¡Disfrutad del capítulo!
Capítulo 111
-Chicos, tomad las pizzas -digo entrando a la habitación del hotel.- Ahora vengo.
-¿A dónde vas? -pregunta David.
-A por Blas. Se ha enfadado.
-¿Contigo? -pregunta Álvaro- Si es muy raro que Blas se enfade contigo.
-Bueno, es que es una historia muy larga -digo saliendo por la puerta- Hasta ahora.
¿Dónde puedo ir a por Blas? Seguro que ni me cogerá el teléfono si lo llamo. No habrá ido a emborracharse, ¿no? No creo, la verdad es que Blas no es como David, él sabe aceptar algo sin derrumbarse. Además que él odia emborracharse a más no poder. Él no conoce mucho Málaga, la verdad es que yo tampoco, pero tengo una ligera idea de cómo es. ¿A dónde puede haber ido sin ser demasiado visto? Decido llamarlo y dejar de comerme el coco.
-Blas, ¿dónde estás? -pregunto, alterada.
-Pues aquí -dice tranquilo.
-¡¿Cómo que: Pues aquí?! -exclamo- Joder, te has marchado y me has dejado con la palabra en la boca. ¿Me quieres decir dónde estás?
-En un parque delante del hotel Palacios, o algo así. -dice.
-Vale, voy para allá. Ahora nos vemos. -cuelgo sin esperar su respuesta.
Voy hacia el parque que me ha indicado Blas. No recuerdo su nombre, pero sé que está justo delante del hotel Málaga Palacios.
Cuando llego, lo veo sentado en un banco.
-Blas -le digo. Él levanta la vista hacia mí, ha estado llorando.- Eh, venga. ¿Qué pasa?
-No quiero un niño, Coral. -solloza- Ni siquiera sé cuidar del pequeño Aarón. Tengo la sensación de que no lo quiero como debería quererlo.
-¿Por qué dices eso?
-Ni me acordé que el día de los Neox Fan Awards cumplió once meses. Seguro que Lorena piensa que estoy con ella por estar con alguien.
-Eso no es lo que me parece a mí -respondo.
-Tú que sabrás... -dice encogiéndose de hombros.
-Pues mira lo que me mandó el otro día. Este eres tú, ¿no? -le digo enseñándole una foto de mi teléfono.- Y ese, Aarón. Se te ve muy feliz y muy cariñoso.
-Bueno, pero eso no tiene nada que ver.
-Oh, venga ya -digo irónica- Quizás otra se lo trague, pero yo no. Blas, ¿qué te pasa? -suspiro
-Pues que no quiero un niño siendo tan joven. Yo quiero vivir la vida, tengo veintiún años. Quiero vivir de la música.
-¿Y por qué no que tus hijos vivan también de la música? -pregunto.
-Quería llevar a Lorena de vacaciones -solloza.- ¿A dónde podremos ir ahora?
-Podríais ir a DisneyLand París. -respondo sonriendo- A mí me hubiera gustado ir. - Él se queda callado, no dice nada- ¿Sabes? Te mandaré la foto tuya y de Aarón, ya verás tú lo que haces con ella. -respondo- Yo que tú, me iría con Lorena, sólo te aviso- Te lamentarás si haces lo contrario, créeme.
-¡Pero yo quería que estuviéramos solos Lorena y yo! -exclama-, y encima tenemos a Aarón...
-¿Sabes? Parece que no te das cuenta. -digo- El niño o la niña que viene en camino, es mitad tú y mitad Lorena. Tú verás lo que haces... -él se queda callado- No tardes en volver al hotel -digo con una expresión fría.
-¡Espera! -exclama- La llamaré -responde al fin.
-Pero llámala ahora -exijo.
-Vale...
Él coge su teléfono y marca el teléfono de Lorena.
-Pon el manos libres -le digo.
-¿Lorena? -pregunta Blas al quinto timbre.
-Blas, lo siento mucho, no debería haber pasado, yo...
-Shh, calla, calla. Es... perfecto. -dice- Es un pequeño tú y yo.
-Entonces, ¿no estás enfadado?
-¿Tengo pinta de estarlo? -sonríe.
Qué bonito, así es cómo me gusta que esté, feliz.
-¿Cómo lo vamos a llamar? -pregunta Blas, feliz- ¿Es niño o niña?
-Cielo, no lo sé. Todavía es pronto -noto cómo sonríe Lorena al otro lado del teléfono, lo que hace que Blas saque una sonrisa.- Si es niño, Bastian.
-¿Bastian? -pregunta Blas, extrañado.
-Sí, como el chico de 'La Historia Interminable' -reflexiona Lorena- Y si es niña...
-¿Luchianna? -pregunta Blas, esperando la aprobación de Lorena.
-Vale. Pero, ¿por qué?
-Mi mejor amiga se llama Lucía, y en su cuenta de twitter pone Luchianna. ¿Te importa que la llamemos así?
-Me parece perfecto, cielo -responde- Gracias. Te quiero.
-Y yo a ti -responde Blas- El día treinta voy a verte, ¿vale? Y pasamos unos días juntos, los cuatro.
-¿Los cuatro?
-Sí. Aarón, tú, yo, y Luchianna o Bastian. ¿Quieres?
-Genial. Gracias. Adiós, te quiero.
-Te amo -dice colgando el teléfono.
-¿Qué? -pregunto sonriendo- ¿Soy, o no soy genial?
-No eres genial -responde, serio- Eres maravillosa -sonríe, yo me río- ¿Sabes? En lugar de estar haciendo el paripé, deberías felicitar a tu compañero, que va a ser padre.
-Es verdad. ¡Felicidades, Blas! -exclamo, abrazándolo.
-Gracias, princesa -responde.
-Lo de princesa es exclusivo de David, ¿eh? Como te escuche, se enfada.
-Correré ese riesgo, que ahora mismo te quiero muchísimo -dice pasándome un brazo por la cintura- ¿Volvemos al hotel?
-Vamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario