Capítulo 48

Bueno, después de casi una semana sin publicar por falta de inspiración, aquí os dejo con el capítulo 48. Espero que lo disfrutéis muchísimo.

Capítulo 48

-Venga, vístete-dice Álvaro entrando en mi habitación sin llamar.
-¡Álvaro! ¡Podías haber llamado antes de entrar!
-Oh, lo siento-se diculpa. Sale de la habitación y cierra la puerta, luego pega en la puerta.-¿Se puede?
-Pasa-digo resignada.
Él entra y cierra la puerta.
-¿Mucho mejor?-pregunta.
-Sí. Mucho mejor. ¿Para qué quieres que me vista?-le pregunto levantándome de la cama.
-¡Para ir a jugar a los bolos!
-Pff. ¡Si soy malísima!-replico.
-Venga, no digas tonterías y vístete.-dice agarrándome de la mano y arrastrándome hasta el armario.
-Vale.- abro el armario y rebusco entre la ropa. Él sigue parado en el sitio de antes.-Pero salte fuera, ¿no?
-Ah, sí. Perdón. Lo siento-dice saliendo de la habitación y cerrando la puerta.
Escojo unos vaqueros verdes que combino con una camiseta marinera de rayas azules y blancas. El pelo me lo dejo suelto y elijo unas sandalias rojas. Me pongo mi pulsera con simbolitos de la paz rojos y añado a la muñeca una gomilla para recogerme el pelo.
Cuando llego al salón, los chicos están viendo la tele, tal y como los dejé. Me fui a mi cuarto aburrida porque estaban viendo 'Mujeres y hombres y viceversa', y no hay nada que no soporte más que aguantar a esa gente hablando tan mal. María José está dormida sobre el hombro de Carlos, aunque no sé cómo lo ha conseguido.
Todos se levantan y Carlos apaga la tele.
-¿Ya estás?-pregunta Álvaro.
-Sí-respondo.
-Pues vámonos-dice David levantándose del sofá.
Carlos se entretiene despertando a María José, al ver que esta no hace ademán de levantarse, la coge en brazos y la pasea hasta la entrada.
-¡Vámonos!-dice Carlos, intentado abrir la puerta aún con María José.
-Ya me puedes bajar, ¿eh? Que ya estoy despierta- dice.
-Ah, vale, princesa-dice dándole un ligero beso en los labios.
-Está visto que aquí los únicos que respetamos la norma de no besuquearnos somos David y yo-comento.
-Podríamos romperla-dice antes de cogerme la cintura, girarme y darme un largo beso.
-Os lo vamos a perdonar por ahora. Pero como pase otra vez....-insinúa Dani.