-¡Qué chica más maja! -exclamo nada más salir de casa de mi vecina.- ¿Sabéis que va a ir a mi colegio?
-¿Cómo? ¿Vas a ir al colegio? -me pregunta David.
-Sí -respondo con una sonrisa- Me gustaría ir, y ya que va a ser mi último año...
-Ten cuidado, por favor -me pide- Por Auryn.
-Lo tendré, no te preocupes. -le tranquilizo.- Bueno, Dani, ¿qué te ha parecido la chica?
-Guapa, maja y un poco loca -sonríe.
-Tampoco está tan loca -digo quitándole importancia con la mano.
-Tiene veinte años y se ha puesto como una loca cuando nos ha visto -dice serio, pero con una expresión divertida.
Llegamos al ascensor y le damos al botón.
-Pues yo creo que pegáis -le digo.
-De todas maneras da igual. -dice- Es smiler, así que yo no le importo nada.
-No digas eso. Algunas prefieren a uno, pero si salen, salen con otro.
-Pero no me querrá como querría a Álvaro si estuviese con él. -dice agachando la cabeza.
El ascensor tarda demasiado, por lo que Álvaro y Carlos se van a sus respectivas casas por las escaleras (Carlos sube los dos pisos hasta llegar a la nuestra).
-¿Te vienes, David? -pregunto.
-¿Dónde?
-A mi casa a estar un ratillo.
-Vale. -dice encogiéndose de hombros.
-Pues eso, Dani, yo creo que pegáis -le digo mientras subimos en el ascensor. Él permanece callado.
Carlos ha entrado en casa y ha cerrado la puerta, yo no tengo llave, por lo que no puedo pasar.
-¡Carlos, abre! ¡No tiene gracia! -exclamo, cabreada- Como no me abras te hecho de casa.
-¡No puedes, ahora soy un okupa! -exclama desde dentro.
-¡Carlos! -exclamo, cabreada. En vista de que no me abre, me pongo a dar golpes en la puerta. Parece que eso tampoco funciona, por lo que cojo carrerilla para golpear fuerte la puerta, cuando él la abre y me cuelo dentro.- ¡Idiota! -exclamo
-Hombre, gracias. Esa sí que es una buena forma de decir buenas tardes.
-Tonto -musito.
-Hola, chicos -dice María José dándoles dos besos a cada uno- ¿Qué tal os ha ido?
-Bien. -se limita a responder David.
-¿Y Dani? ¿Era guapetona la chica o no? Contadme detalles. -pide.
-Normalita -dice, simplemente.
-¿Normalita? -pregunto con ironía- Era rubia con ojos azules, preciosa. Se llama Vicky -aclaro.
-¡Qué bien! Bueno, yo os he hecho unos pastelitos, pero, como no me han salido bien, he bajado a la confitería a comprarlos. -dice María José.
-Eso es mentira, es que me los he comido yo todos -dice Carlos frotándose la barriga- Eran de chocolate, muy ricos. -explica.
Nos vamos al sofá, ponemos la tele y nos sentamos a hablar.
-¿Y bueno, qué tal os va la vida? ¿Cuándo tendréis que volver a iros? -pregunta.
-El treinta y uno -responde Carlos- Te voy a echar de menos. -susurra.
-Y yo a ti. -responde ella.
-Te prometo que la noche del treinta, te voy a invitar a cenar a un sitio muy lujoso, ¿Quieres? -pregunta Carlos- Para despedirnos.
-Gracias, pero habrá que ir a My Camp Auryn, ¿no crees?
-Vaya, es verdad... ¿Te vale el uno de septiembre? -le pregunta.
-Claro que sí, mi niño.
-Dani, tú deberías despedirte de Vicky -le dice Blas.
-Por la cara, ¿no? -dice mirándolo incrédulo.
-Por la cara, no. Y no me mires así, ¿o me vas a negar que no estás enamorado hasta los huesos?
-Me la suda, paso de ella -dice Dani- Parece que va a lo que va, y ya está.
-Sabes que te lo estás inventando -dice Carlos.
-Hay más tías,más bluehearts, y más fáciles, encima.
-¿Ese es tu problema? ¿Qué es difícil? Te pasas la vida quejándote de que ninguna te produce nada, que son todas iguales, y cuando tienes a una que merece la pena y que realmente te gusta, no haces nada. -Hace una pausa para negar con la cabeza- Sabes perfectamente que puedes hablar, coquetear, besar o incluso tirarte a todas las que quieras, que las tienes a todas que son capaces de matar por ti, de caer rendidas a tus pies... Sabes que, a la hora de la verdad, es por ella por la que te vas a rayar, por la que te preguntas por qué eres tan gilipollas para no haberle pedido su número de teléfono y por qué la vida no te pone las cosas más fáciles.-Vaya, ahora eres un experto en el amor -dice frunciendo el ceño mientras sale de casa, cerrando de un portazo.
