viernes, 4 de octubre de 2013

Capítulo 80

En fin, aquí tenéis el capítulo 80.
A mí me interesa la canción, el vídeo como si no lo veis. El vídeo no tiene nada que ver con el capítulo. Eso sí, estad atentos a la letra. ¡Disfrutadlo!



Capítulo 80

-Pero, ¿por qué? -le pregunto.
-Porque sí.
-¡Porque sí no es una respuesta! -exclamo. Al ver que David sigue recogiendo sus cosas, voy hacia él y le agarro la muñeca.- Dime por qué te vas.
-Porque ya me he enterado de que el otro va detrás de ti, ¿vale?
Sé a quién se refiere: a Dani.
-No va detrás de mí.
-Sí que va. Que no soy tonto, enana. ¿Te crees que me chupo el dedo? No sé cómo he tardado tanto tiempo en darme cuenta. Todos los comentarios y cosas que decía sobre ti.... Te quería de verdad. -termina de cerrar su maleta, me mira y añade- Lo peor era que tú también le querías y le seguías el rollo.
-¡No es verdad! -exclamo casi llorando.- No te vayas, por favor.
-No tengo más remedio. Tú no me quieres y yo tampoco te quiero a ti. Lo nuestro ya no tiene sentido. Nuestro 'algo' ya se fue.
-Mírame -le digo- Mírame y dime que lo nuestro ya se fue. Que no me quieres y que no pinto nada en tu vida.
Se para, me mira y dice un simple:
-Adiós.
-¿Pues sabes lo que te digo? Vete a la puta mierda, ¿vale? ¡Eres un cabrón, hijo de puta!
Se para en el umbral de la puerta, viene y me da un bofetón en la cara.
-No me vuelvas a llamar hijo de puta, ¿está claro? -pregunta- ¡¿Está claro?! -grita.
-Sigo sin saber lo que vi en ti. -asiento y me doy la vuelta para mirar por la ventan- No me vuelvas a dirigir la palabra en tu puta vida -murmuro.
-Pues estaré encantado de hacerlo.
David da un portazo con la puerta de mi habitación y hace lo mismo con la de la entrada.
Escucho unos murmuros en el pasillo.
-¿Se han peleado? -pregunta Carlos.
-Creo que sí -susurra Ainhoa- Voy a entrar.
-No -la retiene Carlos.- Déjala que se desahogue. Es lo mejor.

Llevo unos minutos mirando por la ventana. No sé qué puedo hacer. ¿Qué se hace cuando se corta con un novio? Ni idea. La culpa de todo la tiene Dani. El rubio ese. Juro que es el que me cae peor de todos. Va por ahí de buena gente pero en realidad es un chulo de mierda, además de un salido. Ahora que no puedo hablar con David y ahora que odio a Dani, tendré que dejar Auryn, ¿no? El grupo sólo me ha traído problemas. He tenido que dejar que mi tío se fuera solo a Alemania por culpa de la gira, he perdido tiempo para estar con mi hermano, he perdido a una amiga por culpa de Auryn, tengo menos tiempo libre, ya no podré ser actriz, bailarina o modelo. Todo eso por culpa de Auryn. Eso sin añadir las auryners que me ponen verdes por twitter. Las odio, odio a Auryn, odio a sus componentes: Álvaro, Blas, Carlos, Dani y David y odio a las auryners. Odio mi vida. Odio mi casa, a Ainhoa, a Esme, a María José. Ahora mismo los odio a todos. Al chico que me salvó aquella noche, a mi tío, a mi hermano.... Quizás a este último no, ni al antepenúltimo, ni a Adrián, ni a María José, tampoco odio a Ainhoa, ni a Carlos, Blas o Álvaro. Tampoco odio a las auryners, al fin y al cabo han cumplido el sueño de quien más he querido en mi vida. Tampoco odio a Dani, él me ha dado más alegrías que disgustos, y mucho menos a David, aunque él sí me odie a mí y me halla pegado. ¿Pero qué me pasa? No puedo creer que esté diciendo esto. ¿Cómo voy a odiar a las personas que me han hecho feliz en mi vida? ¿Cómo voy a odiar a mi hermano, si con él he pasado los mejores momentos de mi vida? Si con él aprendí a cantar, si con él aprendí a tocar un poco el piano, si con él hice playback de las canciones de Auryn. ¿Cómo voy a odiarlo?
-Eloy -sollozo.
-¿Qué te pasa, mi vida? -pregunta entristecido.
-David y yo hemos roto -digo rompiendo a llorar.
-¿River Flows In You? -me pregunta.
-Sí...
Naturalmente, es una especie de frase en clave que tenemos los dos. Un día antes de que se fuera a Nueva York otra vez, cantamos una canción, yo me puse muy triste y comencé a llorar, él hizo lo mismo porque me iba a echar de menos, al igual que yo a él. Desde entonces es nuestra frase clave para decirnos que vamos a llorar juntos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario