Capítulo 127
Cuando abro los ojos, miro el reloj de la mesilla y veo que son las dos y media. He dormido una hora. Me levanto de la cama y la arreglo. Me miro frente al espejo y me peino un poco el pelo. Después bajo a la planta de abajo, donde me encuentro a David en el salón jugando con su hermana. Nada más verme, Lucía viene corriendo hacia mí y me abraza muy fuerte.
-¡Qué bien volver a verte, Coral! -exclama.- ¿Cómo estás? Mi madre me había dicho que has dormido porque te encontrabas mal.
Miro a David, y él esquiva mi mirada.
-Sí, ya estoy mejor. -respondo- Y tú, ¡qué grande estás! Y guapísima, por cierto.
Ella sonríe y se sonroja. David nos mira y sonríe también. Pero no es su sonrisa de siempre, es una sonrisa triste.
-No os saludáis ni nada -dice Lucía- Qué rollo de pareja. Daros un beso o algo.
David y yo sonreímos forzosamente, y nos damos un beso en la mejilla a la vez que nos abrazamos.
-¡Pero yo quería que os diérais un beso en la boca! -exclama, ofendida.
-Anda, mocosa, ve a quitarte el uniforme del cole -dice él empujándola por la cintura.
-Vale -responde indignada- Pero cuando venga, quiero que os déis el beso.
Yo le sonrío. Ella se va a su habitación, y yo me quedo con David en el salón. Él se sienta en el sofá, y me invita a sentarme. Pone la televisión y me da el mando.
-Toma. ¿Lo quieres? Pon lo que quieras -me dice.
-No, da igual -niego- Pon tú lo que quieras.
-Si insistes...
¿Así vamos a estar? Sinceramente, no creo que Lucía se lo crea. Es pequeña, pero no tonta.
-¿Así vamos a estar cuando no esté tu hermana delante? -pregunto, al fin.
-Y porque ella me importa muchísimo, que si no...
-Pues vale -le digo levantándome del sofá y yendo a la cocina donde Matilde está preparando la comida.
-¿Cómo estás, hija? -me pregunta nada más verme- Perdona a David, es que cuando se enfada, no es él.
-No te preocupes -sonrío tristemente- No me ha hecho nada.
-Anda, ven -dice dándome un abrazo- Ya verás como todo se arregla.
-¿El qué se va a arreglar? -pregunta Lucía entrando a la cocina.
Matilde y yo nos separamos de nuestro abrazo, y yo tomo la palabra:
-Nada, es que ha dicho si hacemos magdalenas esta tarde, y como no sé...
-Ah, ¡no te preocupes! Mamá y yo te enseñamos. -sonríe ella.
Yo me obligo a sonreír. Esta niña es un cielo. Sólo espero que si David y yo dejamos de estar juntos, pueda verla regularmente. Le he cogido mucho cariño.
-Bueno, yo no voy a estar -dice Matilde- Me ha llamado una amiga, Carmen, que su hija ha tenido al niño ya. Como la hija está con la anestesia, me ha pedido que me quede a dormir. Lo siento.
-No importa -digo- Que me enseñe Lucía. O si no, las hacemos otro día.
-¡Yo! ¡Yo te enseño! -exclama ella, entusiasmada.
-Vale -sonrío.
-¿Quieres ver mi cuarto? -me pregunta.
-Mejor después, Lucía, que ahora vamos a comer, ¿vale? -dice Matilde amablemente.
-Vale. Pero recuérdamelo -me pide- Que si no...
-Vale, vale. Yo te lo recuerdo.
-Pon la mesa -ordena su madre.
Yo intento ayudar, pero Lucía insiste en que me siente y no haga nada, al fin y al cabo, yo soy la invitada. Le hago caso y me siento. Lucía llama a su hermano, que viene a destapar la comida.
-Mmmm Paella. Qué bueno. -se sienta en la silla, y comenzamos a comer.
Durante la comida, hablamos de la gira, y de cuándo nos iremos a Sudamérica. Noto como Lucía se entristece. Le preocupa mucho su hermano y lo que le pueda pasar. Se quieren tanto...
Historia de una chica de 14 años que consigue cumplir su sueño de ser cantante gracias a unos pequeños héroes...
viernes, 29 de noviembre de 2013
jueves, 28 de noviembre de 2013
Capítulo 126
Capítulo 126
-¿Te gusta la casa? -me pregunta David entrando a la habitación.
-Sí, es muy bonita -sonrío- ¿Cuándo viene tu hermana? -pregunto.
-Está en el colegio. Vendrá en una hora o así -dice.
-Ah, vale. Tengo unas ganas de verla... -digo.
-Y ella a ti. Te adora -dice.- Oye, cambiando de tema, perdona que tengamos que dormir los dos juntos, es que se supone que seguimos siendo novios y tal, entonces...
-Bah, no te preocupes -digo restándole importancia con la mano- No me importa, de verdad.
-¡David, ayúdame con la compra! -grita su madre desde la cocina.
-¡Voy! -le dice- Bueno, me tengo que ir. Hasta ahora.
-Adiós -sonrío.
Estoy aquí por hacerle un favor a David y porque su familia me cae genial, porque si no... Estaría con Dani en la playa. Dijo que íbamos a ir a la playa de Málaga. En mi opinión, es la mejor playa del mundo.
Me levanto de la cama y miro por la ventana. Se puede ver Granada desde aquí. Es muy bonita. Mi móvil suena, es un mensaje de Dani.
'Hola. ¿Sabes? Lo he estado pensando y creo que deberíamos dejarlo de una vez. Sé que no sientes nada por mí, y yo no siento nada por ti, así que, ¿para qué seguir con esta farsa? Eso sí, cuando quieras repetir, me llamas ;)'
¿Qué? Pero, ¿de qué va este tío? No puede ser verdad. Tienen que haberle quitado el móvil o algo. ¿Se habrá metido en algún lío? Y ya lo de la última frase... Decido llamarle por teléfono. Si tiene narices, que me lo diga a la cara. Cuando va por el tercer timbre, me cuelga el teléfono. Cabreada, tiro el móvil contra el suelo, y este se abre, y se le sale la batería y la carcasa. Al escuchar el golpe, David viene corriendo, y al verme llorando, se acerca a mí y me abraza.
Yo apoyo la cabeza en su pecho mientras lloro. Él me acaricia la espalda, y me tranquiliza.
-Venga, deja de llorar -dice secándome las lágrimas.- ¿Qué ha pasado?
-Me ha llegado un mensaje de Dani. Dice que rompía conmigo. -sollozo.
-¿Que rompía contigo? -pregunta.
-Sí. Ha dicho que sabía que no lo quería y que él tampoco me quería a mí. -digo entre lágrimas- Solamente me ha utilizado.
-No habrá tenido narices.... -masculla.- Espera, ¿has dicho que él sabía que no lo querías? -pregunta.- ¿Era eso verdad?
-Bueno... sí. -respondo.
-¿Por qué lo hiciste? -pregunta- Me refiero, ¿por qué saliste con él, si sabías que no lo querías?
-¡Para darte celos, joder! -estallo- ¡¿No te puedes enterar de una vez que me es imposible vivir sin ti?!
-¿Y por qué rompiste conmigo, si eso es verdad?
-No lo sé, David, juro que no lo sé -sollozo.- Por favor, perdóname.
-Mira, ya me has toreado lo suficiente, ¿no crees? Ya te vale, ¿no? Estoy hasta las narices de esta mierda de 'ni contigo, ni sin ti' -yo me limito a agachar la cabeza, avergonzada por todo- ¡Joder, que me importas mucho, ¿vale?! Me importas mucho para que vengas aquí a salir con el otro para darme unos estúpidos celos. -dice- ¿Hasta dónde has sido capaz de llegar con tu mentira? ¡Que hasta te has acostado con él, joder! Y yo mientras besando el suelo que pisabas.
-¿Sabes? Ahora mismo me vendría bien consuelo, y no una estúpida regañina. -le echo en cara.
-Se acabó eso de ser bueno, ¿te enteras? -yo agacho la cabeza, él me coge el brazo muy fuerte- ¡¿Te estás enterando, o no?! -yo asiento mientras las lágrimas ruedan por mis mejillas- No te diré que este hombro no estará disponible para ti a lo largo de toda la vida-dice-, pero por ahora, háblame lo justo para que mi hermana no piense que estamos enfadados.
Dicho esto, sale por la puerta dando un portazo. En la planta de abajo también escucho otra puerta, y yo me siento en una esquina, y me pongo a llorar sobre mis rodillas.
-¿Coral? -dice la voz de una mujer- ¿Coral, qué te pasa?
La madre de David entra en la habitación, y al verme llorando, se agacha y se sienta a mi lado.
-Venga, ya está -dice dándome unos ligeros golpecitos en la espalda.- ¿Te has enfadado con David? Ya sé que habéis roto, pero...
-Va mucho más allá, me ha dicho que le hable lo justo para que Lucía no sospeche que ya no estamos juntos. -sollozo- Lo quiero. Lo quiero muchísimo para dejarlo ir.
-Venga, vente. -dice levantándome del suelo- Anda, túmbate en la cama. -me indica- Te voy a preparar un Cola-Cao calentito, y duermes un rato, ¿vale? Verás como al despertarte te sentirás mejor, ¿quieres?
-Vale. Gracias -digo esbozando una leve sonrisa.
-Ahora vengo.
Se va de la habitación y cambio la postura a un lado. Pienso en David, en Dani, en por qué no me ha cogido la llamada. No puedo evitar contenerme las lágrimas, y acabo llorando otra vez. Matilde viene, y me da una taza con Cola-Cao. Insiste hasta que me lo bebo todo, y se queda conmigo trenzándome el pelo hasta que me quedo dormida.
-Bueno... sí. -respondo.
-¿Por qué lo hiciste? -pregunta- Me refiero, ¿por qué saliste con él, si sabías que no lo querías?
-¡Para darte celos, joder! -estallo- ¡¿No te puedes enterar de una vez que me es imposible vivir sin ti?!
-¿Y por qué rompiste conmigo, si eso es verdad?
-No lo sé, David, juro que no lo sé -sollozo.- Por favor, perdóname.
-Mira, ya me has toreado lo suficiente, ¿no crees? Ya te vale, ¿no? Estoy hasta las narices de esta mierda de 'ni contigo, ni sin ti' -yo me limito a agachar la cabeza, avergonzada por todo- ¡Joder, que me importas mucho, ¿vale?! Me importas mucho para que vengas aquí a salir con el otro para darme unos estúpidos celos. -dice- ¿Hasta dónde has sido capaz de llegar con tu mentira? ¡Que hasta te has acostado con él, joder! Y yo mientras besando el suelo que pisabas.
-¿Sabes? Ahora mismo me vendría bien consuelo, y no una estúpida regañina. -le echo en cara.
-Se acabó eso de ser bueno, ¿te enteras? -yo agacho la cabeza, él me coge el brazo muy fuerte- ¡¿Te estás enterando, o no?! -yo asiento mientras las lágrimas ruedan por mis mejillas- No te diré que este hombro no estará disponible para ti a lo largo de toda la vida-dice-, pero por ahora, háblame lo justo para que mi hermana no piense que estamos enfadados.
Dicho esto, sale por la puerta dando un portazo. En la planta de abajo también escucho otra puerta, y yo me siento en una esquina, y me pongo a llorar sobre mis rodillas.
-¿Coral? -dice la voz de una mujer- ¿Coral, qué te pasa?
La madre de David entra en la habitación, y al verme llorando, se agacha y se sienta a mi lado.
-Venga, ya está -dice dándome unos ligeros golpecitos en la espalda.- ¿Te has enfadado con David? Ya sé que habéis roto, pero...
-Va mucho más allá, me ha dicho que le hable lo justo para que Lucía no sospeche que ya no estamos juntos. -sollozo- Lo quiero. Lo quiero muchísimo para dejarlo ir.
-Venga, vente. -dice levantándome del suelo- Anda, túmbate en la cama. -me indica- Te voy a preparar un Cola-Cao calentito, y duermes un rato, ¿vale? Verás como al despertarte te sentirás mejor, ¿quieres?
-Vale. Gracias -digo esbozando una leve sonrisa.
-Ahora vengo.
Se va de la habitación y cambio la postura a un lado. Pienso en David, en Dani, en por qué no me ha cogido la llamada. No puedo evitar contenerme las lágrimas, y acabo llorando otra vez. Matilde viene, y me da una taza con Cola-Cao. Insiste hasta que me lo bebo todo, y se queda conmigo trenzándome el pelo hasta que me quedo dormida.
martes, 26 de noviembre de 2013
El final de 'Sueños de Auryenrs' se aproxima :(
Bueno, princesitas, siento tener que deciros que la novela ya mismo
tocará a su fin. :( Sé que os entristece la noticia, y a mí también,
pero todo tiene un final, y el de la novela llegará ya mismo.