-David, te has pasado un poco -le digo.
-Solo he dicho la verdad -se defiende él.
-Voy a consolarle -digo ignorando las últimas palabras de David.
Salgo de casa y llego hasta el ascensor, justo cuando la puerta se cierra.
Por las escaleras, bajo corriendo hasta el piso número dos, el de la vecina, y le doy al botón del ascensor, después hago lo mismo con la planta primera y la planta baja, que da a la calle.
Al rato, Dani sale del ascensor.
-¿Qué? -me espeta- No tiene gracia.
-Nadie ha dicho que la tenga -le digo. Él sigue su camino bajando unas pequeñas escaleritas hasta llegar a la enorme puerta.- Vale, para. ¡Eh! Por favor -le pido.
Al oír esto, se para en seco y se gira. Yo bajo rápidamente los escalones y me pongo frente a él.
-Vente, ven -susurro abriendo los brazos. Él me abraza con fuerza, apoyando su cabeza en mi hombro.- ¿Te gusta? -pregunto pasándole mis manos por su pelo rubio, él asiente.- Podrías pedirle salir cuando la conocieras más.
-No puedo, me dirá que no, es smiler -dice sollozando.
-¿Y qué más da eso? -pregunto- Eres una gran persona, y fijo que ella lo sabe.
-No puedo.
-Pero, ¿te gusta de verdad? -le pregunto de nuevo.
-Sí. Ha bastado verla solo un segundo hoy para saber que podría ser la chica de mis sueños, pero, por otra parte...
-Por otra parte, ¿qué? -le pregunto separándolo de mí- ¿Hay algo que no te guste? ¿Tienes miedo de que te diga que no?
-Bueno, por otra parte... -dice mirando al suelo- Tú me gustas más, y te quiero mucho, demasiado.
-Lo sé -digo, dándole la peor respuesta que le he podido dar en mi vida- Pero sabes que yo no siento eso por ti.
-Sí. Y duele, mucho. -dice sentándose en el último escalón de la escalera, yo le acompaño.
-¿Quieres hablar? -le pregunto- No será fácil, pero podríamos intentarlo.
-De acuerdo -dice él- Cuando David dijo la parte de la chica perfecta... Sí, la había encontrado. Eras tú. Pero parece que es mejor persona contigo que él sólo, así que no quería decirlo, de todas maneras, os metería en una pelea, y no quiero que eso suceda otra vez. Ya tuvimos bastante con la última vez, y aún así sigue teniéndome manía, por lo que sólo empeoraría las cosas.
Hasta triste o enfadado (no sé cómo está ahora mismo, más bien triste, por su tono de voz) es un cielo.
Lo mínimo que puedo hacer es abrazarle.
-Encontrarás a la chica perfecta, ya verás, y seréis muy felices juntos. -le animo.
-Gracias. -dice sonriendo- Será mejor que me vaya -dice poniéndose de pie.
-Adiós -me levanto otra vez y voy hacia él. Le doy un beso en la mejilla- Cuídate. Ya le callaré la boca a David.
Él me coge la cara con ambas manos y me besa. Me besa dulcemente y, no se por qué, dejo que lo haga. Sé que lo necesita, pero no sé por qué lo hago yo. ¿Quizás necesite probar los labios de otro chico además de los de David? A lo mejor me gusta Dani y ni siquiera me he dado cuenta. Si nos vemos obligados a separarnos, es porque hemos escuchado una voz conocida.
-¡Coral! -dice María José bajando las escaleras como una loca- Era Ainhoa -dice enseñándome el móvil-, Lorena se ha despertado del coma. -me informa.- Le gustaría que fuéramos.
-Voy a cambiarme y ahora voy -le digo.
-Yo te llevo en el coche. Voy a sacarlo, no tardes mucho. -me dice Dani.
-Vale, ahora vengo. -digo subiendo las escaleras con Mariajo a toda prisa.
-A Blas también le gustaría ir -dice.
-¿A Blas? -pregunto. Me parece un poco raro, pero no se lo voy a negar. Si él quiere, que venga, a lo mejor le viene bien y todo.- Vale -digo con un tono de indiferencia.
��������MORI!!!
ResponderEliminarPORQ?!?!! DAVID ES EL MEJOR TIO DEL MUNDOO NO SE PORQ HA ECHO ESOO!!!!!
Impulsos del amor, supongo. Quizás sea que Coral esté bastante confusa. Ten en cuenta que sólo es una niña de 15 años :$ ¡Gracias por leer, besos!
Eliminar