, pero me encuentro el sitio vacío.
-¿Dani?-pregunto- Dani, no tiene gracia.
Unos brazos me cogen por detrás y me ponen boca abajo.
Yo dejo escapar varios gritos, se que es Dani, pero me da miedo estar boca abajo.
-¡Dani! ¡Dani!
-A ver, tranquila. Que no te voy a soltar.-me dice. Yo sigo resistiéndome- Si te sigues moviendo, te vas a caer. Te prometo que no te voy a soltar.
Yo confío en su palabra y dejo de gritar y de resistirme.

Capítulo 45

Bueno siento no haber publicado ningún capítulo en los últimos días. Es que se me han agotado las ideas. Espero que este os guste. Me ha costado mucho trabajo escribirlo. Un beso.

Capítulo 45

Dani nos deja a David y a mí en casa después del concierto. Estoy muy cansada. Son las una de la madrugada. El concierto terminaba a las once, pero después nos hicimos fotos y firmamos discos y algún que otro libro de los y las auryners  además de recibir algunos regalitos, por lo que se nos ha hecho las una de la madrugada.
Voy al baño y me cambio de ropa. Me quito el pantalón turquesa y la camiseta rosa y me pongo el pijama gris y blanco que me compré hace unos días. Cuando salgo, David está tumbado en la cama tal y como lo dejé. Está dormido. Me da pena despertarlo pero no se puede quedar con la ropa del concierto, además está un poco sudada por los saltos y los focos y tal. Voy hacia su pequeña maleta y cojo su camiseta de tirantas y su pantalón de cuadros, el mismo que el día en que nos besamos por primera vez. Voy al armario y saco una toalla verde para él. Lo llevo todo al cuarto de baño y lo despierto cariñosamente.
-David, David. Mi amor-él abre los ojos- Venga ve a ducharte, ya te lo he preparado yo todo.
Él esboza una sonrisa y se levanta a duras penas de la cama, va hacia el baño y cierra la puerta. Yo me tumbo en la cama y, segundos después, me quedo dormida mientras pienso en un lugar para poder meter todo lo que los y las auryners nos regalan en los conciertos. Un día de estos tendré que ir al ikea a por cajas.

                                                      *  *  *  *  *  *  *  *

Cuando abro los ojos, David está a mi lado. Está tumbado de forma lateral, con su brazo derecho alrededor de mi cintura. Miro el móvil con cuidado de que no se despierte mi príncipe. Son las nueve y media.
Con mucho cuidado, levanto su brazo y lo dejo a su lado. Sigue dormido. Menos mal. Voy a la cocina y le preparo un buen desayuno: tostadas con mantequilla y mermelada de fresa, un vaso de leche con Cola-Cao y un Bollycao. Lo pongo todo en una bandeja y lo llevo con mucho cuidado a mi habitación.
Lo dejo en mi lado de la cama y despierto a David.
-Mi amor.-susurro. Él abre los ojos y sonríe.- Buenos días.
-Buenos días, cariño.
-Mira, te he hecho el desayuno-le digo poniéndole la bandeja sobre las piernas cuando se incorpora.
-Gracias-dice sonriendo. Él empieza a comer una de las tostadas.- Está muy bueno. ¿Quieres?-dice acercándome una rebanada.
-No, gracias. Odio la mermelada.
-Bueno, pues para mí.-Estamos unos segundos callados- ¿Sabes qué es mejor que me traigan el desayuno a la cama?- yo niego con la cabeza- Que seas tú la que venga con él y tener la suerte de despertarme a tu lado.
Yo me sonrojo tímidamente.
-Oh, por favor. ¿Todavía te sonrojas cuando te digo algo bonito?-me pregunta dándole un último bocado a su tostada.
-Es que no lo puedo evitar.-digo con la cabeza agachada.
-Ay, mi pastelita. ¿Qué voy a hacer yo con ella?-dice dándome un abrazo muy cariñoso.- ¿A dónde tenemos que ir hoy?
-A Pamplona. Y luego el catorce ya a Zaragoza.
-Bueno, al menos tendremos tiempo para descansar.
-Pues sí.
Mi móvil suena y me levanto de la cama para cogerlo.
-Dime.
-Hola Coral. ¿Sabes dónde está David?-me pregunta- Es que lo llamo y no responde nadie.
-Pues está conmigo. Tendrá el móvil en silencio como siempre.
-Ah, vale. Pues dile que le ponga musiquita o algo porque ya nos preocupamos.
-Vale, vale. Yo se lo digo- me río- Oye, ¿A qué hora hay que estar en la estación de tren?
-A las once.
-Vale. Hasta ahora. Un beso.
-Adiós, Coral.
Cuelgo el teléfono y lo dejo en la mesita de noche.
-¿Quién era el que tenía el placer de recibir un beso tuyo por teléfono?-dice irónico dejando el vaso de Cola-Cao vacío sobre la bandeja.
-No me digas que estás celoso.
-No, lo que pasa es que...-dice sonriendo.
No dejo acabar la frase porque voy hacia él y le beso.
-Era Álvaro-susurro cerca de su boca.- Por cierto, sabes a Cola-Cao.
-¿Quieres probar?-me pregunta travieso.
Yo envuelvo mis manos alrededor de su cuello y comienzo a besarle. Primero la boca, luego el cuello, el pecho...

sábado, 24 de agosto de 2013

Capítulo 44

Bueno, como muchas me habéis preguntado qué es lo que me había pasado al estar depre, os resumiré: Básicamente, pillé una rabieta típica de adolescente porque mis padres no me querían llevar al concierto de Velez-Málaga el día 27. Mi madre dijo que las entradas eran muy caras ( 7 euros es caro), entonces yo exploté y le dije: ¡¿7 euros es caro?! Así que me fui a mi cuarto, cerré de un portazo y mi madre vino a intentar romper el libro de Auryn porque decía que 'esos eran los maricones que habían hecho que yo y miles de chicas nos pusiéramos tontas' En fin, el libro está bien, pero me ha dicho que no vuelva a hablarle ni a escuchar música de Auryn. Y aquí me tenéis, escribiendo este capítulo y con la música del único grupo en mi vida que me ha hecho sentir especial.
Y ahora, después de escuchar mis penas, aquí tenéis el capítulo 44. ¡Disfrutadlo!

Capítulo 44

Ya he terminado de leerme el libro de Auryn, esta mañana fui a ver a Lucas al hospital. Dicen que, como ha mejorado favorablemente, pasado mañana le darán el alta. Su hermana sigue en coma, así que Lucas se tendrá que ocupar de cuidar a Aarón hasta que Lorena mejore. Aun así, yo le he dicho que le voy a echar una mano cuando esté en Madrid.
Ahora estamos en la prueba de sonido del concierto de Madrid en Coslada. La preuba de sonido es uno de los mejores momentos para mí. Estoy sentada en el borde del escenario y, en la primera fila, algunas auryners y yo mantenemos una conversación interesante.
-Coral, ¿Es verdad que tú eras auryner antes de entrar en Auryn?-me pregunta una de ellas.
-Pues claro que sí, ¿no te has leído el libro?-contesta una rubia.
-Es que no lo he podido comprar todavía.
-Bueno, yo te lo dejo-dice la rubia.-Oye, Coral. ¿Si te paso el libro me lo podéis firmar?
-Sí. Pero ten cuidado a ver si se cae al suelo.-ella hace ademán de lanzármelo, pero yo la detengo antes de que lo haga.-Espera un momento.- Voy hacia Magí y le pregunto si me deja que baje para firmarle el libro a la chica. Él dice que sólo baje para eso porque hay que hacer la prueba de sonido. Yo voy hacia el bordillo y doy un pequeño salto hasta caer al suelo. Justo al lado de la valla.-A ver, dame-le digo a la chica rubia.
Ella me pasa el libro y me doy cuenta de que no he cogido ningún bolígrafo ni nada para firmar, así que se lo pido a Dani.
Él busca uno y yo me acerco al filo del escenario para cogerlo, pero él, tan gracioso como siempre, tira de él para que no pueda cogerlo.
-¡Dani para ya! No en serio, ¡para!-él obedece y deja el bolígrafo quieto para que lo pueda coger sin ningún problema.
-¿Cómo te llamas?-le pregunto a la chica.
-Noelia.
-Vale. A ver-digo escribiendo 'Querida Noelia: gracias por todo lo que haces por nosotros. Por sacarnos una sonrisa cuando te vemos ahí abajo esperando para vernos cantar. Pero, sobre todo, porque siempre estás ahí. Un beso, Coral.'

Luego, le paso el libro a los demás chicos que, desde el escenario, lo van firmando uno a uno.
Mientras, yo aprovecho para conocerla mejor. Como el micrófono está encendido comienzo a hacerle una 'entrevista':
-Probando, probando-comienzo a decir- Bueno, estamos aquí, en el Campo de fútbol La Vía, en Coslada haciendo la prueba de sonido del concierto de esta noche. Y bueno, tengo aquí a algunas auryners que están deseando hablar-digo sin apartar el micrófono de mi boca.- Hola, ¿Cómo te llamas?-le pregunto a Irene.
Ella hace señas antes de que no le acerque el micro y noto cómo se sonroja. Yo la ignoro y le pongo el micro delante de la cara para que pueda hablar.
-Bueno, yo soy Noelia. Tengo quince años. Soy de Madrid....
-Muy bien, muy bien. Y ¿Qué eres? ¿Pastelita, sombrerita..?
-BlueHeart
-Anda, Dani. Una BlueHeart.-le digo mirando al escenario.- ¿Alguna petición para Dani?-le pregunto a la chica.
-Hombre.... si me hace el corazón...me haría muy feliz.-responde tímidamente.
-Ohhh. Qué mona.-digo.- ¿Qué Dani? ¿Le haces el corazón?
Él termina de firmar el libro y después de pasárselo a Álvaro, se pone de pie y hace el corazón con las dos manos.
-Un beso, Irene.-dice- Guapa.
-Qué tierno-respondo sonriendo.
Noto como Irene y las auryners de alrededor dejan escapar un gritito de emoción y veo también cómo Irene se sonroja.
Luego Blas me pasa el libro y yo se lo devuelvo a Irene, después me tengo que subir otra vez al escenario porque tenemos que hacer la prueba de sonido.
Cantamos varias canciones como Desaparecer, Love Taxi y Heartbreaker.
Después bajamos del escenario para cenar, cambiarnos de ropa y después salir a dar el concierto.

viernes, 23 de agosto de 2013

Capítulo 43

Bueno, este va a ser el único capítulo de hoy porque estoy un poco depre. Supongo que algunas ya os habréis enterado y otras no tardaréis en hacerlo. Eso sí, gracias a las que me habéis aconsejado y animado con vuestras palabras por twitter. Deseos que os guste este capítulo.