No sé cuántos capítulos me quedarán por publicar, pero seguramente daré un salto en el tiempo de unos dos años, o así. También sé que muchas me habéis dicho que no termine la novela, que os moriréis si pasa eso, pero tengo que deciros que aún así, he empezado a escribir otra novela. Todavía no la he publicado, pero os dejo un adelantillo.
La razón por la que he decidido acabar esta novela es porque, además de quedarme sin ideas, siento que esto empieza a ser un poco como sobrenatural en el sentido de hoy me voy con una, mañana le pongo los cuernos... Sé que os entristece, a mí también, va a ser duro perder a Coral, Mariajo, Ainhoa, Ana, Belén... Aún así, repito, VA A HABER FINAL DE LA NOVELA.
Quiero aprovechar para agradeceros a TODAS las que leéis mi novela, sé que soy muy pesada, pero os estoy enormemente agradecida, en serio. Gracias por ese Liebster Blog Award, y por tanto apoyo y cariño. Os estaré eternamente agradecida, de verdad. Os quiero :')
No sé cuántos capítulos me quedarán por publicar, pero seguramente daré un salto en el tiempo de unos dos años, o así. También sé que muchas me habéis dicho que no termine la novela, que os moriréis si pasa eso, pero tengo que deciros que aún así, he empezado a escribir otra novela. Todavía no la he publicado, pero os dejo un adelantillo.
La razón por la que he decidido acabar esta novela es porque, además de quedarme sin ideas, siento que esto empieza a ser un poco como sobrenatural en el sentido de hoy me voy con una, mañana le pongo los cuernos... Sé que os entristece, a mí también, va a ser duro perder a Coral, Mariajo, Ainhoa, Ana, Belén... Aún así, repito, VA A HABER FINAL DE LA NOVELA.
Quiero aprovechar para agradeceros a TODAS las que leéis mi novela, sé que soy muy pesada, pero os estoy enormemente agradecida, en serio. Gracias por ese Liebster Blog Award, y por tanto apoyo y cariño. Os estaré eternamente agradecida, de verdad. Os quiero :')
sábado, 23 de noviembre de 2013
Capítulo 125
Capítulo 125
-¡Buenos días! -exclamo despertando a Carlos.
-Coral, déjame, que tengo sueño. -protesta poniéndose la almohada encima de la cabeza.
-No te dejo, que tienes que llevarte a tu novia por ahí. -le digo- Venga, ve.
-¿Qué quieres, la casa para ti sola, no? -sonríe pícaramente.
-Pues no, es que van a venir Lorena, Aarón, Lucas, Ainhoa y Blas.
-¿Vais a comer? -pregunta.
-No, vienen a hacer el pipa -digo seria- ¡Pues claro que vienen a comer, payaso!
-¿Y a dónde llevo a María José? -pregunta.
-No lo sé. Está en la cocina fregando los platos. Ve y sorpréndela -sonrío.
-¿Cómo? -pregunta- Dame ideas. Qué te gustaría que te hiciera.
-Tú a mí, nada -río- Yo que sé... Ve y pásale los brazos por la cintura mientras le das un beso en la mejilla. Algo así.
-Vale. Voy -dice- Gracias.
Vuelvo a mi habitación y me visto para ir a comprar algunos pasteles. Pasteles. Pastelitos. David. ¿Por qué me rechazó el beso? Fue por que Dani, mi novio, era muy amigo suyo, o era porque ya no me quiere. No puede ser porque no me quiera, me lo dijo la otra mañana, pero ¿qué puede ser? Lo intentaré averiguar estas vacaciones. Una semana me voy con David, y otra con Dani. Mañana saldremos David y yo para Granada, y veré a su hermanita pequeña. Intentaré averiguar el por qué no me quiso besar. Quizás me diga la verdad, no lo sé.
Me pongo unos vaqueros rotos, y una camiseta con una chaqueta, ya que comienza a refrescar un poco.
Llego a la confitería, y pido varios pasteles. Los escojo por la pinta que tienen, ya que no me sé el nombre de cada uno de ellos.
Pregunto también por tartas de cumpleaños, ya que el veinticuatro de este mes, Aarón cumplirá un añito. Lo que me aconsejan es que sea de nata, aunque creen que el niño no podrá comer, por lo que sugieren que la pida de chocolate. Hago una nota mental para comentárselo a Blas.
Vuelvo a casa, donde me encuentro a Carlos y a María José en la cocina llenos de espuma.
-¿Qué ha pasado aquí? -pregunto nada más entrar.
-Nada, que Carlos se ha puesto a fregar los platos -se defiende María José.
-Querías impresionarla, ¿eh? -le pregunto a Carlos bromeando.
-Seh'-dice él.
-Anda, dejaros de impresiones, y limpiad un poco esto, que la gente tiene que estar al llegar -les digo.
Capítulo 124
Capítulo 124
-Nos va a caer una bronca.... ¿Qué hacemos? -pregunta Dani bajando del coche.
-Pues le decimos que había mucho tráfico -respondo, encogiéndome de hombros.
-Qué niña más mala, de verdad -dice irónico. Yo me río.- Anda más rápido que nos van a matar.
En unos cinco minutos, aproximadamente, llegamos a nuestro destino. Vemos a Álvaro, Blas, Carlos y David con mala cara ensayando alguna canción.
-Hola -digo con la máxima cara de inocencia posible que sé poner- Sentimos haber llegado tarde, es que había mucho tráfico.
-Bueno, no pasa nada, sentaros -dice Álvaro. Me parece que no tiene ganas de peleas.
Dani y yo nos sentamos, y nos ponemos a ensayar las canciones que cantaremos esta tarde. Entre ellas 1900, Sentado en el Banco, Still, Viral...
-Bueno, hasta luego, chicos -me despido saliendo por la puerta.
-Adiós -dicen todos.
Salgo a la calle, y cruzo por el paso de cebra. Ahora tendría que coger el autobús.
-¡Coral, espera! -me llama David.
Viene corriendo hasta mí, y me pone la mano en el hombro.
-Hijo, respira, que te me vas a ahogar -río.
-Era por si querías que te acompañara a casa. -dice- Es que me pilla de camino, y claro...
-Si quieres... -digo no muy convencida.
-Oye, si no te besé antes es porque eres la novia de mi amigo, y no quiero causar problemas, ¿eh? -dice, directamente.
-Vale. ¿Y quién te ha preguntado? -digo. Suena un poco borde, así que intento suavizar las cosas- Osea, que no estoy enfadada contigo, no te ralles.
-Ah, vale, vale -dice- ¿Qué te ha pasado en el cuello? -pregunta tocándome donde Dani me besó hace unas horas.- Tienes como un moratón...
-¿Sí? -pregunto, haciéndome la loca- Pues no sé de qué será.
-Nos va a caer una bronca.... ¿Qué hacemos? -pregunta Dani bajando del coche.
-Pues le decimos que había mucho tráfico -respondo, encogiéndome de hombros.
-Qué niña más mala, de verdad -dice irónico. Yo me río.- Anda más rápido que nos van a matar.
En unos cinco minutos, aproximadamente, llegamos a nuestro destino. Vemos a Álvaro, Blas, Carlos y David con mala cara ensayando alguna canción.
-Hola -digo con la máxima cara de inocencia posible que sé poner- Sentimos haber llegado tarde, es que había mucho tráfico.
-Bueno, no pasa nada, sentaros -dice Álvaro. Me parece que no tiene ganas de peleas.
Dani y yo nos sentamos, y nos ponemos a ensayar las canciones que cantaremos esta tarde. Entre ellas 1900, Sentado en el Banco, Still, Viral...
-Bueno, hasta luego, chicos -me despido saliendo por la puerta.
-Adiós -dicen todos.
Salgo a la calle, y cruzo por el paso de cebra. Ahora tendría que coger el autobús.
-¡Coral, espera! -me llama David.
Viene corriendo hasta mí, y me pone la mano en el hombro.
-Hijo, respira, que te me vas a ahogar -río.
-Era por si querías que te acompañara a casa. -dice- Es que me pilla de camino, y claro...
-Si quieres... -digo no muy convencida.
-Oye, si no te besé antes es porque eres la novia de mi amigo, y no quiero causar problemas, ¿eh? -dice, directamente.
-Vale. ¿Y quién te ha preguntado? -digo. Suena un poco borde, así que intento suavizar las cosas- Osea, que no estoy enfadada contigo, no te ralles.
-Ah, vale, vale -dice- ¿Qué te ha pasado en el cuello? -pregunta tocándome donde Dani me besó hace unas horas.- Tienes como un moratón...
-¿Sí? -pregunto, haciéndome la loca- Pues no sé de qué será.
jueves, 21 de noviembre de 2013
Nominada a los Liebster Awards
En fin, ¿qué os pasaría si abriérais la página de un blog que os encantara, y que ese blog esté nominado a los Liebster Awards? Genial, ¿no? Pero, ¿qué pasaría si ese blog te hubiera nominado a ti? ¿Qué haríais? Pues yo, una de mis Party Hards con mi smiler, mi Obviously, con mi pitufa y con mis princesitas. Además, que me he enterado hoy de la noticia y mañana es mi cumple. Osea, doble party, ¿vale?
Bueno, quiero súper agradecer a @PaulittaDeVlc del blog El aprendiz de amante porque me ha nominado. Sinceramente, me había metido en su blog para cotillear sobre su nominación, y me encuentro que estoy nominada. Juro que sólo me ha faltado llorar de emoción. A mi hermano, porque aunque no sepa que tengo un blog, ha sido él quién me ha enseñado a usar las palabras adecuadas en algunas expresiones, y por aguantar mis comentarios de Auryn. Y a mi seño de lengua, que me motiva diariamente diciéndome lo bien que me expreso, y que busca noticias de Auryn para decírmelas diariamente en clase :p También os quiero agradecer a vosotras, princesitas, por haber estado ahí, y por ser tan comprensivas y entender que no pueda subir capítulos diariamente.
Ahora debo responder a unas preguntas:
-¿Desde cuándo escribes? ¿Cómo se te ocurrió abrir un blog?
La idea llevaba pensándola desde Mayo de este año. Pensaba que cómo sería si hubiera una chica en el grupo. Cómo sería la convivencia, los celos de algunas fans... Así que decidí crear este blog, porque claro, no iba a ir contando por ahí mis pensamientos ocultos. La primera publicación fue el 15 de julio, y desde ahí, he ido subiendo más capítulos gracias a vosotras.
-¿Has pedido consejo a alguien a la hora de escribir?
Yo creo que, más que pedir consejo, he pensado en voz alta con una amiga llamada Anabel (Ana, la novia de Álvaro en la novela). Yo le decía mis sugerencias y ella opinaba sobre ellas.
-¿Cuántas novelas lees?
Muchísimas. Todas las que se pueden ver en el margen de la derecha. Las sigo desde hace tiempo porque la mayoría de ellas son princesitas y les he pedido que me pasen los links de sus novelas para leerlas, y al final, me han acabado encantando. Las pongo ahí para tener controlada su publicación, y para hacer como publicidad un poco.
-¿Las ideas de la novela son reales, o te las inventas?
La mayoría me las invento. Pienso en cómo me gustaría que sucedieran las cosas y las plasmo en la pantalla. Eso sí, la descripción de algunos personajes, como Maria José, Ana, Belén, Esme, etc. son por peticiones que me han hecho mis princesitas.
-¿Eres Auryner desde siempre? ¿A qué otros fandoms perteneces?
No soy Auryner desde siempre. Al principio, no podía oír hablar de Auryn, lo admito, pero luego escuché una canción, 1900, y no pude dejar de escucharlos. Soy Alboranista (Pablo Alborán), Fan Incondicional de Pablo López (no tiene nombre), un pelín Sweetie (Sweet California), Gatito/ Cartulina (Gato-Dÿlan), y me parece que ya está.
-¿Canción favorita de Auryn? ¿Disco favorito?
No puedo escoger ninguna, la verdad, pero si tuviera que quedarme con una, me quedaría con 1900, porque esa canción marcó el inicio de este Endless Road. Respecto a 'Disco favorito', me quedaría con 'Endless Road', porque me transmite mucha paz, y me ayuda cuando estoy depresiva.
-¿Algún truco para que tus posts sean más leídos?
Yo creo que lo de siempre, ¿no? Usar mucho las redes sociales para que la gente oiga hablar de tu novela, avisar cada vez que publiques un capítulo me parece un pelín necesario y cómodo para el lector; también creo que es bueno el contacto, ya sea vía twitter, o telefónica (tengo teléfonos de algunas princesitas); y por supuesto, no creerse superior, ahora que mi novela ha crecido (tanto a nivel de visitas como a nivel de princesitas), no me puedo permitir el lujo de creerme superior por nada del mundo. Algunas personas me lo dicen: que tenga los pies en la Tierra, porque nunca se sabe lo que puede pasar, aunque eso está completamente asegurado.
-¿Publicidad en tu blog?
De Auryn hago publicidad sí o sí, aunque no cobre ;) Pero es verdad que hago publicidad de muchos blogs porque me gustan, y también porque son personas que conozco (no personalmente), ya que la mayoría me seguían en twitter antes de empezar el blog, y éramos como hermanas. (Si @KikiPitum está leyendo esto, muchísimas gracias por estar desde el primer capítulo, y por darme ánimos para seguir, te quiero)
-¿Qué haces en tu tiempo Off-Line?
Pues, estudiar (no tengo tiempo con tanto blog por aquí y por allá), a veces quedo con mi smiler, voy por allí con mi hermanito (que no sabe que tengo un blog, pero creo que se sentirá orgulloso al leer que estoy nominada), dibujos de Auryn, cantar (aunque desafine), intentar que Auryn me mencione sin éxito...
Bueno, ahora, las nominaciones:
-En primer lugar, @RocíoBraws por Una historia más, que siempre me apoya y comenta por twitter.
-También, @I_loveauryn, por su blog, Y es que ya no encuentro el modo de darte un te quiero sin condición.
- @198_Marta, por Un final inesperado
- @CandelitaSmiler, por su novela, Tú, mi destino
- @leirearroyoh, por Amigos con derecho a roce
- @abcd2_auryn, por Querer es poder
-Y por último, no encuentro su twitter (soy un desastre, lo sé), pero quiero nominar a Los sueños se hacen realidad
Bueno, quiero súper agradecer a @PaulittaDeVlc del blog El aprendiz de amante porque me ha nominado. Sinceramente, me había metido en su blog para cotillear sobre su nominación, y me encuentro que estoy nominada. Juro que sólo me ha faltado llorar de emoción. A mi hermano, porque aunque no sepa que tengo un blog, ha sido él quién me ha enseñado a usar las palabras adecuadas en algunas expresiones, y por aguantar mis comentarios de Auryn. Y a mi seño de lengua, que me motiva diariamente diciéndome lo bien que me expreso, y que busca noticias de Auryn para decírmelas diariamente en clase :p También os quiero agradecer a vosotras, princesitas, por haber estado ahí, y por ser tan comprensivas y entender que no pueda subir capítulos diariamente.
Ahora debo responder a unas preguntas:
-¿Desde cuándo escribes? ¿Cómo se te ocurrió abrir un blog?
La idea llevaba pensándola desde Mayo de este año. Pensaba que cómo sería si hubiera una chica en el grupo. Cómo sería la convivencia, los celos de algunas fans... Así que decidí crear este blog, porque claro, no iba a ir contando por ahí mis pensamientos ocultos. La primera publicación fue el 15 de julio, y desde ahí, he ido subiendo más capítulos gracias a vosotras.
-¿Has pedido consejo a alguien a la hora de escribir?
Yo creo que, más que pedir consejo, he pensado en voz alta con una amiga llamada Anabel (Ana, la novia de Álvaro en la novela). Yo le decía mis sugerencias y ella opinaba sobre ellas.
-¿Cuántas novelas lees?
Muchísimas. Todas las que se pueden ver en el margen de la derecha. Las sigo desde hace tiempo porque la mayoría de ellas son princesitas y les he pedido que me pasen los links de sus novelas para leerlas, y al final, me han acabado encantando. Las pongo ahí para tener controlada su publicación, y para hacer como publicidad un poco.
-¿Las ideas de la novela son reales, o te las inventas?
La mayoría me las invento. Pienso en cómo me gustaría que sucedieran las cosas y las plasmo en la pantalla. Eso sí, la descripción de algunos personajes, como Maria José, Ana, Belén, Esme, etc. son por peticiones que me han hecho mis princesitas.
-¿Eres Auryner desde siempre? ¿A qué otros fandoms perteneces?
No soy Auryner desde siempre. Al principio, no podía oír hablar de Auryn, lo admito, pero luego escuché una canción, 1900, y no pude dejar de escucharlos. Soy Alboranista (Pablo Alborán), Fan Incondicional de Pablo López (no tiene nombre), un pelín Sweetie (Sweet California), Gatito/ Cartulina (Gato-Dÿlan), y me parece que ya está.
-¿Canción favorita de Auryn? ¿Disco favorito?
No puedo escoger ninguna, la verdad, pero si tuviera que quedarme con una, me quedaría con 1900, porque esa canción marcó el inicio de este Endless Road. Respecto a 'Disco favorito', me quedaría con 'Endless Road', porque me transmite mucha paz, y me ayuda cuando estoy depresiva.
-¿Algún truco para que tus posts sean más leídos?
Yo creo que lo de siempre, ¿no? Usar mucho las redes sociales para que la gente oiga hablar de tu novela, avisar cada vez que publiques un capítulo me parece un pelín necesario y cómodo para el lector; también creo que es bueno el contacto, ya sea vía twitter, o telefónica (tengo teléfonos de algunas princesitas); y por supuesto, no creerse superior, ahora que mi novela ha crecido (tanto a nivel de visitas como a nivel de princesitas), no me puedo permitir el lujo de creerme superior por nada del mundo. Algunas personas me lo dicen: que tenga los pies en la Tierra, porque nunca se sabe lo que puede pasar, aunque eso está completamente asegurado.
-¿Publicidad en tu blog?
De Auryn hago publicidad sí o sí, aunque no cobre ;) Pero es verdad que hago publicidad de muchos blogs porque me gustan, y también porque son personas que conozco (no personalmente), ya que la mayoría me seguían en twitter antes de empezar el blog, y éramos como hermanas. (Si @KikiPitum está leyendo esto, muchísimas gracias por estar desde el primer capítulo, y por darme ánimos para seguir, te quiero)
-¿Qué haces en tu tiempo Off-Line?
Pues, estudiar (no tengo tiempo con tanto blog por aquí y por allá), a veces quedo con mi smiler, voy por allí con mi hermanito (que no sabe que tengo un blog, pero creo que se sentirá orgulloso al leer que estoy nominada), dibujos de Auryn, cantar (aunque desafine), intentar que Auryn me mencione sin éxito...
Bueno, ahora, las nominaciones:
-En primer lugar, @RocíoBraws por Una historia más, que siempre me apoya y comenta por twitter.
-También, @I_loveauryn, por su blog, Y es que ya no encuentro el modo de darte un te quiero sin condición.
