domingo, 1 de septiembre de 2013

Capítulo 51

Para entender un poco más el capítulo os recomiendo que escuchéis esta canción de Pablo Alborán. ¡Disfrutadlo!


Capítulo 51

Ya hemos terminado de comer, los chicos se han ido cada uno a su casa, María José se ha ido con Carlos. Pasado mañana celebran su aniversario de un mes juntos, así que Carlos le ha pedido en secreto que se quede a dormir en su casa. Ahora mismo, Esme está en mi casa. Cuando se enteró de que me había comprado una casa, no dudó en insistir para verla.
Estamos en la cocina tomando un vaso de Fanta, cuando suena su móvil.
-Es mi madre. Lo siento, tengo que irme. Mi madre me espera abajo.
-¿Te acompañamos?-le pregunto por ser educada.
-¿De verdad? Gracias.
Mierda. ¿Por qué he hablado? No tengo más remedio que acompañarla. Eso me pasa por cagarla tanto.
-Vamos-me dice David.
-Es que no encuentro las llaves-le digo mirando bajo la mesa.
-Bueno, yo me tengo que ir ya.-dice Esme.
-Yo la acompaño-dice David.
-Vale, a ver si las encuentro y bajo.
-Vale-dice Esme- Gracias por todo.
-De nada.-digo dándole dos besos.
Ambos salen de casa y yo me pongo a buscar las llaves como una loca. No quiero que esa tía esté a solas con mi niño.
Voy a mi habitación y rebusco bajo la cama. Tampoco, ahí tampoco está.
Si estuviera Ainhoa se las pediría a ella. Recuerdo que Esme pidió entrar al baño así que voy allí y las veo: están en la pequeña canastita con las cremas para el cuerpo. Ladrona.
Sin pensarlo dos veces, las cojo y salgo corriendo de casa.
Llamo al ascensor pero como tarda mucho, bajo corriendo los tres pisos por las escaleras a toda prisa. Llego al rellano y bajo unos últimos escalones hasta llegar a la puerta. Desde dentro puedo apreciar lo oscura que está la calle. Me asomo por los cristales de la puerta del portal. y no puedo creer lo que veo. David está besando a Esme, o Esme está besando a David.
Siento cómo el mundo se me viene encima. ¿Por qué? ¿Por qué a mí? Como dice la canción, 'No pasa nada si el amor no es perfecto, siempre y cuando sea honesto' El nuestro era perfecto, pero supongo que no honesto.
David coge a Esme por los hombros. Tengo lágrimas en los ojos. Estoy apunto de darme media vuelta cuando David la empuja para  apartarse de ella. Me seco las lágrimas. Escucho cómo David le grita algo, pero no entiendo el qué. Esme también le grita algo. Después, David se acerca a ella y le dice algo, noto la ira en su mirada.
Ella, enfadada, se da media vuelta y grita algo más. Inmediatamente, se va andando a su casa. Esta visto que lo de que su madre la estaba esperando se lo ha inventado completamente.
Antes de que pase nada más, vuelvo a casa, subiendo las escaleras a toda prisa.
Me miro en el espejo de la entrada para comprobar que no se note demasiado que he llorado. Disimula un poco, eso es lo bueno. Al momento, llaman al timbre. Abro sin mirar, porque sé que es David.
-Hola-me dice.
-Hola.
-Lo has visto todo, ¿no?-me pregunta.
-Un poco.-murmuro agachando la cabeza.
-Coral-me dice entrando y cerrando la puerta- Te juro que yo no he hecho nada. Fue ella. Estaba diciéndole que podríamos quedar todos otro día. Coral, te juro que te estoy diciendo la verdad.-dice mirándome a los ojos.
-Te creo-murmuro.
No sé cómo han salido estas dos palabras, pero estoy segura de que mi pastelito me está diciendo la verdad. Cuando es consciente de estas dos palabras que le he dicho, suspira tranquilo.
-Lo siento, fui un tonto. Es una auryner demasiado loca.-murmura.
-Ella no es una auryner-le digo.
-Creo que ya sé a lo que te refieres.
-Habrá que avisar a los demás, ¿no?-sugiero.
-No, ellos me han dicho que no les cae nada bien. Así que no tienes por qué preocuparte.
-Pues vale. Pero una cosa. ¿Qué le gritaste? Es que no lo entendí.
-Ven, vamos a sentarnos en el sofá.-Me coge de la mano y me lleva hasta el sofá negro. Él se sienta y me coge en brazos, de manera que quede encima suya.- Bueno, estaba hablándole de que podíamos quedar otro día todos y de pronto se acerco a mi y me besó. Cuando me di cuenta de lo que había hecho ella, la cogí por los hombros y la empujé para que se apartara y le pregunté que qué hacía, luego va ella y me dice: 'Pues besarte. ¿Qué iba a hacer? Sé que te gusto, me miras demasiado.' Entonces, yo me acerqué a ella y le dije, muy enfadado: 'Si crees que me gustas estás muy equivocada, porque yo estoy locamente enamorado de una persona a la que quiero más que a ti. Y no te quiero volver a ver por aquí' Después me gritó: 'Eres un idiota' Y se fue.-hace una pausa y me mira- ¿Estás bien?
-Sí. Es sólo que no me creo que me haya echo eso. Creo que voy a entrar en una depresión de esas.-le digo sonriendo.
-¿Sí?-me pregunta.- Yo sé algo muy bueno para eso. A ver, levanta.
Me levanto de encima suya y va a por el disco 'En Acústico' de Pablo Alborán, que está en la vitrina del salón. Se acerca al radiocasete que está encima de una mesita pequeña al lado del mueble de la televisión y lo pone.
-Dime una-me pide.
-No te olvidaré.
-Es la número...-dice buscando en la carátula.
-Diez-le interrumpo.
-Madre mía, sí que estás loca por él. A ver si me voy a tener que poner celoso.
Le da al play y suena la canción.

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