Capítulo 43

Cojo el libro de Auryn y me detengo a mirar la portada. Estoy echada sobre la cama. Aarón está dormido así que tengo un momento de tranquilidad para poder leer el libro al fin.
Le quito el plástico, pero con los nervios, no puedo. Tengo el primer libro en el que cuento parte de mi historia y está en mis manos.
Dejo el libro sobre la cama y me llevo las manos a la boca para reprimir un grito de emoción. Respiro hondo y cuando me he tranquilizado, lo vuelvo a coger en mis manos y le quito el plástico que coloco en el escritorio de la mesa. Me siento en la cama y comienzo a leerlo. Lo primero que veo es la foto en la que salimos todos tumbados en el suelo. Obviamente, como en muchas fotos nos tuvimos que hacerla otra vez, ya que yo no salía en la original. Después veo el cuadro de fotos de los seis, en la que salimos todos haciendo muecas. Después me leo toda la historia de Carlos. Después la de Blas, Dani, Álvaro, David, y por último, la mía, que pedí expresamente que pusieran la última. Me la leo entera pese a ser mi historia y me paro a observar con detenimiento las fotos que tengo. Sobre todo las cuatro fotos sólo mías que me hice. En una salgo con la lengua hacia un lado, en otra con los brazos cruzados, en la tercera con los dedos de la mano derecha haciendo la señal de 'vencedora' y en la última cubierta de pintura de colores. Esta última idea fue de Dani, y nos lo pasamos muy bien haciéndola. Resulta que estaba pintándome los labios para las fotos y tal, entonces pasó Carlos y me dio en todo el brazo, haciéndome sin querer, una raya de pintalabios rosa por toda la cara. Yo solté un grito obviamente y vinieron todos, que pensaban que lo que me había pasado era muchísimo peor. Entonces a Dani se le ocurrió la idea de llenarme entera de pintura. Sin pensárnoslo dos veces, fuimos a comprar botes de pintura para la pared y se pusieron a echármela por encima mientras yo intentaba mantener la boca y los ojos cerrados pese a la risa que me hacia. Cuando me hicieron varias fotos, los chicos empezaron con la broma y tal. La pintura de mi cuerpo estaba seca, pero todavía quedaba un resto en los botes, fue cuando a David se le ocurrió comenzar una pelea de pintura.
Todos acabamos empapados de pintura, y aprovechamos para hacernos fotos de os seis llenos de pintura. Al final, como habíamos llenado el suelo y las paredes de pintura, tuvimos que pagar con nuestros actos: tuvimos que limpiarlo. Pero la pelea de pintura había merecido la pena. Por último tuvimos que ducharnos porque claro, no íbamos a salir a la calle llenos de pintura de colores. Y como tampoco había duchas, decidimos limpiarnos como pudiéramos con toallas. Yo me quite la camiseta y el pantalón, quedándome en ropa interior (que por cierto, también se había manchado de colores), estaba sola cuando Carlos abrió la puerta y me pilló en bragas y sujetador. Imaginaos el plan: Carlos no reaccionaba para cerrar la puerta ni yo  tampoco. No supe lo que quería hasta que le vi cogiendo mi camiseta y saliendo corriendo de allí. Rápidamente, me puse el pantalón y me envolví con una toalla para salir corriendo tras él. Estábamos alrededor de una mesa cuando la toalla se me salió y se me veía a mí delante de todo el mundo en sujetador. Fue el día más vergonzoso de mi vida, aunque en realidad lo pasamos bien. Después, cuando ya estábamos todos vestido y limpitos, me tiré encima de Carlos a 'pegarle' para castigarle por lo que me había hecho. Fue uno de los mejores días. Creo que incluso lo tenemos todo grabado en vídeo.

Después me leo el origen de Auryn, que tiene dos apartados, uno en el que pone Blas, Carlos, Dani, Álvaro y David. Y otro en el que pone: Blas, Carlos, Álvaro, Dani, David y Coral. Primero leo la de los chicos y luego la nuestra, que escribimos entre los chicos, Magí y yo. Al igual que en 'El origen de Auryn', en 'Los primeros meses del grupo' también hay dos apartados, unos solo ellos y otro sólo yo.

En el apartado de Destino Eurovisión, solamente están ellos. Pero también hay un apartado que escribí que era cómo conocí a Auryn y que yo era de las primeras que comenzaron a apoyarles.

En 'Endless Road 7058: nuestro primer disco' Tampoco salgo yo nombrada. Pero en las fotos, hicimos para que saliera de una forma 'ausente'. Yo tenía que ponerme en un estudio de fotografía sola, con un monocroma verde de fondo, sentada, de pie o como fuera pero mirando hacia otro lado. Para que pareciera que estaba pero nadie lo sabía. Después, en el estudio de fotografía, acoplaban la foto anterior a mi pose. Recuerdo ese día. Los chicos de Auryn habían venido para verlo, yo me puse sentada para la primera foto, con la pared detrás y tenía que permanecer seria. El problema era que los chicos son muy graciosos y me hacían reír, por lo que acabamos 'peleados'.

En 'My Camp Auryn' es el único apartado en el que yo no salgo ni en ninguna foto ni mencionada.
Miro el reloj y son las doce y media, decido apagar la luz para continuar con la lectura en otro momento.

jueves, 22 de agosto de 2013

Capítulo 42

Bueno, antes de empezar, gracias a todos los que os habéis unido y a los que estáis ahí desde el primer capítulo de esta historia. Muchas me agradecéis que suba los capítulos, pero yo os tengo que agradecer a vosotras que los leéis. Porque sin vosotros, esta historia no tiene sentido. Gracias porque siempre estás ahí.

Capítulo 42

Tras tres días en el hospital, Lorena sigue en coma. Su hermano intentó suicidarse tomando una sobredosis de pastillas, por lo que él está también ingresado en la planta de psiquiatría. David y yo nos encargamos de Aarón. Lo he hablado con María José y con Ainhoa y dicen que ellas cuidarán de él cuando esté de concierto.
Esta mañana, después de ir a ver a Lucas y a su hermana, he ido a llevar a Aarón de paseo. Blas me ha acompañado para que no fuera sola. Y ya de paso, hemos aprovechado para hablar un poco sobre los conciertos y tal. Hoy es cinco, lo que significa que ayer salió el libro de Auryn. Yo lo tengo en casa, todavía con el plástico puesto porque no me ha dado tiempo de leerlo. Solo he visto la portada. Salimos todos tirados en el suelo y Álvaro con cara de pidiendo auxilio. Yo salgo encima del todo, con Dani cogiéndome por la cintura. Magí nos avisó de que si David y yo queríamos mantener nuestra relación en el anonimato, que no saliéramos en tantas fotos juntos, así que no tuvimos más remedios que hacer caso a su consejo.
También me avisó de que no iba a salir en muchas fotos, porque casi todo el libro hablaba de la historia antes de que yo entrara en el grupo, pero a mí no me importa.

Pasamos por delante de un sitio de Kebabs y la boca se me hace agua. Huele genial.
-Que hambre me ha dado-digo.
-Menos mal que no soy el único. ¿Entramos?
-Bueno, el biberón le toca en una hora más o menos-digo mirando el reloj.- Venga, va.
Ambos pedimos uno de ternera como siempre. Cuando terminamos de comernoslo, volvemos a casa para arreglarme e ir al teatro con Ainhoa y María José, que pasó la prueba y la cogieron.

Le dejo el niño a David, que parece que le ha cogido mucho cariño y Ainhoa, María José y yo nos vamos al teatro a ensayar.

                                                        *  *  *  *  *  *  *  *  *  *

Estamos ensayando un teatro sobre Peter Pan. Una chica que se llama Elena, es campanilla, un chico, Ale es Peter Pan, y Ainhoa, María José y yo somos sirenas. También hay piratas, niños perdidos, etc. Tiene pinta de estar bien.
Hoy lo que vamos a hacer es conocernos entre nosotros y el próximo día comenzaremos con los ensayos.
Hablamos entre nosotros. Ainhoa y María José están a mi lado, después me tengo que presentar yo. Al principio me da un poco de vergüenza porque no sé cómo van a reaccionar y cómo van a pensar de mí. Cuando les digo que estoy en un grupo de música llamado Auryn, todos me piden que cante alguna canción. Al principio me niego, pero si voy a actuar y voy a tener que cantar delante del público, mejor que empiece a ensayar ya. Así que me arranco y decido cantar Volver, que también es una de mis canciones favoritas.
Todos se quedan impresionados, y rompen a aplaudir.

Capítulo 41

Capítulo 41

Voy andando por una especie de camino que me recuerda a una carretera. Cuando me giro, veo a Esme al lado mía. Ella me coge de la mano y tira de mí para que eche a correr. Yo obedezco y mis piernas comienzan a andar ligeramente. Cuando llevamos un tiempo corriendo, veo una especia entre furgoneta y camión de los helados roja y negra que tiene una foto sólo de los chicos de auryn. Se abre una especie de puerta y aparece todo el merchandising que venden en los conciertos. Rebusco en mi bolsillo, pero al no encontrar dinero, corro hacia la pista para poder ver el escenario desde primera fila. Estoy riéndome con Esme y con otros chicos a los que no había visto en mi vida cuando veo a los chicos de Auryn caminando hacia nosotros, riendo como siempre. Veo a David y me llevo las manos a la boca para contener un grito. Un grito de emoción por tener a mi ídolo tan cerca. Sin pensármelo dos veces, corro hacia él y lo abrazo, él me responde igual.
Es entonces cuando unos gritos de bebé me despiertan.
Abro los ojos y a mi lado veo a David. Como todas las chicas tenemos una cama de matrimonio, David no ha tenido que irse a otra para dormir. Me levanto sigilosa de la cama y voy hacia la cunita donde está Aarón. Como suponía, está llorando a la vez que grita.
-¿Qué pasa?-me pregunta David dándose la vuelta.
-Supongo que tiene hambre.-le respondo. Cojo a Aarón en brazos y le mezco suavemente- Venga, ya está-susurro.
-Voy a preparar el biberón, ¿vale?
-Vale, gracias.-respondo.
Sigo meciendo a Aarón en brazos a la vez que tarareo una pequeña nana. Le canto el repertorio que recuerdo del disco que mi tío nos ponía cuando éramos pequeños. Se me han acabado así que pruebo a cantar otra cosa. Repaso canciones de Pablo Alborán en mi mente, pero no pruebo a cantarlas porque sé que no voy a llegar al tono que él tiene. repaso las de Auryn y pruebo a cantar 'Me gusta'
Un poco después de acabar la canción, David aparece en el umbral de la puerta y me avisa de que el biberón está ya listo.
Aarón y yo vamos a la cocina, y antes de darle el niño en brazos, él prueba la leche para ver si está demasiado caliente.
-¿Se lo quieres dar tú?-me pregunta.
-¿Yo? Pero es que no sé. Dáselo tú que anoche se lo diste muy bien.
-Oye, tendrás que aprender, cuando yo no esté aquí un día de estos te las tendrás que apañar tú sola.
Se me ha olvidado que David tendrá que volver a su casa algún día. Así que no tengo más remedio que aceptar.
Después de estar lo que parece ser media hora mientras David me corrige la postura de los brazos y me da consejos como, por ejemplo, dejar que el niño respire de vez en cuando en lugar de dejarle todo el tiempo el biberón metido en la boca, creo que he entendido cómo he de darle el biberón a un niño de apenas dos meses.
Sigo cantándole un poco a Aarón hasta que se duerme, entonces volvemos a la habitación y lo acuesto en su cunita.
Justo antes de acostarme, suena mi móvil y yo lo cojo cagándome en todo porque a despertado a Aarón uqe está llorando como un poseso.
-¿Sí?- saludo haciéndole una señal a David para que haga callar a Aarón.
-¿Coral? Soy Lucas-dice en un tono muy nervioso.
-Hola, Lucas. ¿Qué te pasa? Te noto nervioso.
-Mi hermana y su marido han tenido un accidente. Me ha llamado la policía.
-¿Pero están bien?-pregunto, alterada.
-Él ha muerto, mi hermana está en coma.
-¡¿Cómo?!-pregunto-¿Dónde están? ¿En qué hospital?
-Estaban casi cruzando la frontera, iban a ir a Francia así que los van a ingresar aquí, en el hospital de Madrid.
-¿Tú dónde estás?-pregunto.
-Sigo en la fiesta.
-Vale, a ver. Coge un taxi y ve al hospital. Yo iré ahora con Aarón y con David.
-Pero es que... no tengo dinero para pagar al taxista.
-No te preocupes, yo lo pago.
-Gracias, Coral-me responde.- Ahora nos vemos.
-No hay de qué. Adiós.
Cuelgo el teléfono y voy donde David.
-¿Qué ha pasado? ¿Quién era?
-Lucas, su hermana y su marido han tenido un accidente. La hermana está en coma pero el marido... ha...-las palabras se me atragantan.
-¡Mierda! ¡Mierda!-exclama.
-Tenemos que ir al hospital.
-Te acompaño. Vístete. Yo voy a pedir un taxi.
-Vale.
Abro el armario, cojo lo primero que se me ocurre y me cambio delante de él. No me importa porque es mi chico y además que solo me va a ver en ropa interior así que tampoco es tanto drama.
Después, mientras él se pone lo de ayer, yo voy vistiendo al pequeño Aarón. Lo pongo con ropa muy calentita para que no se resfríe, que ya es lo que nos faltaba.

