Capítulo 56
Me he quedado sin palabras. ¿Irme a vivir con él? Podría hacerlo, pero ahora acabo de comenzar a vivir en mi casa con Ainhoa y con María José. ¿Qué puedo hacer?
-Me encantaría irme a vivir a tu casa, pero ahora acabo de comenzar a hacerlo en la mía con Ainhoa y Esme. -me quedo un momento en silencio- ¿Y si te vienes tú a vivir conmigo?-le pregunto.
-¿Sí? ¿Te parece bien? -me pregunto con los ojos iluminados.
-Claro. Haré hueco en el armario para tu ropa, pero me parece bien. Como la cama es de matrimonio...
-¡Bien! -dice levantándose a la vez que da un salto- Gracias princesa. Eres la mejor. -dice dándome un beso- Ven, te pongo el colgante. -dice girándome delicadamente.
-Yo también tengo una cosa para ti. -digo buscando en el pequeño bolso mientras él me coloca el colgante.- Aquí está. Toma. -le doy una cajita, él la abre y deja ver un anillo plateado.
-Gracias, mi amor.
-¿Te gusta? Mira, tiene una inscripción por dentro.
-'Y si tengo ganas de llorar, tu me abrazas y se va' -lee- Gracias mi amor. -me da un ligero beso en los labios- Te quiero, eres la mejor.
-Yo también te quiero a ti.
-Ah, ¿sí? ¿Me quieres? -dice poniéndose el anillo en el dedo anular de la mano derecha- Y yo que pensaba que no -dice con un toque de ironía.
-Tonto -digo pasándole los brazos por el cuello y besándolo suavemente.
Su móvil suena.
-Lo siento -me dice.- ¿Sí? Ah, sí. Espera. Es para tí, Coral-dice pasándome el móvil
-¿Sí? Ah, hola. María José-saludo -¿Qué tal con Carlos?
-Bien -me dice mi compañera de piso al otro lado de la línea- Carlos es un cielo. Pero verás, me preguntaba si se podría venir a vivir con nosotras. Es que me lo ha pedido.
-Que Carlos te ha pedido ¿qué?
-¿No es fantástico? Se arrodilló delante mía y con un colgante con mi nombre me pidió que me fuera a vivir a su casa. Pero yo no quería dejaros solas, así que le pregunté si se quería venir a la nuestra.
-Es fantástico. David me ha pedido lo mismo. Supongo que se habrán puesto de acuerdo mutuamente para darnos la sorpresa a las dos. Qué monos -digo mirando a mi pastelito- Claro que se puede venir, pero tienes que hacerle hueco en tu armario, ¿eh?
-Vale, vale- Yo le hago hueco -repite- Gracias, Coral.
-De nada, preciosa. Un beso, y dale otro a Carlos.
-Vale, un beso adiós.
Intento colgar el teléfono pero no puedo, mis dedos no hacen contacto con la pantalla táctil del móvil.
-Ay, toma. Cuelga tú -le pido pasándole el móvil.
-Vas a tener que contratar a alguien para que friegue los platos por ti. Te estás quedando sin sensibilidad en los dedos.
-Ya-digo mirándome las manos.
-¿Que quería María José?-me pregunta.
-Si Carlos se podía venir a vivir con nosotros. Por lo visto él y alguien -digo recalcando esta última palabra- han quedado en hacer lo mismo en su aniversario.
-¿Qué me dices? -pregunta haciéndose el sorprendido.
-Eres el mejor.
-Y tú la mejor
-Y tú el más guapo y el más majo y el hombre más perfecto que hay sobre la Tierra.
-Te quiero, mi princesa.
-Y yo a ti, mi príncipe.
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