- @198_Marta, por Un final inesperado
- @CandelitaSmiler, por su novela, Tú, mi destino
- @leirearroyoh, por Amigos con derecho a roce
- @abcd2_auryn, por Querer es poder
-Y por último, no encuentro su twitter (soy un desastre, lo sé), pero quiero nominar a Los sueños se hacen realidad
domingo, 17 de noviembre de 2013
Capítulo 123
Capítulo 123
-No te voy a besar. -dice.
-David, besame, por favor -le pido. Él niega con la cabeza.
-No puedo hacerlo.
-Por favor. Lo necesito, besame. -le digo comenzando a llorar.
-Lo siento, pero no puedo hacerlo -dice dándose media vuelta- Date prisa en llegar al ensayo, vamos tarde. Álvaro, Blas y Carlos nos estarán esperando. Adiós -se despide.
Me seco las lágrimas y vuelvo a casa con la cabeza agachada. ¿Por qué me habrá rechazado el beso? Si él mismo me ha dicho lo mucho que me quiere, lo ha reconocido. Tampoco sé por qué se lo he pedido, si yo quiero a Dani. Y es verdad, lo quiero mucho, pero no sé por qué lo he hecho. Supongo que en esos momentos, realmente me apetecía un beso suyo.
Me miro en el espejo del ascensor mientras subo a mi planta. Gracias a la hinchazón de los ojos, no se nota mucho que he llorado, por lo que estoy tranquila.
-¿Todo bien, Coral? -pregunta Dani cuando abro la puerta- Tu hermano no está, se ha tenido que ir. -me advierte- ¿Has llorado? -pregunta.
Me voy hacia él y le beso con fuerza, con pasión, con cariño.
-Te amo -susurro.
-Y yo a ti -me dice.
Le voy empujando delicadamente hacia mi habitación.
-¿Estás segura? -pregunta entre beso y beso- Mira que llegamos tarde...
-Me da igual -digo mordiéndole el labio.
Él me coge en brazos, con mis piernas alrededor de su cintura, y me va dando besos en la boca, mientras me lleva hasta mi habitación. Lo necesitaba, necesitaba tenerlo lo más cerca posible de mí en estos momentos. Me deja en mi cama, se pone encima mía, y me quita el top y la falda, acariciando mis muslos mientras me besa el cuello. Lo hace tan fuerte, que no puedo evitar dar un pequeño gemido, él ríe.
-Te deseo tanto -susurra hundiendo su nariz en mi pelo.
-Pues aquí me tienes -digo quitándole la camiseta y besando su boca. Me pongo delante suya, y le muerdo la oreja mientras hundo mis manos en su pelo.
Cuando me he dado cuenta, se ha quitado los pantalones, y está en ropa interior, al igual que yo. Ahora es mi momento si me quiero vengar por lo de antes. Pongo mis manos en su espalda y le beso el cuello, él gime mientras sonríe. Y yo me siento feliz, le ha gustado.
-Coral, por favor, necesito hacerlo ya -murmura entrecortadamente.
Me quita el sujetador y me besa, me tumba en la cama y se pone encima mía. La poca ropa interior que nos quedaba desaparece mágicamente.
Con delicadeza, se hunde en mí, lo que me proporciona placer, y un pequeño dolor agudo.
-¿Quieres que pare? -pregunta.
-No, por favor -murmuro.
Sigue repitiendo el movimiento, y yo me agarro a su espalda, el ligero dolor agudo del principio, resulta traer consigo placer.
-Por favor, no pares -le digo. Él tapa mis gemidos con dulces besos. Lo amo demasiado, no puedo dejarle ir. Al menos, por ahora.
Cuando ninguno de los dos puede más, se derrumba a mi lado, besándome el cuello, justo donde me besó antes con fuerza.
-Ah, duele -sonrío.
-Para que no olvides que eres mía -dice- Mía y de nadie más.
-Entonces tú también eres mío, ¿no? -pregunto.
-Para siempre -susurra.
-Bueno, para siempre hasta este momento, porque hay que irse -le digo- Ya son las doce y cuarto.
-Bueno, ya llegamos tarde, así que por unos minutitos más no pasa nada -dice subiéndose encima mía y besándome el cuello.
-No, Dani, que te conozco -le digo, apartándolo- Además, estoy cansada.
-Está bien...
Me pongo una camiseta y unos pantalones vaqueros rotos, que acompaño con unas botas negras tipo militar. Me peino el pelo, dejándomelo suelto,y cojo mi bolso.
-No te voy a besar. -dice.
-David, besame, por favor -le pido. Él niega con la cabeza.
-No puedo hacerlo.
-Por favor. Lo necesito, besame. -le digo comenzando a llorar.
-Lo siento, pero no puedo hacerlo -dice dándose media vuelta- Date prisa en llegar al ensayo, vamos tarde. Álvaro, Blas y Carlos nos estarán esperando. Adiós -se despide.
Me seco las lágrimas y vuelvo a casa con la cabeza agachada. ¿Por qué me habrá rechazado el beso? Si él mismo me ha dicho lo mucho que me quiere, lo ha reconocido. Tampoco sé por qué se lo he pedido, si yo quiero a Dani. Y es verdad, lo quiero mucho, pero no sé por qué lo he hecho. Supongo que en esos momentos, realmente me apetecía un beso suyo.
Me miro en el espejo del ascensor mientras subo a mi planta. Gracias a la hinchazón de los ojos, no se nota mucho que he llorado, por lo que estoy tranquila.
-¿Todo bien, Coral? -pregunta Dani cuando abro la puerta- Tu hermano no está, se ha tenido que ir. -me advierte- ¿Has llorado? -pregunta.
Me voy hacia él y le beso con fuerza, con pasión, con cariño.
-Te amo -susurro.
-Y yo a ti -me dice.
Le voy empujando delicadamente hacia mi habitación.
-¿Estás segura? -pregunta entre beso y beso- Mira que llegamos tarde...
-Me da igual -digo mordiéndole el labio.
Él me coge en brazos, con mis piernas alrededor de su cintura, y me va dando besos en la boca, mientras me lleva hasta mi habitación. Lo necesitaba, necesitaba tenerlo lo más cerca posible de mí en estos momentos. Me deja en mi cama, se pone encima mía, y me quita el top y la falda, acariciando mis muslos mientras me besa el cuello. Lo hace tan fuerte, que no puedo evitar dar un pequeño gemido, él ríe.
-Te deseo tanto -susurra hundiendo su nariz en mi pelo.
-Pues aquí me tienes -digo quitándole la camiseta y besando su boca. Me pongo delante suya, y le muerdo la oreja mientras hundo mis manos en su pelo.
Cuando me he dado cuenta, se ha quitado los pantalones, y está en ropa interior, al igual que yo. Ahora es mi momento si me quiero vengar por lo de antes. Pongo mis manos en su espalda y le beso el cuello, él gime mientras sonríe. Y yo me siento feliz, le ha gustado.
-Coral, por favor, necesito hacerlo ya -murmura entrecortadamente.
Me quita el sujetador y me besa, me tumba en la cama y se pone encima mía. La poca ropa interior que nos quedaba desaparece mágicamente.
Con delicadeza, se hunde en mí, lo que me proporciona placer, y un pequeño dolor agudo.
-¿Quieres que pare? -pregunta.
-No, por favor -murmuro.
Sigue repitiendo el movimiento, y yo me agarro a su espalda, el ligero dolor agudo del principio, resulta traer consigo placer.
-Por favor, no pares -le digo. Él tapa mis gemidos con dulces besos. Lo amo demasiado, no puedo dejarle ir. Al menos, por ahora.
Cuando ninguno de los dos puede más, se derrumba a mi lado, besándome el cuello, justo donde me besó antes con fuerza.
-Ah, duele -sonrío.
-Para que no olvides que eres mía -dice- Mía y de nadie más.
-Entonces tú también eres mío, ¿no? -pregunto.
-Para siempre -susurra.
-Bueno, para siempre hasta este momento, porque hay que irse -le digo- Ya son las doce y cuarto.
-Bueno, ya llegamos tarde, así que por unos minutitos más no pasa nada -dice subiéndose encima mía y besándome el cuello.
-No, Dani, que te conozco -le digo, apartándolo- Además, estoy cansada.
-Está bien...
Me pongo una camiseta y unos pantalones vaqueros rotos, que acompaño con unas botas negras tipo militar. Me peino el pelo, dejándomelo suelto,y cojo mi bolso.
Capítulo 122
Capítulo 122
Cuando abro los ojos, es por la mañana, y me veo obligada a salir corriendo hacia el baño, donde en el váter, vomito el poco alcohol que bebí ayer.
Cojo papel y me limpio la boca. Tiro de la cadena y me miro al espejo. Tengo ojeras, la cara pálida, y los ojos ligeramente hinchados.
No me da tiempo a reponerme cuando recibo otra arcada, esta vez, más fuerte.
-Coral, ¿estás bien? -pregunta Dani golpeando la puerta.
-Sí, es que he vomitado, eso es todo. -le digo limpiándome la boca otra vez con papel.
-¿Puedo entrar? -pregunta.
-Si no eres aprensivo...
Abre la puerta, y me ve de rodillas en el suelo. Me da un beso en la frente.
-¿No estás mejor? -pregunta- Por la cara que me traes...
-La cabeza no me duele -confirmo-, pero los ojos están hinchados, y la cara que tengo hoy no es muy agraciada, como puedes comprobar.
-¿Tienes más ganas de vomitar? -pregunta.
-No -niego con la cabeza.
-¿Te llevo a casa?
-Sí, porfa, pero no se lo digas a mi hermano. -le pido.
Me mira unos segundos, pensándoselo.
-Está bien...
-Gracias -sonrío.
-Anda, vamos -dice volviendo a su habitación
-¿Qué hora es?
-Las once y media -dice mirando su móvil. Parece que no se ha dado cuenta de lo que ha dicho- ¡Las once y media! ¡Corre! -exclama.
-¿Qué? -pregunto, confusa.
-¡Había que estar para ensayar a las doce! -exclama.- ¡Vístete!
Rápidamente, me pongo la ropa de ayer. Espero que podamos parar para ir a casa a cambiarme, porque si no...
-Venga, vamos -dice tirando de mi mano.
Cogemos su coche, y va conduciendo por Madrid lo más rápido que le permiten las señales de tráfico.
-¿Quieres un chicle de hierbabuena? -pregunta Dani sacándose un paquete de chicles del bolsillo.
-Gracias -digo, aceptando uno.
En diez minutos justos, llegamos a mi casa. Lo que es obvio porque vivimos casi al lado.
Cuando abro la puerta de casa, me encuentro a mi hermano hablando con alguien, David.
-Aquí está -suspira mi hermano.
-¿Dónde estabas? -pregunta, David, alterado.
-Estaba conmigo -dice Dani- No ha pasado nada, se nos ha hecho tarde, solamente.
-Eso es lo que más me preocupa -le corta David.- ¿Dónde estuvisteis anoche? -pregunta.
Dani y yo nos quedamos callados, ninguno dice nada.
-¿Dónde estuvisteis anoche? -repite, otra vez. Al ver que no obtiene respuesta, prueba con otra cosa- Mira, Coral, antes de irte, tu tío me pidió que cuidara de ti. Estuviéramos juntos o no, se lo prometí y lo tengo que cumplir. ¿Me vas a decir dónde estuvisteis, o lo llamo para que venga, y te pregunte personalmente? -amenaza- El billete de avión hasta España no me cuesta nada -añade.
-Estaba conmigo, fuimos a...
-Cállate, Dani -le interrumpe David- Que me lo cuente ella.
Sigo sin decir nada, con la cabeza agachada. Si lo digo, me regañará, y hará que mi hermano se lleve una decepción enorme, y no puedo permitir eso.
-Vale. Como quieras -dice, saliendo por la puerta- Tienes una hora para contármelo, o llamo a tu tío.
-¡David, espera! -exclamo, siguiéndole.
Dani intenta seguirme a mí, pero mi hermano lo retiene.
-Es mejor que lo arreglen los dos -le dice- Si te metes, saldrás mal parado.
David baja las escaleras, y yo voy detrás.
-¡David, David! -le llamo.
Sólo cuando llega abajo, se para y me mira.
-¿Me lo vas a decir ya, o qué? -pregunta.- Mira, me da igual lo que hayas hecho con ese tío, si le has besado, si te has liado con él, si te has acostado... -dice con la voz quebrada- Quiero saber qué coño te ha pasado para que me vengas hoy, con esas ojeras, la cara así, y los ojos hinchados. -dice- ¿Qué te ha hecho? -pregunta- ¿Te ha pegado?
-No, no me ha pegado. -consigo decir- No ha hecho nada malo, David, créeme.
-¿Entonces, qué es? -pregunta.
-Yo... Es que... Ayer fuimos a una discoteca, y el hombre de la puerta me dejó pasar. Yo no quería, pero Dani me trajo un mojito, y por probar...
-¿Te has emborrachado con quince años? -pregunta- Ahora sí que voy a llamar a tu tío.