martes, 20 de agosto de 2013

Capítulo 40

¡Ultimo capítulo del día porque mi hermano viene para casa y me quita el ordenador! jajaja. ¡Disfrutadlo!

Capítulo 40

-Hola, buenos días-saludo cuando Lorena me abre la puerta de su casa.
-¡Hola, Coral!-saluda dándome dos besos.-Esperaba ver a tu hermano.
-Es que no ha podido venir-respondo como disculpa- Este es Dani.
-Oh, sí. He oído hablar de él, tiene un grupo, ¿no? Se llama...
-Auryn-le digo.- Yo también estoy en él. Desde hace poquito pero...
-¡Es verdad! Lucas me contó que se lo había dicho tu hermano. ¿Quieres ver a Lucas? Está en su habitación, yo lo llamo. Pasa, pasa. ¡Lucas! -grita- ¡Ven!
Al igual que nosotros, Lucas ya no vive con sus padres, pero no porque murieran sino porque su padre maltrataba a su madre, hasta que ella le clavó un cuchillo un día para defenderse y lo mató. Después metieron a la madre en la cárcel, aunque yo pienso que es inocente.Él tiene nuestra misma edad, pero no lo aparenta. Supongo que todo ese sufrimiento le ha hecho parecer mucho más maduro.
Un Lucas muy distinto de hace unos años, sin camiseta y en bañador, llega hasta la entrada y me saluda con dos besos y una sonrisa. Muy ligerito de ropa va para estar a principios de junio.
-Hola, Coral. ¿Qué tal estás?
-Bien-respondo con una tímida sonrisa.
-Le dije a mi hermano que se quedara él con Aarón pero no quiso porque prefirió irse a una fiesta, ¿te lo pedes creer?
-Era mi primera fiesta, no me lo podía perder-dice a su defensa- En fin, me alegro de haberte visto, Coral.-me dice- Tengo que volver a mi cuarto, es que ahora arreglo ordenadores y eso.-Me alegro e haberte visto, Lucas. Adiós.
Charlamos un rato más con Lorena, hasta que me entrega al niño y la bolsa enorme llena de biberones y juguetitos para él, que le da a Dani.
A mí se me cae la baba con el niño porque desde pequeña me han gustado mucho. Estoy todo el tiempo de camino a casa diciéndole cositas y acariciándole la carita tan suave que tiene.

Dani me deja en casa y me ayuda a subir la bolsa con los juguetes y tal para Aarón. David me espera en casa. Se me olvidó que hoy le había dicho que se quedara a dormir. Mientras yo estoy arriba, Dani y él bajan y uno sube la cunita y otro el carrito para Aarón.

Ya son casi las diez y media de la noche, la tarde se ha pasado muy deprisa. Desde las ocho y media que me llamó mi hermano...

Cenamos un poco David y yo en compañia de Aarón antes de acostarnos. Ainhoa se ha ido por ahí con una amiga a una fiesta y María José está con Carlos.

Aarón parece que no necesita respirar porque se tira la media hora que dedicamos a ver la tele, llorando. Yo lo tengo en mis brazos y estoy de pie, meciéndolo suavemente mientras le canto una nana. Pero no funciona demasiado, así que David se levanta, y me ayuda a corregir la postura. Cuando tengo los brazos colocados correctamente, pruebo a cantar la nana y Aarón se queda dormido en un santiamén.
-Entiendes mucho-susurro.
-Es lo bueno de haber tenido una hermana pequeña.
Ambos nos quedamos mirando su carita un segundo, y dejamos de ver la tele porque no están echando nada bueno. Le paso el niño a David y él lo coge en sus brazos y lo mece con mucho cariño. Mientras, yo organizo un poco el sofá del salón y apago la tele.

-¿Sabes? Tengo ganas de tener un niño-me dice.
-Pues tienes que esperar por lo menos unos cuatro años. Eso sí, este niño lo podemos pedir prestado cuando quieras.-digo entre risas.
-Supongo que tendré que conformarme con eso.
-Vamos a dormir, anda.
Vamos a la habitación, él con Aarón en brazos mientras que yo voy apagando todas las luces.
Yo voy al baño mientras que David está en la habitación. Cuando vuelvo a ella, en silencio, le veo que está susurrándole algo que no logro entender mientras le traza unas líneas en la carita a la vez que sonríe.
En ese momento, pienso, que definitivamente, este tiene que ser el padre de mis futuros hijos.




Capítulo 39

Capítulo 39

-¡Hola, Eloy!-digo al descolgar el móvil-¿Qué tal?
-Hola, Coral. Pues nada, aquí para ver cómo ibas con tu nueva casa, ¿te gusta?
-Sí, gracias. Como era un poco grande la voy a compartir con Ainhoa y con María José.
-¿Quién es María José?
-Una amiga, la conocí en una firma. Es sombrerita. Es más mona...
-Ya, bueno.-dice cambiando de tema- ¿Te acuerdas de Lorena?
-¿La hermana de Lucas?
-Sí, esa. Pues ella y su marido se van de viaje para celebrar el nacimiento del niño y como no se lo quieren llevar, pues me preguntó si lo podía cuidar.
-¿A dónde quieres llegar a parar?
-Pues como les debo un favor y estoy aquí en América, me preguntaba si mi preciosísima hermana podría cuidarlo por mí.
-Tío, que ahora estoy muy liada.
-Anda, hazlo por mí. Que yo siempre te he llevado de compras cuando iba a Madrid a veros.
-Vale...-acepto.-Pero me debes una.
-¡Encima!-exclama.
-Se siente. ¿Cuándo me lo traen?-le pregunto.
-Pues.. Esa es otra, tienes que ir tú a por él a su casa. Es que el coche no tiene seguro y claro.
-Vale-digo pensando en llamar a Dani- Pero me debes una muy grande. ¡La más grande de todas!
-Vale, adiós. Un beso, hermanita.
-Un beso, adiós.
Cuelgo el teléfono y cojo mi móvil para mandarle un Whatsapp a Dani preguntándole si es capaz de hacerme un enorme favor llevándome a casa de unos amigos. Él me dice que sí, porque se aburre y no tiene nada que hacer, así que le digo que se vaya viniendo para nuestra casa mientras yo me arreglo y tal.

Voy a mi habitación y me pongo delante del enorme armario de puertas blancas con fotos de María José, Ainhoa y mías, entre otras en las que salgo con los chicos de auryn, y rebusco entre perchas con algo que ponerme. Cuando llevo un rato hurgando entre la ropa, escojo un vestido verde que convino con un chaleco vaquero. De zapatos opto por unos botines con tacón.
Llaman al telefonillo y Ainhoa va a responder mientras grita:
-¡Ya voy yo!
Voy al baño y me peino, dejándome el pelo suelto. Me observo la cicatriz del accidente. Ya casi ha desaparecido, menos mal. Me maquillo con lo básico: un poco de colorete, la raya negra en el ojo, rímel, un poco de brillo de labios y lista. Me miro una última vez más y me sonrío a mí misma.
Voy a mi habitación y cojo mi bolso para meter el monedero, las gafas de sol y las llaves.
Después voy hacia la entrada donde Ainhoa y Dani mantienen una conversación animada.
-Hola, Dani-saludo con dos besos.
-Hola, ¿qué tal?-no espera mi respuesta, si no que continúa hablando- Estaba aquí hablando con Ainhoa. Me gusta cómo habéis decorado la casa.
-Te invitaría a pasar, pero las habitaciones están un poco desordenadas-respondo sonriendo.
-No pasa nada.-dice sonriendo, luego me mira- ¿Nos vamos?
-Sí, vamos.-me giro hacia Ainhoa- Por cierto, se va a quedar el hijo de la hermana de un amigo de mi hermano a dormir durante varios días. Lo digo apra que lo sepas.
-Pero, ¿cuántos años tiene?-me pregunta.
-Es un niño pequeño.
-Ah, venga. Ya me habías asustado, por como lo habías dicho pensaba que tendría doce o así.
-Claro que sí, nena-digo-Venga, vámonos.
Dani y yo salimos de casa y llamamos al ascensor.
-Anda, llevas el anillo que te regalé-comenta.
-Sí-digo mirándome el dedo anular de mi mano derecha- Como es muy sencillo lo puedo llevar siempre. Además el plateado me encanta, pero odio el dorado.
-Pues me alegro de que te haya gustado-me dice- He traído el coche. Después de lo que pasó con la moto no creía que te fueras a subir en otra conmigo....
-Oh, Dani. Tú no tuviste la culpa-le digo.
-Bueno, dicen que se sospecha que alguien cortó el cable de los frenos. Quizás algún gracioso lo hizo la noche que la dejé en la calle en lugar de meterla en el aparcamiento.
-Pues is es así, no tiene gracia-le respondo.- ¿Te lo ha cubierto el seguro?
-Sí. Eso es lo único bueno, pero la moto no me la han dado todavía, tendré que esperar.
-Qué remedio...


domingo, 18 de agosto de 2013

Capítulo 38

En fin, aquí está el capítulo 38. respecto a mi resfriado, no sé cuándo se va a acabar, lo que se es que mañana voy al médico a ver si me receta antibióticos y me mejoro un poco. Supongo que cuando me mejore comenzaré a subir los capítulos como hacía antes. Gracias por vuestra paciencia y por estar siempre ahí. ;) En las fotos, haced como que los muebles no están. Lo que quiero enfocar es la pared. ¡Disfrutadlo!

Capítulo 38

Ahora estamos de vacaciones, después de despedirme de mi tío en el aeropuerto, nos fuimos todos los chicos a ver el ikea para encargar los muebles para mi nueva casa. Mientras tanto, seguiré durmiendo en la de mi tío. Tengo hasta el quince de junio para preparar la casa, porque es cuando vienen los demás. David me ha dicho que no me preocupe, que si quiero, me puedo quedar a dormir en su casa, pero prefiero dormir en la mía. Hablé con Ainhoa y le dijo que le encantaría y sus padres la dejaron. Por el contrario, Esme no tuvo tanta suerte, así que la que se vendrá a vivir conmigo será María José.
Ambas han encontrado un pequeño trabajo, Ainhoa en un teatro y también en un bar, como camarera. A ella le ha sido más fácil porque tiene dieciséis años recién cumplidos. Pero a María José le ha resultado un poco más complicado, así que la he ayudado y le he dado algunos trucos para ver si la cogen en el teatro al que vamos Ainhoa y yo. Mañana tiene la prueba, y no deja de hojear trucos por internet para mejorar un poco.
Ahora mismo David, Ainhoa, María José, Carlos y yo estamos empapelando la pared de lo que será la habitación de Ainhoa, que, por cierto, nos cuesta la mismísima vida.


Después pasamos a ver a unos pintores profesionales que he llamado para que me pinten mi pared. 
La están pintando en morado y blanco. Eso me dio una idea para no tener que poner el papel en la pared. 



Seguimos dejando trabajar a los pintores y vamos al cuarto de María José para poner su papel. Tras intentarlo durante una hora más o menos, nos quedó algo así.



Ahora hay que esperar hasta la tarde para que traigan los muebles del ikea. Los pintores se van y yo les pago. Mientras, aprovechamos para limpiar un poco mientras María José sigue practicando para la prueba del teatro que tiene mañana.
-María José, ¿qué haces?-le pregunto mientras barro el suelo del salón.
-Leyendo más trucos. Creo que no me van a escoger.
-A ver, María José, ¿por qué dices eso? No estés tan nerviosa, es en los castings de televisión y películas donde tienes que estar alterada porque la gente te busca todo lo malo. Pero en el teatro sólo se fijan en tu forma de actuar.
-Entonces me has deprimido más.
-A ver, si sabes actuar muy bien.
-¡Bien!-dice saltando- He hecho que pareciera que estaba depre y te lo has creído. ¡Eso es que soy muy buena actriz!
-O eso, o que Coral es muy inocente-dice Ainhoa.
-Tú calla-le espeto sin evitar una sonrisa.-¿Ves como eres buena? Así que ahora relájate y ayúdanos.
-Vale.

Vamos a comer por ahí a un italiano mientras hacemos tiempo hasta que vengan los de los muebles. 
Carlos y yo pedimos una pizza de cuatro quesos para compartir, David y María José piden una napolitana y Ainhoa pide una lasaña.

Cuando terminamos de comer, vamos a un parque a hacernos algunas fotos y a pasar el rato. Ya son las cinco de la tarde cuando volvemos al piso. La pintura de la pared ya se ha secado. A las cinco y media llaman al telefonillo y todos terminamos de recoger un poco antes de que suban en ascensor con todos los muebles. 

Los hombres pasan y les vamos indicando dónde queremos que nos pongan los muebles. Primero empiezan por la habitación de Ainhoa, donde la mayoría de los muebles son rosas, azules o verdes. Después es el turno de María José, que adorna su habitación con muebles blancos y alguno que otro en tono tierra. Por último, es el turno de mi habitación, donde los hombres colocan la cama, varios muebles en tonos fuxias, y varias cosas más. Como, por ejemplo, un puff morado y un cofre a los pies de la cama para guardar algunas pertenencias.

Después, colocan los muebles de la cocina, el frigorífico, el horno, la vitrocerámica ,etc. Y por último, todos los muebles del salón con paredes en un rojo bastante llamativo a juego con la cocina.



viernes, 16 de agosto de 2013

Capítulo 37

Capítulo 37

A ver, esta no es, esta tampoco. Esta, sí.
Abro la puerta de mi nueva casa y entro con David, que ha accedido a acompañarme. Iba a pedírselo a los demás, pero David me sugirió que la arregláramos antes y después se la enseñara.
-¡Hala!-exclama David.-¡Es genial!
-Pero si las paredes son blancas-digo.
-Si miras, está genial. Además le da el sol por la mañana y por la tarde, la sombra. Es genial.
-Bueno, pero quiero cambiar la decoración.
-Eso no te lo discuto.
Y es que la casa está decorada con muebles antiguos que, la mayoría, están rotos o son demasiado feos.
-Ya sabes, mañana vamos al ikea.-me dice David.
-Vale, pero necesito ir al aeropuerto, para despedirme de mi tío.
-Claro que sí, princesa.-dice dándome un beso.-Pero podías haber venido a vivir a mi casa.
-Ya pero, ¿cómo le iba a sentar eso a mi tío?
-Tienes razón.
-Bueno, lo bueno es que, en nada cobraré lo de auryn, además también me he apuntado a un teatro de aquí de Madrid donde pagan unos setenta euros por actuación. Así que podré comprarme los muebles y pagar la comunidad, el agua, la luz, etc sin problemas.
-Pues bien, pero si necesitas ayuda, me lo dices.
-Que sí...
Entramos a la cocina, que creo que es la única parte de la casa que más me va a gustar porque está decorada en rojo. Después pasamos al salón que está bastante echado a perder. Pasamos por el pasillo hacia dentro y veo que tiene dos habitaciones y sus respectivos baños. En cada dormitorio, hay una pequeña puerta que, al abrirla, descubre un pequeño balcón. Es exactamente como había deseado durante toda mi vida. Pero todas las paredes están pintadas en blanco. No me gusta para nada. Yo quiero algo más llamativo.
Al fondo del pasillo, hay otra puerta, que, al abrirla, da a otro cuarto.
-Supongo que pondré una sala de estar o algo. A lo mejor pongo un armario grande para guardar todas mis cosas.-comento.
-¿Y qué vas a hacer con la otra habitación?-me pregunta David.
-Pues podría decirle a Ainhoa o a Esme que se vengan conmigo a vivir. Pero tiro más hacia Ainhoa, porque Esme es muy desordenada.
-Oye, nos vamos a tener que ir yendo, que ya mismo tenemos que estar para la prueba de sonido.
-Vale, vamos.
Y, saliendo de casa, cierro la puerta, echo la llave, y nos vamos  hacia el lugar de encuentro donde nos esperan los demás para llevarnos al concierto de esta noche.


miércoles, 14 de agosto de 2013

Capítulo 36

Capítulo 36

-Buenas tardes, titi-saludo entrando por la puerta de casa mientras los chicos me ayudan con todas las bolsas y cajas de los regalos.
-Hola, Coral. ¿Y eso? ¿Ya has ido de compras?-me pregunta.
-No, son los regalos de mis chicos por mi cumple.
-Ah, 'tus chicos'-dice recalcando estas dos últimas palabras- Y yo que rezaba para que no te saliera un novio, ahora resulta que tienes..¿cuántos hay? ¿cinco?-dice riendo.
-Bueno, ellos son mis compis de trabajo. Álvaro, Blas, Carlos, Dani y David. Y esta es una amiga mía, María José.
-Al  chico ese lo conozco-dice señalando a David- Ése era tu pastelito, ¿no?
-Tío, me estás avergonzando.
-Qué mal rollo cuando me llama tío en lugar de titi.-dice- En fin, que ya sé que entre vosotros pasa algo, ¿eh?-dice señalándonos a David y a mí. De pronto, todos nos ponemos serios esperando una regañina sobre que David es muy mayor para mí, etc- Sólo te voy a decir una cosa-le dice a David mirándolo fijamente- Cuida de mi pequeña, ¿eh? Que es la única niña preciosa que me queda aquí en España.
Yo suspiro y me relajo, pensaba que sería mucho peor.
Los chicos dejan las bolsas en el salón y vuelven a la entrada.
-¿Queréis tomar algo?-les pregunto. Ellos niegan con la cabeza- Oye titi, ¿hoy Eloy no viene, verdad?
-Pues creo que no, pero me dijo que te iba a llamar más tarde.
-Pues después tengo que irme de concierto. Es a las doce, pero la prueba de sonido es como a las ocho o así.
-Bueno, si no lo llamas tú.
-Vale...
Estoy cansada de esto. Es genial que mi hermano sea famoso y trabaje en Estados Unidos, eso significa que ha triunfado, pero ya hace tres años que no puede venir para mi cumple, y, aunque lo haya visto hace poco, ya lo hecho de menos. Además, quiero que me ayude a practicar algunas canciones.
-Bueno, nosotros nos vamos a ir ya, ¿vale?-dice Blas- Que disfrutes de tu cumple.
-Gracias, lo haré.
Todos me dan dos besos en la mejilla.
-Ah, Coral. Tengo una sorpresa-me dice mi tío cuando los chicos ya se han ido.
-Espera, primero te voy a enseñar lo que me han regalado.
Empiezo a enseñarle todo, desde la cámara hasta el vestido y el colgante, pasando por la peli, la muñeca y el anillo de Dani que llevo puesto en el dedo.
Entonces me lleva hasta su cuarto y, de un cofre, saca un llavero con el símbolo de Anti-héroes. En él, hay colgada tres llaves.
-¿Y eso?-le pregunto.
-Verás, es que me han trasladado a Alemania. Y, como supongo que no podrás venir con la gira y tal, tu hermano y yo te hemos comprado una casa para que te vayas a vivir allí. Es tu regalo de cumpleaños.
Me quedo sin palabras. Llevo tiempo deseando hacerme autónoma, pero que mi tío se vaya a Alemania no me hace mucha gracia. Lo voy a echar mucho de menos, y encima, me quedaré sola aquí.
-Pero, ¿cuándo te vas?-le pregunto.
-Pues...mañana.
-¡¿Mañana?!-exclamo- Titi, me lo podías haber dicho antes.
-Lo sé, pero no quería preocuparte.me pone las manos en los hombros.-Voy a estar bien.
-Bueno, vale. Pero, ¿qué va a pasar con la casa?
-Pues la voy a alquilar. Además, el piso está mas en el centro y será mejor, ¿no crees?
Bueno, si sólo lo va a alquilar...
-Vale-digo cogiendo el manojo de llaves.-Voy a verla, ¿me acompañas?
-Me encantaría, pero debo hacer las maletas. El vuelo sale a las seis de la mañana.
-Ah, bueno, llamaré a alguno de los chicos para que me acompañen.-le digo cogiendo el bolso.-Ah, titi.-Él me mira- Gracias-digo dándole un beso en la mejilla.
-De nada, luego más tarde te llamará tu hermano.
-¿Él lo sabe?
-¿El qué? ¿Lo de la casa?-yo asiento-Sí.
-Ah, vale. Me voy. Adiós.

Capítulo 35

Bueno, antes de nada, pediros disculpas por no haber publicado antes. Es que mi hermano tenía el ordenador conquistado. Es un friki. Y además, creo que me voy a resfriar porque me duele un montón la cabeza, así que si no publico más capítulos en los próximos días, por favor, no vengáis a Málaga con antorchas y tridentes dispuestas a matarme. En fin, espero que os guste mucho el capítulo. Besos.

Capítulo 35

-¡Felicidades!-dicen mis chicos abalanzándose sobre mí nada más verme. Todos nos caemos al suelo, ellos encima mía.- ¡Felicidades, Coral!-repiten y después cantan el cumpleaños feliz mientras Magí viene con una tarta que tiene nuestra primera foto del nuevo grupo hecha de escarcha.
-¡Muchas gracias, mis niños!
-Qué veraniega vas hoy, ¿no?-me pregunta Dani.
-Bueno, es que ya estamos en junio.-respondo. Voy vestida con un vestido negro de flores rojas,rosas y algunas lilas. Que he adornado con una chaqueta vaquera y unas botas negras.
-Pide un deseo-dice Magí antes de que expulse el aire para apagar las velas del número quince.
-Mmmmm. Ya sé.
<<Quiero que todo esto sea un 'Endless Road'>> A continuación soplo las velas y todos aplauden.
-Sí que disfrutáis engañándome.-digo.
Y es que, supuestamente, me habían citado en el 40 Café para una reunión del grupo, pero ya veo que era una trola.
-Pues la verdad es que sí.-responde Álvaro- ¡Que no!, es broma. Toma un cuchillo y corta la tarta.
-Yo quiero un trozo muy grande-dice Carlos poniendo su plato delante mía.
Corto un pedazo, sin partir una de nuestras caras por la mitad y lo pongo en su plato, después hago lo mismo con los demás y, por último, con María José.
-Hoy voy a pasar uno de los mejores cumples de mi vida-comento.
-¿Y eso?-pregunta ella.
-Porque voy a estar de concierto.-digo riendo.
Terminamos de comernos la tarta entre todos, y después, llegan los regalos.
-Primero el de María José y mío-dice Carlos pasándome una bolsa. Cuando la abro, veo una cámara de vídeo.
-¡Hala! Qué guay. Muchas gracias, Carlos. Muchas gracias María José-digo dándole un beso y un abrazo a los dos.
-Pues es acuática-dice- Para cuando nos vayamos por ahí de vacaciones.
-Muchas gracias, de verdad. Me ha encantado.
-Ahora me toca a mí-dice Álvaro.- Toma
Me pasa una bolsa, y, al abrirla, me encuentro con el Blu-Ray de la película Monstruos S.A
-¡Hala! Muchas gracias. Es mi película favorita.-me levanto y le doy un beso y un abrazo.
-Ahora yo.-dice Blas.
-Me pasa una bolsa de El Corte Inglés, la abro, desenvuelvo el regalo y me encuentro con una muñeca Lala Lopsy.
-Ayy, ¡gracias! Me encantan estas muñecas. ¡Joe! Gracias, de verdad-le digo dándole un abrazo y un beso.
-Ahora yo.- dice Dani. Coje una cajita minúscula del bolsillo de su sudadera y me la pasa.
-Uy, que pequeño...-deja escapar Carlos.-A ver si es un anillo y te va a pedir matrimonio.-dice riendo.- ¿Qué le vas a decir?
-Pues que no-respondo.- Lo siento, Dani. Pero yo quiero a mi pastelito-digo entre risas.
-No es eso.
Abro la cajita y me encuentro un anillo de plata.
-Muchas gracias, Dani-digo abrazándolo y dándole un beso.
-Bueno, como viste el mío y te gustó tanto, pensé en comprarte uno para tu cumple.
-Muchas gracias, de verdad-digo poniéndomelo en el dedo anular de la mano derecha- Lo voy a llevar siempre.
-Bueno, supongo que en este momento me voy a sentir un poco incómodo debido a que mi chica y un amigo están hablando sobre un anillo.-dice David.
-Que no, que tú sabes que yo te quiero mucho-le digo dándole un golpe flojo en el brazo derecho.
-Me alegro. Bueno, aquí el regalo de Magí y mío-dice pasándome una caja con ositos.-No sé si será de tu talla, espero que sí, sino lo puedes cambiar.
-Verás que te ha regalado ropa interior-dice Blas sonriendo- Que no, hombre.-dice pasándome un brazo por el hombro.
-Ay, muchas gracias, mi niño.-digo abrazándo a David y después a Magí- Me encanta, de verdad. Muchas gracias.
Y es que, dentro de la caja, hay un vestido y un colgante preciosos, los saco y se lo enseño a los chicos.
-Ya pensaba que iba a ser un vestido de novia-dice Carlos.
-Qué gracioso, Carlos, de verdad.-le digo, irónica.
-Bueno, yo pensaba darte un aumento-dice Magí- Pero he preferido comprarte esto.
-La verdad es que no prefería el aumento-digo riendo.




lunes, 12 de agosto de 2013

Capítulo 34

Este va a ser el único capítulo de hoy porque mi hermano tiene el ordenador conquistado. Lo siento, chicas. Besos. Espero que os guste mucho.

Capítulo 34

Estamos detrás del escenario firmando algunos discos y recibiendo algunos regalos de nuestros fans. Una chica de unos nueve años me pide que me haga una foto con ella, su madre tiene una cámara, así que me pongo a su lado, le paso un brazo por los hombros y sonrío. Después viene un chico de unos quince años bromeando con que ya tenía ganas de que hubiera una chica tan guapa en el grupo. Yo me río con su comentario, y le firmo su disco y me hago una foto con él. Tiene unos ojos azules preciosísimos y es muy blanquito de piel, cualquiera diría que es de Málaga, una ciudad tan costera.
Después viene una chica con unos tres años menos que yo y me da una cartulina lila.
-Es para ti-dice con la cabeza agachada.
-¿Para mí?-pregunto sonriendo. Ella asiente- Ay, gracias.-digo abriendo la cartulina. Dentro está la foto que subieron los chicos a twitter del día que firmé el contrato para entrar en auryn. También hay una frase de mi canción favorita de Auryn: 'Quedé convertido, en tu mejor amigo' Casi se me saltan las lágrimas, es precioso.
-¿Te gusta?-me pregunta la pequeña.
-Me encanta, muchas gracias. ¿Cómo te llamas?
-Elena.
-Pues muchas gracias, Elena. Dame un beso.
Ella se pone de puntillas para que pueda darle el beso en la mejilla. Es una monada. Cuando se va, dejo la cartulina a un lado. De vez en cuando le echo un vistazo, para que no le pase nada, como que la aplasten o algo así.
Después los regalos son de todas l@as auryners malaguñ@s. A mí me dan una carcasa para mi móvil que tiene un la imagen del símbolo infinito y que pone: Auryner siempre. Me encanta, así les recuerdo a todos que también soy auryner. Inmediatamente, le quito la funda rosa a mi móvil y pongo la nueva. Queda genial. Después me regalan una tarjeta grande, que me lega por la cadera, en la que en la portada sale una sirenita. La abro y dentro, se puede leer:

'Querida Coral, que sepas que eres la más guapa del grupo y que te queremos mucho. Desde que supimos que estabas en el grupo, estamos esperando para poder verte en directo. Es un orgullo para nosotros que seas de aquí, de tu tierra, porque así sabemos que una parte de nosotros siempre estará con el grupo. Queremos que sepas que aquí en Málaga, se te quiere mucho, y que tu voz no es una más, es única. Gracias por llevarnos siempre a todos los lugares que visitas cada vez que vas de gira.'

Cuando acabo de leerlo, temo que se me salten del todo las lágrimas. Vuelvo a leerlo otra vez y no puedo creer que esto esté pasando. Así que agradezco a todos lo que me han regalado. También me regalan una pulsera de tela en la que se puede leer: 'Soy una auryner malagueña'.
-¡Qué bonita! - exclamo- ¿Quién la ha hecho?
-Mi tía- dice una voz.
-Pues muchas gracias, me encanta. La voy a llevar siempre, lo prometo-digo sonriendo.
También me dan una caja de círculos lila con un peluche de una sirenita que tiene el pelo y la cola en tono coral. Es preciosa.
-Muchísimas gracias, de verdad.-respondo casi llorando.
-Es que ya tenemos nombre para tus seguidoras.-dice otra voz.
-¿Ah, si? ¿Cuál?-pregunto.
-Se van a llamar sirenitas y sirenitos.
Yo me río por la palabra sirenitos.
-Es que sabemos que te gusta mucho el mar, y como te llamas Coral, pues...-dice una voz- También habíamos pensado llamarlos ositos y ositas, pero el nombre es un poco raro y pensamos que es más original lo de sirenitas y sirenitos.
-Es perfecto el nombre, de verdad-respondo.- Muchas gracias.
Después le dan los regalos a los chicos. Nos despedimos de todos y vamos al coche para volver al hotel. Esta vez soy yo la que se queda dormida sobre el hombro de David. Y cuando me despierto, ya hemos llegado y tengo a mi sirenita abrazada sobre mi regazo. Es preciosa.
Nos bajamos del coche y llegamos al hotel, donde María José espera en el vestíbulo. 
-Buenas noches, cielo-le dice Carlos dándole un beso en la boca.
-¿En serio? ¿Y a él no le decís nada respecto a eso?-pregunto.
-Anda ven, princesa-me dice David acercándome a él y dándome un largo beso.- Te quiero, ¿no lo olvides, eh?
Nos separamos y vamos a nuestras habitaciones. María José se va a la habitación de Carlos, yo me voy a la de David y los demás se buscan la vida.
Entramos a la habitación y yo voy hacia mi maleta para coger el pijama  y cambiarme, mientras que David va al baño para ducharse.  
Cuadno sale, voy al baño, me ducho y me visto. Voy a la cama, me tumbo y para mi sorpresa, allí está David. 
-Hola, princesa- me dice.
-Hola, mi príncipe. 
-¿Y ese pijama?-me pregunta.
-¿Te gusta?
-Sí, además creo que voy a hacerle caso.-dicho esto, se inclina sobre mí y me besa, después baja hasta mi cuello. Estoy cansada, tengo sueño y ganas de dormir. Pero no tengo más remedio que dejarme llevar.

domingo, 11 de agosto de 2013

Capítulo 33

Si le dais a la parte en rojo, podréis ver lo que llevo puesto. Espero que os guste esta nueva forma de enseñar mis 'conjuntos'. Gracias por leer mi historia.

