Capítulo 62
¿Qué te parece? -me pregunta Álvaro- Muy elegante, ¿eh?
-Es un Burguer King.
-Bueno... como no me habías avisado antes... yo que sé.
¿Tienes idea de lo malo que es esto para el cuerpo? ¿La cantidad de grasas trans que tiene?
-Lo siento... -se disculpa agachando la cabeza.- ¿Por qué te ríes? -pregunta al levantar la cabeza.
-¡Porque era una broma! No me importa que me hayas traído aquí.
-Ah, ¿no?
-Pues claro que no, tonto. -digo dándole un pequeño codazo- Anda, vamos a pedir.
-¿Sabes qué es lo que quieres?
-Un menú Diver King de esos.
-¿Lo pides por el muñequito? -me pregunta con una sonrisa.
-¡Sí! Es que está súper guay.
-Vale. Yo pediré otro. -le dice a la empleada.
-Sabes que el muñequito es el mismo, ¿no?
-Ya -dice con cara triste- Pero lo podían poner distinto.
-Sí... Cuando venía con mi tío y con mi hermano, nos cambiábamos los muñecos.
-¿Aunque fueran iguales? -pregunta mientras coge la bandeja y caminamos hacia la mesa.
-Aunque fueran iguales -confirmo- Mi hermano decía que así nos acordaríamos del otro porque lo tendríamos reflejado en el muñequito o algo así. -digo con una sonrisa.
-¿Lo hechas de menos? -me pregunta.
-Pues sí. A ver si un día puede venir aunque sea a un concierto.
-¿Ahora mismo está grabando alguna peli o algo?
-Que yo sepa, no.
-Cuando yo era un poco más pequeño y mi hermana se fue, lo pasaba fatal. Aunque nos peleáramos mucho, no podíamos vivir el uno sin el otro. -me informa- Una vez, le quemé la pierna con la plancha del pelo y me puse a llorar porque tenía miedo de que le pasara algo. Ella todavía tiene la cicatriz.
-Ya lo sabía. Lo pusiste en el libro. Pobrecilla...
-¿De verdad que tú nunca te has peleado con tu hermano? -me pregunta con un toque de duda.
-Nunca. Es raro, ¿no?
-Un poco...
-Cuando se fue por primera vez a Nueva York, lo pasé fatal. Por las noches lloraba por si le pasara algo durante el vuelo. Fue el peor mes de mi vida. -cuento.
-Mi hermana se fue una vez a Granada de excursión y yo también lo pasé fatal. Supongo que ahora lo pienso y lo veo como una tontería aunque sé que en esas fechas me importaba bastante.
-Osea que, ¿ahora odias a tu hermana? -pregunto dándole el último bocado a mi hamburguesa.
-Me refiero a que ahora lo veo como una tontería de preocuparme demasiado, porque es muy raro que eso te pase a ti o a alguien de tu familia.
Evidentemente, ese comentario me hace pensar en el accidente de mis padres.
-Lo siento -se disculpa nada más darse cuenta de lo que ronda en mi cabeza- Lo siento de verdad, no prentendía...
-Bah, no te preocupes -digo restándole importancia.- Ya está superado. De todas maneras, tengo que aprender a que vosotros me habléis de vuestros padres y tal.
-Lo siento, de verdad.
-Que no pasa nada...
-¿De verdad?
-De verdad. ¿Nos vamos? -dicho esto, cojo nuestra bandeja y vamos a tirarla a la papelera.
-Cualquiera diría que te has puesto así de guapa para venir a cenar a un burguer. -comenta.
-La próxima vez habrá que planificarlo mejor. -comento.
-Pues sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario