La melodía de mi móvil me despierta. Me acaba de llegar un WhatsApp de Lorena. ¿Cómo le irá?
'Tengo que hablar contigo en privado. ¿Te puedo llamar?'
¿En privado? Muy fuerte tiene que ser si lo quiere en privado. Rápidamente escribo:
'No. Estoy en la furgo. Nos quedan diez minutos para llegar. ¿Qué pasa?'
'Yo... es que no quería, pero pasó y... Bueno, no es que no quisiera que pasara, lo que no quería eran las consecuencias. En fin, que no sé cómo se lo tomará'
¿De qué me habla? Como no especifique, no me enteraré de nada.
'Especifica, y no le des más vueltas' -escribo.
'Creo que viene alguien de camino'
'¿De camino? ¿A qué te refieres?'
'Coral, Blas va a ser padre'
-¡¿Qué?! -exclamo en voz alta. Todos me miran.
-¿Qué te pasa, loca? ¿Ahora hablas sola? -pregunta Dani mientras conduce.
-No, no, es que... ¿Cuánto falta para llegar? -pregunto.
-Giro en la siguiente calle, y estamos.
-Tengo un hambre... -dice Carlos.
-Como siempre -comenta David.
-¡Tengo una idea! ¿Y si me bajo y compro unas pizzas, y las subo al hotel? -pregunto.
-¡Buena idea! -exclama Álvaro.
-Te acompaño -dice Blas.
Vaya... Esperaba que me acompañara David, así podré consultarlo con él.
-Eso, que yo estoy muy cansado -dice David abrazando su almohada.
Bueno, mientras Blas pide las pizzas, podré quedarme fuera y hablar con Lorena.
-Para ahí, Dani -le indica Blas.
Cuando nuestro amigo para el coche en un semáforo, nos bajamos rápidamente, y preguntamos dónde está la pizzería más cercana. Pensamos en ir a un telepizza, pero nos decantamos por una pizzería, que es más sano.
-Entra tú, yo voy a llamar a mi hermano, ¿vale? -le digo al llegar a la puerta
-Vale -dice no muy convencido- ¿De qué la quieres?
-Una napolitana. De esas con anchoas y alcaparras. -respondo.
Blas entra al establecimiento, cojo mi móvil y marco el número de teléfono de Lorena.
-Lorena. ¿Qué es eso de que Blas va a ser padre?
-Coral -dice llorando- Es verdad. Blas va a ser padre.
-¿Con quién? -pregunto.
-Conmigo. -responde sollozando.
-Pero eso es bueno, ¿no? -pregunto, confusa.
-No. Ahora me dejará, Coral. ¿Qué voy a hacer yo con dos niños, sola?
-A ver, no estarás sola, me tienes a mí. Cuéntame -le pido- ¿Cómo pasó?
-A ver -dice secándose las lágrimas- Después de los premios, vino a casa, lo celebramos y... pasó. Llevaba unos días que me encontraba mal, pensé que sería que me iba a venir la regla, pero se ha pasado el tiempo, y no ha venido. Hoy, cuando me he levantado, me encontraba mal, con mareos y eso, he desayunado, y lo he vomitado todo. He ido a por un test de embarazo, y a dado positivo.
-¿Tan pronto? -pregunto extrañada, ya que, normalmente, dan positivo a partir de las dos semanas.
-Sí. Joder, qué voy a hacer. ¿Cómo se lo voy a decir? ¿Y si me deja? -pregunta llorando.
-A ver, Lorena, seguro que Blas es lo suficientemente inteligente como para aceptar que va a tener un hijo sin dejarte plantada. -reflexiono.
-¿Qué? -pregunta alguien a mi lado- ¿Yo?
Cuelgo el teléfono y me lo guardo en el bolsillo.
-Blas, esto... -comienzo.
-Toma -dice entregándome las pizzas- Se me ha quitado el hambre. Necesito dar una vuelta.
-Pero, ¡Blas! .grito comenzando a seguirle.
-¡No me sigas, joder! -exclama.
-Mierda, mierda, mierda -murmuro. ¿Qué le voy a decir yo a Lorena, ahora?
Suena el teléfono, es ella. Le doy a la tecla de colgar, y voy hacia el hotel donde están alojados mis compañeros de grupo.
¡¡¡COÑO!!! ¡¡¡QUE FUERTE!!! SÍGUELA POR DIOS, SÍGUELA, ME ENCANTA, ESTOY ALUCINANDO CON TODO ¡¡¡AAAAAH!!!
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