Capítulo 33

-¿Nerviosa?-me pregunta Álvaro.
-Mucho.-respondo mordiéndome el labio- Dime una cosa, ¿tú también estabas nervioso en tu primer concierto?
-Muchísimo, pero nada más salir al escenario, se nos quitó todo el miedo. Recuerdo que, en nuestro primer concierto como Auryn, hasta la liamos.
-¿Por qué? ¿Qué hicisteis?
-Pues verás, estábamos en el escenario, todos de espaldas al público, cuando empezó la canción, el primero que tenía que cantar era Blas, entonces se giró, abrió la boca para cantar pero no se escuchó nada-dice entre risas- Era porque tenía el micro apagado.
-¿En serio?-pregunto- ¿Y qué hicisteis?
-Pues nada, encendió el micro y dijo: ¡Buenas noches!, mientras se reía. Bueno, todos lo hacíamos.-dice riéndose la recordarlo.
-¡Qué fuerte!-comento.
-Ya ves.
-Chicos, salís en cinco minutos-nos anuncia Magí.-¿No hacéis el ritual?
-¿Qué ritual?-pregunto, confusa.
-Ahora verás.-me dice Carlos.
-Tú eres el número seis, ¿vale?-me dice Dani.- Cuando el número cinco, osea David, ponga la mano, detrás la pones tú, ¿vale?-me explica.
-Vale.
-Pues venga, empezamos.
-Uno-dice Carlos poniendo una mano en el centro de nosotros.
-Dos-dice Blas haciendo lo mismo.
-Tres- dice Dani, sin antes hacer un gesto un poco extraño. Ahora es el turno de Álvaro
-Cuatro.
-Cinco.
-Seis-digo imitándoles.
-Ahora todos, ¿eh?-dice Álvaro.
-¡Auryn!-decimos levantando las manos.
-Ahora hacemos la segunda parte.
-¿Cuál es la segunda parte?-pregunto.
-¡Bailar el Gagnam Style!
-Sí, hombre- digo irónica.- Yo no lo bailo.
-Pues tú verás, pero un año no lo bailamos y todo nos fue fatal.
-Dale a la música-digo refunfuñando.
Carlos le da la play y todos nos ponemos a 'bailar' el Gagnam Style. Y digo 'bailar' porque lo único que hacemos es saltar. Que yo sepa, lo único que sé bailar es ballet, y no la música del Gagnam Style no es que pegue mucho con ballet.
-Venga, a salir-anuncia Magí.
-Diosss, que nervios-resoplo.
-Venga, tranquila.
-¿Has mirado tu micro?
-Sí, Álvaro, he mirado mi micro.
Subimos por unas escaleras hasta llegar al escenario. Yo voy vestida con una camisa de cuadros roja y negra, unos vaqueros y unos botines rojos. Iba a ponerme tacones, pero pensé que serían muy incómodos a la hora de saltar durante las canciones.
Todos el escenario está oscuro, empiezan los primeros acordes de Route 66 (Up we go!), y sé lo que eso significa, estamos situados en el escenario, algunas luces parpadean, y se escuchan los gritos de los y las auryners que han venido a vernos. Las luces se encienden e iluminan el escenario y empezamos a cantar la canción. Todos nos vamos detrás de una especie de cartel con el símbolo de anti-héroes. Y después sale Dani, cantando su parte, todo son gritos de emoción.
Mientras cantamos los estribillos, e incluso, durante la canción entera, l@s auryners cantan. ¡Se saben todas las canciones! Bueno, yo también me las sé y eso que soy auryner. Mientras pienso esto, sigo cantando y saltando y derrochando energía.
Después suenan los acordes de Heartbreaker y, para mi sorpresa, cuando termino de cantar mi parte, todos y todas los y las auryners, dan vítores. No puedo estar más feliz en este momento, es mi tierra de origen. y todos me dan ánimos. Entre los asistentes, por algún lado tiene que estar mi antigua amiga y auryner.
Ahora suena somebody loves you. Pero antes de llega al estribillo, me permito ir detrás del cartel de anti-héroes para beber un trago de agua.
Después de somebody loves you, hacemos un parón para dirigirles unas palabras a los asistentes. Primero habla Dani y después me deja a mí, que saludo con un: ¡Buenas noches, Málaga! ¡Ya tenía ganas de estar en mi tierra de origen! ¡Sois lo más grande! Todo vítores otra vez.
Esto va mejor de lo que creía.
-¡Gracias a todos por estar aquí!-grito antes de que suene Sentado en el banco.
Después suena desaparecer, que después deja paso a Better than me. Así igual con el resto de canciones de los discos: 1900, Breathe you fire, Away, Cuando sé que estás dormida, Cuándo te volveré a ver, Nada, Still, que no podemos cantar porque nuestros asistentes deciden hacerlo ellos, Make my day, Me gusta, Love Taxi, Don't give up my game y, por último, I can't break up.
Después hay que despedirse porque ya se ha acabado, así que Blas es el primero que habla, y todos dejan escapar un 'Ohhhh' porque no quieren que esto se acabe, yo tampoco, pero he de reconocer que estoy cansada. Después siguen los demás y, por último, me dejan a mí, como yo pedí.
-Gracias a todos por estar aquí, de verdad. Bueno, como supongo que sabréis este es mi primer concierto en Málaga, mi tierra, y sinceramente, no podía haber sido mejor. No podría haberme llevado un recuerdo mejor que este, muchísimas gracias. ¡Sois lo mejor! Espero volver por aquí pronto. Muchísimas gracias, Málaga.


Capítulo 32


Capítulo 32 

Creo que estoy llorando de emoción, no puedo asegurarlo. Es muy simple lo que David ha hecho por mí, pero para mí es mucho más que eso. Después de que los chicos interpretaran Volver, David me dijo que estos días sin mí habían sido horribles, que estaba deseando volver. Incluso me confesó delante de todos que había estado llorando dos o tres noches seguidas hasta que se quedaba dormido y que, cuando se despertaba, volvía a llorar hasta más no poder.
Me pregunta si acepta que vuelva a salir con él, y no tengo más remedio que aceptar por dos razones: la primera que me gusta, es más, me encanta, lo amo, lo quiero, lo adoro, lo deseo. Siempre ha sido así y siempre lo será. Nada podrá borrar lo que siento por él. Por lo menos, por mi parte. Y la segunda, que por lo que ha hecho, se lo merece todo. Se merece todo, simplemente.
Nos abrazamos y Dani propone ir a una heladería a tomar algo. Todos le fulminan con la mirada, saben que deben ir paso a paso conmigo, primero comiendo cosas sanas como ensalada o pescado, y después cosas más fuertes como dulces, caramelos y esas cosas. Dani se da cuenta del error que ha cometido, y enseguida agacha la cabeza.
-Lo siento.
-Me encantaría ir a tomar un helado, ¿a vosotros no?-digo sonriendo.
-¿De verdad?-pregunta Blas. Yo asiento- Pues vamos.
Cojo mi bolso y me lo cruzo, todos salimos del hotel, incluso María José ha venido para ver lo que ha organizado David por mí. Así que vamos todos a tomarnos ese helado.
Vamos a alquilar un coche, un monovolumen, como el coche de Dani, porque si no, no cabemos. Me siento delante, de copiloto y le voy indicando a Dani por donde hay que ir. Vamos a un lugar llamado Teatinos, donde hay una heladería buenísima llamada Kalúa, son los mejores helados de Málaga.
Después de estar media hora buscando aparcamiento, encontramos uno bastante lejos de la heladería, pero no nos importa tener que andar.
Todos se quedan ilusionados cuando entramos a la heladería, parecen niños pequeños en una tienda de juguetes. David y yo escogemos una tarrina grande de helado de Kinder Bueno. Carlos pide para él sólo una tarrina grande de helado de chocolate. Le dije que mejor pidiera una mediana o incluso una pequeña porque aquí te las llenan hasta arriba y te hacen como una especie de torre con el helado, pero él insistió.
María José pide una tarrina pequeña de chocolate y de vainilla, haciendo caso de lo que le dije a su chico y que no hizo caso.
Blas pide uno de pistacho, Álvaro uno de Ferrero Rocher y Dani uno de fresa.
Nos sentamos en una de las mesas de fuera y comenzamos a comer los helados. Están deliciosos. Carlos y María José, como siempre, están dándose el helado el uno al otro.
David y yo nos limitamos a comer cada uno de nuestra cuchara, sin dárnoslo el uno al otro.
-Está riquísimo, ¿no?-pregunta Dani.
-Sí, muy bueno-responden los chicos.
Me cuesta tragar la cucharada que tengo ahora en la boca. No quiero que esto acabe mal, así que me la trago y dejo la cuchara en mi mano mientras juego con ella.
-¿Estás bien?-me pregunta David.
-Sí, lo que pasa es que me he llenado.
-¡Pero si sólo te has comido cuatro cucharadas!-exclama Carlos.
-Carlos, déjala. Que coma lo que quiera.-dice Blas.
David se acerca a mi oído y me susurra:
-Por favor, come un poco más, anda. Hazlo por mí.
Lo miro y veo que en realidad sí que está preocupado por mí, así que saco valor de donde no hay para coger la cuchara, sacar un poco de helado y metérmela en la boca.
Si en realidad está más bueno de lo que pensaba. Inmediatamente, vuelvo a comer como no comía desde hace unas semanas cuando comía sin ganas. Ahora como con ganas. Todos los chicos me miran alegres. No sé cómo agradecérselo. He conseguido salir de las garras de la anorexia o la bulimia gracias a ellos, bueno, a ellos y a la música. Supongo que ahora hago lo que de verdad me llena psicológicamente.



Capítulo 31

Capítulo 31

-Hola, Coral.- me saluda Blas entrando en la puerta de nuestra habitación del hotel- ¿Donde está María José?
-Baboseándose con Carlos, supongo.-digo sonriendo- O a lo mejor están en la piscina. Eso es lo bueno de haber escogido un hotel con piscina, que te puedes bañar en ella.
-En pleno mayo me voy a bañar en la piscina.-me dice.
-Ya es casi junio-replico.
-Bueno, vale. Pero no vengo a hablar de eso.-me dice sentándose en la cama- A ver, ¿desde cuando te metes los dedos para vomitar?
-¿Qué?
-Pues eso, ¿desde cuando te metes los dedos para vomitar?-me pregunta.-Mírate, te estás quedando mucho más delgada. Hasta Carlos se ha dado cuenta. Y eso que no tiene ojos nada más que para María José. Así que, responde, ¿desde cuándo te metes los dedos para vomitar?
-Desde nunca -miento- Sé que estoy delgada, y que no me hace falta ninguna absurda dieta para adelgazar porque estoy perfectamente.
Él me coge las manos y examina mis uñas.
-A estas uñas les falta cal. Eso es porque te metes los dedos para vomitar.
-Qué pesado-mascullo.
-Oye, esto lo hago por ti, ¿has probado a mirarte en el espejo y ver lo que te estás haciendo? Estás perdiendo la forma de tu cuerpo por momentos. Sólo eres un saco de huesos-me pregunta, al ver que no hago señal de respuesta, grita- ¡Te estás quedando sin tetas, joder!
No puedo creer que haya dicho eso último. No puede ser verdad. Sin decir nada, voy al baño y cierro la puerta, me quito la camiseta y el sujetador y me miro delante del espejo. Es verdad. Apenas tengo pecho. Estoy metida en la anorexia o en la bulimia, no lo sé. No puedo creer que me haya pasado esto a mí. Es imposible. Si yo... yo.... era una chica...
Las lágrimas empiezan a rodar por mis mejillas y tengo que secármelas con la manga de la camiseta. Me vuelvo a abrochar el sujetador y me pongo la camiseta encima.
-Coral, ¿estás bien?-me pregunta, dando varios toques en la puerta.
Abro la puerta y, cuando lo veo, me abalanzo sobre él.
-Blas, necesito que me ayudes a salir de ésta. Por favor- le suplico.- Tienes razón, me he quedado súper delgada. No quería que esto sucediera, sólo quería perder un poco de...
-¿Un poco de qué, Coral?-me dice en un tono tranquilo- Si eras perfecta. Tenías tus curvas, tu pecho, eras preciosa.
-Es que...Ayúdame, por favor.
-Vale, tranquila. A ver, he estado investigando un poco y el primer paso es reconocer que estás metida en un buen lío ¿vale? Después tienes que empezar a comer poco a poco y nunca quedarte sola para vomitar.
-Vale. Pero, ¿me vas a ayudar?-le pregunto.
-Por supuesto.
-No se lo digas a nadie-le pido.
-Eso va a ser imposible, tu cuerpo te delata.-me explica.
-Pues he de empezar cuanto antes-le digo.
-Exacto. A ver, tampoco te tienes que dar atracones de comida, ¿entiendes?
-Vale.
-Sólo dime una cosa: ¿Es por David?-me pregunta
-No-respondo.
En realidad, sí. Es por él. Me gusta tanto que no puedo soportar perderle.
-En realidad, sí- reconozco, al momento.
-Creo que tengo la solución a ese problema.
-Ah, ¿Sí?-pregunto- ¿Y cual es la solución?
-Pero me debes prometer que comerás y no vomitarás.
-Vale, te lo prometo.
-Ahora verás.


viernes, 9 de agosto de 2013

Capítulo 30

Capítulo 30

¿Cómo se puede ser tan...tan...? No tengo palabras. Me quedé de piedra cuando vi a algunas 'auryners' que se marchaban al vernos a los dos aquí firmando discos. Si fueran auryners de verdad, nos querrían a todos. Vale, preferirán a unos antes que a otros, pero tampoco es para marcharse así. Si antes, hubiera tenido la suerte de que me hubiera pasado esto, no me lo perdería. Por nada en el mundo. Pero parece que ellas, sí están dispuestas a hacerlo.
Bueno, ellas se lo han perdido. Al menos, las auténticas se han quedado aunque ni David ni yo fuéramos sus favoritos. Incluso se han emocionado al ver que habíamos comprado chucherías para los que pasaran. Ha sido muy divertido. Todos se quedaban mirando, de piedra. Pensaban que eran para nosotros y claro, ellos y ellas llevan aquí casi toda la mañana esperando y se les caía la baba. Cuando o David o yo les decíamos <<Coge una>>, no se lo podían creer. Fue muy divertido. Incluso mas de una se puso a llorar de la emoción.
La verdad es que ha sido una buena experiencia. Ahora vamos en tren hasta mi Málaga. Es la más bonita, sin duda. Llevo toda mi vida en Madrid, sí. Pero Málaga me atrae más, y eso que no me gusta la playa. Esta noche es el concierto y una antigüisima amiga, va a ir a vernos. Mi tío consiguió su teléfono. Resulta que lo tenía guardado mi hermano. Cuando le pregunté a él por qué lo tenía guardado, me explicó que era porque recuerda que, de pequeño, le gustaba esa chica. También se viene María José. Os preguntaréis qué pinta ella aquí. Pues es que Carlos se enamoró de ella desde primer momento en que la vio, o eso me contó Blas. Dijo que le gustaba mucho porque era muy sencilla pero a la vez muy sexy. Así que están empezando una nueva relación.
También Álvaro, cuando nos vio tan unidos y tan relajados, nos preguntó qué había pasado para que estuviéramos tan tranquilos y hubiéramos dejado de pelearnos en tan poco tiempo. Les conté a todos lo que pasó, porque a David en realidad le daba igual, y Carlos, como es tan gracioso, dijo que tomaría nota para hacer lo mismo si se peleaba con María José. Pero yo creo que todos sabemos que eso no va a pasar porque se les ve muy felices juntos. Incluso tenemos que llamarles la atención cuando hablamos entre nosotros porque, por lo visto, no pueden controlan su amor.
Ahora entiendo por qué nos pidieron a David y a mí que nos cortáramos incluso antes de empezar. El amor es muy bonito, pero por lo visto, cuando estás soltera o soltero, no lo es tanto. Te entra una depresión....
Bueno, quizá esto último no sea tan verdad en todas las personas, pero he de admitir, que, de vez en cuando, me he sentido un poco insegura.
-Oye chicos. Voy al baño un momento- les digo. Me levanto de mi asiento en le tren y voy hacia el baño.
Voy con unos vaqueros turquesas y una camiseta fuxia. El pelo lo llevo suelto. Voy hacia el baño que está la final del vagón y, tras esperar un poco a que salga una mujer, entro yo. Reviso que haya luz y después, que haya papel, aunque no me vaya a hacer mucha falta esto último. Hecho el pestillo y me pongo delante del espejo, me miro de perfil y me subo un poco la camiseta, dejando que se vea mi barriga. Ayer descubrí por qué me había dejado David. Y no era porque no sabía descubrir lo que le gustaba de mí, si no por darse cuenta de que me estoy poniendo más gorda. No tengo más remedio que hacer esto al menos, una vez al día si quiero que David vuelva conmigo. Así que me pongo delante del inodoro, me echo el pelo hacia atrás y me meto los dedos en la boca hasta llegar a la campanilla. Al momento, todo lo que había desayunado, el bollycao y las tostadas con mantequilla, salen de mi boca y van a parar al fondo del váter mientras me queman la garganta a su paso.
Cuando ya lo he vomitado todo, cojo papel y me limpio la boca, lo tiro al váter y tiro de la cisterna. Después me enjuago la boca con el agua del grifo y salgo del cuarto de baño. Para reunirme con mis compañeros de grupo y con María José.
-Ya estoy aquí- anuncio.-¿Tenéis un chicle o un caramelo?
Dani saca de su bolsillo del pantalón un paquete de chicles five de hierbabuena y me lo pasa. Yo cojo uno y se lo lanzo. Me meto el chicle en la boca y lo mastico durante el resto del viaje.
No hay nada que odie más que el sabor que se te queda en la boca después de vomitar.

Capítulo 29

¡Hola blogueras! Bueno, lo primero es agradeceros a todas las que os habéis unido y, por supuesto, a todas las que estáis ahí desde el principio. Voy a deciros que he adelantado los dos capítulos para no publicar mañana ninguno porque vamos a cambiar el internet y me temo que mañana no podré conectarme ¿vale? Así que hoy subiré los dos capítulos. Me alegro de que esta novela sea un éxito y que os guste tanto. Gracias. ;)

Capítulo 29

Son las cinco de la tarde, voy en el taxi con David, el taxi que nos llevará al Fnac para la firma de discos.
Él y yo estábamos alojados en el hotel de San Sebastián, en habitaciones compartidas, no teníamos más remedio ya que Magí no tiene ni idea de lo que pasa entre nosotros. Bueno, lo que pasaba.
Anoche Álvaro habló conmigo por télefono, me dijo que nos lleváramos bien y que no intentáramos levantar sospechas de que estábamos enfadados. Primero me pidió que me disculpara con David por haberle hablado así, pero no acepté. Ahora creo que debería hacerlo, de todas maneras no podemos estar enfadados toda la vida porque, en fin, estamos en el mismo grupo. Sería muy complicado. Si vamos a acabar separados, lo mejor sería acabar bien ¿no? Me aliso el vestido de rayas azul y blanco y me quito uno de los cascos.
-David-le digo, él se quita sus cascos y me mira, sin sonreír. Hace tanto tiempo que está así- Verás era por si me podías decir si tenemos que ir a otra firma en esta semana.
No era eso lo que quería saber, en realidad quería saber si seguía enfadado conmigo. Y, por supuesto, pedirle perdón. Pero no me atrevo aquí, no con el taxista de por medio. Parece que va su bola, pero por si acaso..
-Pues sí. El veintitres y el veinticuatro tenemos que ir a no se dónde a dar conciertos, creo.
-Ah, vale. Y, ¿sabes si tendremos que ensayar?
-Pues no lo sé, pero supongo que sí.
Se vuelve a poner los cascos y pasamos el resto del camino en silencio.
Cuando llegamos a nuestro destino, él coge su cartera para pagar la mitad del viaje, pero yo me adelanto y lo pago todo yo. Él se queda como asombrado, entonces coge su mochila y sale del taxi sin despedirse.
Yo cojo mi bolso y me despido del taxista, mientras salgo del coche.
-Eh, David-le grito, pero él no se para. Corro hasta alcanzarlo y le agarro el hombro- David.
Se quita los cascos y me mira desafiante.
-¿Qué quieres?-me pregunta en tono brusco.
-Bueno, que tú estás enfadado conmigo no con el mundo. Así que al menos, podrías haberte despedido del taxista, ¿no?-sigue sin responderme así que pruebo con otra táctica- Mira, lo siento. Siento haberte gritado la otra noche en el hospital y siento haberme comportado como una niña pequeña ¿vale? Es que me gustas, me gustas mucho, muchísimo y supongo que vi peligrar nuestra relación después de que me dijeras que necesitabas tiempo. No comprendí lo que querías decir hasta ayer y entiendo que no quieras nada conmigo después de todo lo que ha pasado. Lo siento mucho.-digo avergonzada- ¿Me perdonas?
-Sí-responde finalmente- Te perdono. Y, sinceramente, no quiero dejar de tener algo contigo definitivamente, pero necesitaré tiempo. ¿Lo entiendes?
-Sí, ahora sí- respondo sonriendo.- Anda, vamos a tomar algo antes de la firma, 'amigo'.
-Vale, 'amiga'.-responde riendo.
-Oye, tengo una idea. ¿Los auryners no nos traen siempre cosas?- él asiente- ¿Y si, por una vez, somos nosotros los que les llevamos algo a ellos?
-¿Qué tramas, pequeña?
-Ven-le digo, cogiéndole la mano-Vamos a hacer una cosa.
Voy preguntándole a varios transeúntes si conocen alguna tienda de golosinas, y poco a poco, me entero de que la que hay está casi al final de la calle.
David y yo vamos corriendo, teniendo en cuenta de que nos queda apenas media hora. Cuando llegamos a la tienda, estamos medio ahogados por la carrera y le explico a David lo que quiero que hagamos. Él coge una bolsa bastante grande y comienza a llenarla con lenguas de esas que pican y que, por cierto, odio.
Yo cojo una y la lleno con ositos de gominola. Después cojo otra y la lleno con ladrillos, después otra con pulpos, y así hasta que cada uno  tiene cinco bolsas de un dulce distinta.
Vamos a caja y pagamos, como todas van al peso, no nos salen demasiado caras.
Después volvemos corriendo al Fnac, con las manos llenas de las bolsas de chuches.
Nos metemos a toda prisa intentando esquivar a algunas auryners, que son las más 'locas', cuadno llegamos a la sala donde se realizará la firma, ponemos las bolsas sobre la mesa, les hacemos un boquete y nos sentamos en las sillas. Cada uno cogemos un rotulador y nos disponemos a firmar discos a todos los y las auryners. Mientras yo pienso en lo mucho que les gustará la idea. Será fantástico, todo el mundo acabará feliz hoy.
Al menos, eso era lo que yo pensaba.


jueves, 8 de agosto de 2013

Capítulo 28

Capítulo 28

-Coral, despierta. Ya hemos llegado. Venga, despierta. Que son las diez, tu hermano y tu tío están a punto de llegar.
Abro los ojos, estoy en el taxi, apoyada en el hombro de Blas.
-¿Ya son las diez?-pregunto- ¿Por qué no me has avisado antes?
-¡Que no! Es broma. Son las nueve y media. Bájate yo pago.
-Gracias. ¡Joder, Blas! ¡Déjame pasar!-digo bajándome del taxi- Pesao' -mascullo
-¿Qué has dicho?-me pregunta.
-Que te quiero-digo entre risas.
Voy hacia la puerta de la casa de Dani.
-¡Eh, Coral!-me grita, todavía bajando del taxi- ¡Toma las llaves!
Me las lanza y caen justo al lado mía. Yo me agacho y las recojo.
-Torpe-me dice.
-¡No tiene gracia!-le digo intentando parecer enfadada.
-Si te estás riendo.
-¡Vale ya!
Abro la puerta y entro a su casa.
Cojo las bolsas y, tal como entramos, salimos.
A Dani le han dejado un tiempo más en el hospital, y a mí me han dejado salir. Le pedí las llaves a Dani para poder envolver el regalo a la hora de dárselo a mi hermano.
-¿A dónde vamos ahora, jefa?- me pregunta, irónico.
-A mi casa, que me tengo que cambiar y peinar y duchar y esas cosas.
-Ah, ya. Esas cosas que hacéis las chicas diariamente.
-Exacto-le digo.- Lo que hacemos las chicas y los chicos, no. Aquí es.
Subo por las escaleras y llego hasta el rellano, allí abro la puerta y le digo a Blas que se meta dentro, rápido.
-¿Qué pasa?-me pregunta, ya dentro.
-La vecina cotilla. Que la tengo enfrente.
-Sí, hombre-me dice riendo.
-Es verdad.
En ese momento suena el timbre. Miro por la mirilla y veo a la vieja cotilla. Siempre hay una en todos los edificios, y tengo la 'suerte' de que la de éste, esté justo en frente mía.
-¡Te lo dije!-susurro.
Poco a poco nos separamos de la puerta, y lo llevo hasta el salón. Le digo que no ponga la tele para que la mujer no lo oiga.
-Voy a cambiarme-susurro antes de cerrar la puerta de mi habitación.

Me pongo delante de mi armario y consigo decidirme por un vestido blanco con flores estampadas en azul marino y unas sandalias azul marino.
Voy al cuarto de baño y me peino. Procuro dejar que el pelo me tape la herida que tengo en la cabeza causada por el golpe en moto.
Me miro en el espejo una última vez más y salgo de la habitación.
-¿Qué te parece?-le pregunto a Blas llegando al salón.
-No está mal.-se limita a decir.
-¿No está mal? Pues es de lo mejor que tengo.
-Pues no quiero ver lo peor...-murmura. Yo pongo expresión de estar enfadada.- Que no, que estás muy guapa-me dice.
-Gracias.-le digo- Voy a envolver el regalo para mi hermano.
Voy hacia la mesa que tenemos en la salita y pongo el papel de regalo y, sobre él, pongo la cámara.
Empiezo a envolver el regalo. No se me da nada mal, ya que de pequeña cogía las cajas de los Ferrero Rocher y las envolvía con folios blancos.

Capítulo 27

Capítulo 27

-Sigue la luz con los ojos ¿vale?-me dice el médico de apenas unos treinta años. Es muy joven, tiene barba, como a mí me gustan normalmente- Parece que todo está bien. La herida de la cabeza es por el golpe, y del pie no te preocupes, te lo has torcido un poco, pero todo está bien. Pero, aún así te dejaremos aquí esta noche.
-Y, ¿mañana podré ir a la firma de discos?-pregunto mirándome el pie.
-Sí, claro. Pero no andes mucho, ni nada de eso.
-No se preocupe, los y las auryners no me dejarán-digo riendo.- Por cierto, ¿mi amigo está bien?
-Sí. No le ha pasado nada.
-Es que se quejaba de que le dolía en el lateral derecho.
-Sí, le hemos hecho una radiografía pero no ha mostrado signos de ninguna costilla rota, así que va a hacer lo mismo que tú: se quedará esta noche y, si mañana está mejor, le daremos el alta.
-Ah, vale.
-¿Has llamado a tus padres?
-A unos amigos. Les pedí que nos trajeran ropa y tal.
-Vale. Tu habitación es la 307. Está al lado de la de tu amigo.
-Vale, gracias.
-Ahora llamo a un celador para que te lleve.

                                                 *  *  *  *  *  *  *  *  *  *

-Hola, Coral-dice una voz familiar.
Me quito los cascos, me giro y lo veo en la puerta, apoyado.
-Hola-le digo.
-¿Qué tal estás?-me pregunta.
-David, ¿qué quieres?-le pregunto, aún cabreada por lo de hace unas horas.
-Si te pones así, me voy. No tenía que haber venido, sólo eres una niña estúpida y mimada.-dice cabreado- Está visto que eres demasiado infantil para entenderlo. Sólo te pedí tiempo.
-¡¿Tiempo para qué?!-le pregunto gritando con lágrimas en los ojos.
-¡Tiempo para aprender a quererte como te mereces!-grita.- Pero está visto que ya no te mereces nada. No sé que vi en ti.-murmura, y se va.
Yo me vuelvo a dar la vuelta en mi cama, mirando a la pared y le doy al play. Ahora suena Me iré de Pablo Alborán.
Poco a poco, los ojos se me cierran, aún con la música puesta.
Debería apagarla.
Pero las fuerzas reservadas me abandonan.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Capítulo 26

Capítulo 26 

Abro los ojos y veo a Dani tirado a unos dos metros delante mía. Levanto un poco la cabeza y noto un líquido que me resbala por la mejilla derecha. Llevo la mano hacia ella y noto un líquido caliente. Creo que es sangre. Me quito el casco para estar más cómoda y después, me intento levantar como puedo, pero me duele la rodilla, así que no tengo más remedio que arrastrarme hasta llegar a Dani.
Se me ocurre quitarle el casco primero, pero recuerdo que eso no se debe hacer, al menos hasta comprobar que no le pasa nada en la cabeza. Intento despertarle sacudiendo su pecho.
-Dani, Dani, despierta- susurro. Al ver que no reacciona, no tengo más remedio que sacudirle un poco más fuerte-¡Dani!-nada, sigue sin despertarse- Dani, por favor, despierta.
Poco a poco abre los ojos.
-Uff. ¿Qué ha pasado?-pregunta mirándome.
-Nos hemos caído de la moto, los frenos no funcionaban. ¿Te acuerdas?
-Ah, sí, sí. ¿Estás bien?-pregunta levantando un poco la cabeza.
-Sí. -miento-¿Te duele algo?
-Un poco el costado, pero nada más.
-A ver.-le quito el casco para que pueda mover mejor la cabeza y le levanto la camiseta para ver el costado. Lo tiene un poco colorado, supongo que por el golpe. Le pongo la mano encima y escapa un pequeño gemido.
-Lo siento- me disculpo. Él niega con la cabeza indicándome, supongo, que no pasa nada.
Le dejo la mano encima y le presiono un poco.
-Creo que no te pasa nada. Dudo mucho que tengas una costilla rota o algo así.-opino.-Probablemente será un simple moratón.
-¿Tú crees?-pregunta.
-Sí, dame tu móvil, que voy a llamar a urgencias.
-¿Por qué?
-Porque también me puedo equivocar ¿no?
Él me da su móvil y marco el teléfono de emergencias. Cuando acabo de hablar, avisan de que ya vienen una ambulancia y un coche de policía hacia donde estamos.
Intento ponerme de pie, pero el tobillo me falla y no tengo más remedio que sentarme disimuladamente.
-¿Sabes?-comienza Dani- Empiezo a pensar que no eres una buena actriz.
-¿Y eso?
-Porque se te nota que te duele el tobillo.
-Mentiroso-le digo
-¿Ah sí? ¿Y por qué no te pones de pie?
-Vale-gruño- Me has pillado.
Intenta levantarse, pero le digo que mejor se quede en el suelo, por lo del costado.
-Deberías llamar a los chicos.- me dice.
-Vale.
Cojo su teléfono y llamo a Álvaro. Por un momento se me pasa llamar a David, pero recuerdo nuestra discusión, así que me decanto por Álvaro.
-¿Sí?
-¿Álvaro? Soy Coral, verás es que... Dani y yo hemos tenido un accidente con la moto.
-¡¿Qué?! ¿Pero estáis bien?
Dani me hace una señal indicando que ya llega nuestra ambulancia y el coche de policía.
-Sí, sí.-le tranquilizo.- No nos ha pasado nada. Ya está aquí la ambulancia, tengo que dejarte. Llama a los demás.
-Vale, llamo a los chicos y vamos para allá.
Cuelgo el teléfono y la policía se baja del coche y, con sus linternas, nos encuentran y se acercan a nosotros.
Me da un poco de vergüenza no poder levantarme, pero es que si me duele el pie...

Capítulo 25

Capítulo 25

Llamo a la puerta y, a los pocos segundos, él me abre.
-Coral ¿qué te pasa?-pregunta.
Yo me lanzo a sus brazos, todavía con las bolsas colgadas en los brazos. Él me pone una mano en la espalda.
-Eh, ¿qué te pasa?-me pregunta. Al ver que sigo llorando, cambia de táctica- A ver, ven. Vamos dentro.
Cierra la puerta y me coge las bolsas para dejarlas en un sillón. Me coge de la mano y me lleva hasta el sofá donde me sienta y me da un vaso de agua.
-A ver, ¿qué te pasa?-me pregunta.- ¿Es por David? ¿Os habéis peleado?
-Yo, yo. Es que... me ha dejado- digo entre sollozos.
-¿Que David te ha dejado?-pregunta, desconcertado.
-Sí, bueno, me ha dicho que necesitaba tiempo. Dice que, a veces, las parejas necesitan tomarse un tiempo para darse cuenta de lo que les gusta de la otra persona.
-Ya. Entiendo. Bueno, quizás deberíais tomaros un tiempo.- dice- Oye, yo estoy seguro de que le gustas a David, lo que pasa es que tiene que estar estresado por la gira o algo así y por eso se pone así de tonto contigo.
-¿Tú crees?-pregunto.
-Sí. Además, fijo que no puede vivir sin tí. Estoy seguro.-dice, haciendo una pausa.- Oye, cambiando de tema, ¿alguna vez has montado en moto?
-No.
-¿Quieres que te de una vuelta?
-¿A mí?
-Claro. Tengo dos cascos. Además, las motos son buenas para cuando las chicas surfís una crisis con vuestro novio, y no engordan como ocurre con el chocolate.
-Eres un tonto- digo sonriendo-Vale. Dejo aquí las bolsas, luego vengo a por ellas.
Él se va a su habitación y se cambia de ropa. Se quita el pijama y se pone una camiseta de Onitsuka Tiger, unos vaqueros y unas deportivas. Coge un casco y me lo da.
Esperaba que la moto estuviera en el aparcamiento, pero la tiene en frente de su casa.
Del pequeño maletero saca un casco y se lo pone. Después me ayuda a ponerme el mío. Me explica que me tengo que sujetar a su cintura y pegarme a él para no caerme.
Él se sienta, y después me siento yo. Hago caso de sus instrucciones y me agarro muy fuerte a su cintura.
-¿Lista?-me pregunta.
-Sí.
Él acelera poco a poco y conforme va pasando el tiempo, yo cojo más confianza.
-¿Te gusta?-me pregunta.
-Sí. Oye, ¿no vas un pelín rápido?-le pregunto levantando la cabeza cuando vamos por una carretera un poco desierta.
-Sí, tienes razón. Voy a frenar.-pone la mano en el freno y, al momento, se gira y me mira- Esto...Coral. El freno no funciona.
-¡¿Qué?!-pregunto.
-Que el freno no funciona.
-No tiene gracia, Dani.
-Es verdad, no funciona.
-Joder, me cago en todo.
-Agárrate-dice levantando la vista hacia un pequeño jardín que hay unos metros más adelante.
-No pretenderás...
-¡Que te agarres!-grita alterado.
Hago caso y me agarro más fuerte a su cintura. Él gira la moto y se suelta del manillar.
Ambos salimos volando agarrados el uno al otro.