-No, sólo tengo intolerancia al alcohol -murmuro. Él me mira por última vez, y va hacia la puerta que da a la calle- ¡David! -le llamo- Dijiste que, si te lo contaba, no lo ibas a llamar.
-No tienes ni puñetera idea de lo que siento por ti, joder. Parece que no te has dado cuenta todavía. Coral, no puedo vivir sin ti, sin tus besos, sin tus susurros, sin tu sonrisa. No puedo vivir sin tu olor, sin tus caricias... No tienes ni idea de lo que me cuesta sobrevivir sin ti. -suelta, de golpe.- No entiendes que te quiero. Y nada podrá cambiarlo. -susurra apoyando su frente en la mía.- Te necesito. -dice mientras una lágrima corre por su mejilla derecha.- Preferiría morir de hambre, a tu lado, que vivir sin ti.
Acerco mis labios a los suyos, pero él se aparta.
Cuando abro los ojos, es por la mañana, y me veo obligada a salir corriendo hacia el baño, donde en el váter, vomito el poco alcohol que bebí ayer.
Cojo papel y me limpio la boca. Tiro de la cadena y me miro al espejo. Tengo ojeras, la cara pálida, y los ojos ligeramente hinchados.
No me da tiempo a reponerme cuando recibo otra arcada, esta vez, más fuerte.
-Coral, ¿estás bien? -pregunta Dani golpeando la puerta.
-Sí, es que he vomitado, eso es todo. -le digo limpiándome la boca otra vez con papel.
-¿Puedo entrar? -pregunta.
-Si no eres aprensivo...
Abre la puerta, y me ve de rodillas en el suelo. Me da un beso en la frente.
-¿No estás mejor? -pregunta- Por la cara que me traes...
-La cabeza no me duele -confirmo-, pero los ojos están hinchados, y la cara que tengo hoy no es muy agraciada, como puedes comprobar.
-¿Tienes más ganas de vomitar? -pregunta.
-No -niego con la cabeza.
-¿Te llevo a casa?
-Sí, porfa, pero no se lo digas a mi hermano. -le pido.
Me mira unos segundos, pensándoselo.
-Está bien...
-Gracias -sonrío.
-Anda, vamos -dice volviendo a su habitación
-¿Qué hora es?
-Las once y media -dice mirando su móvil. Parece que no se ha dado cuenta de lo que ha dicho- ¡Las once y media! ¡Corre! -exclama.
-¿Qué? -pregunto, confusa.
-¡Había que estar para ensayar a las doce! -exclama.- ¡Vístete!
Rápidamente, me pongo la ropa de ayer. Espero que podamos parar para ir a casa a cambiarme, porque si no...
-Venga, vamos -dice tirando de mi mano.
Cogemos su coche, y va conduciendo por Madrid lo más rápido que le permiten las señales de tráfico.
-¿Quieres un chicle de hierbabuena? -pregunta Dani sacándose un paquete de chicles del bolsillo.
-Gracias -digo, aceptando uno.
En diez minutos justos, llegamos a mi casa. Lo que es obvio porque vivimos casi al lado.
Cuando abro la puerta de casa, me encuentro a mi hermano hablando con alguien, David.
-Aquí está -suspira mi hermano.
-¿Dónde estabas? -pregunta, David, alterado.
-Estaba conmigo -dice Dani- No ha pasado nada, se nos ha hecho tarde, solamente.
-Eso es lo que más me preocupa -le corta David.- ¿Dónde estuvisteis anoche? -pregunta.
Dani y yo nos quedamos callados, ninguno dice nada.
-¿Dónde estuvisteis anoche? -repite, otra vez. Al ver que no obtiene respuesta, prueba con otra cosa- Mira, Coral, antes de irte, tu tío me pidió que cuidara de ti. Estuviéramos juntos o no, se lo prometí y lo tengo que cumplir. ¿Me vas a decir dónde estuvisteis, o lo llamo para que venga, y te pregunte personalmente? -amenaza- El billete de avión hasta España no me cuesta nada -añade.
-Estaba conmigo, fuimos a...
-Cállate, Dani -le interrumpe David- Que me lo cuente ella.
Sigo sin decir nada, con la cabeza agachada. Si lo digo, me regañará, y hará que mi hermano se lleve una decepción enorme, y no puedo permitir eso.
-Vale. Como quieras -dice, saliendo por la puerta- Tienes una hora para contármelo, o llamo a tu tío.
-¡David, espera! -exclamo, siguiéndole.
Dani intenta seguirme a mí, pero mi hermano lo retiene.
-Es mejor que lo arreglen los dos -le dice- Si te metes, saldrás mal parado.
David baja las escaleras, y yo voy detrás.
-¡David, David! -le llamo.
Sólo cuando llega abajo, se para y me mira.
-¿Me lo vas a decir ya, o qué? -pregunta.- Mira, me da igual lo que hayas hecho con ese tío, si le has besado, si te has liado con él, si te has acostado... -dice con la voz quebrada- Quiero saber qué coño te ha pasado para que me vengas hoy, con esas ojeras, la cara así, y los ojos hinchados. -dice- ¿Qué te ha hecho? -pregunta- ¿Te ha pegado?
-No, no me ha pegado. -consigo decir- No ha hecho nada malo, David, créeme.
-¿Entonces, qué es? -pregunta.
-Yo... Es que... Ayer fuimos a una discoteca, y el hombre de la puerta me dejó pasar. Yo no quería, pero Dani me trajo un mojito, y por probar...
-¿Te has emborrachado con quince años? -pregunta- Ahora sí que voy a llamar a tu tío.
-No, sólo tengo intolerancia al alcohol -murmuro. Él me mira por última vez, y va hacia la puerta que da a la calle- ¡David! -le llamo- Dijiste que, si te lo contaba, no lo ibas a llamar.
-No tienes ni puñetera idea de lo que siento por ti, joder. Parece que no te has dado cuenta todavía. Coral, no puedo vivir sin ti, sin tus besos, sin tus susurros, sin tu sonrisa. No puedo vivir sin tu olor, sin tus caricias... No tienes ni idea de lo que me cuesta sobrevivir sin ti. -suelta, de golpe.- No entiendes que te quiero. Y nada podrá cambiarlo. -susurra apoyando su frente en la mía.- Te necesito. -dice mientras una lágrima corre por su mejilla derecha.- Preferiría morir de hambre, a tu lado, que vivir sin ti.
Acerco mis labios a los suyos, pero él se aparta.
Capítulo 121
Capítulo 121
Llego a casa de Dani dando traspiés, con la nariz taponada y un fuerte dolor de cabeza.
-¿Seguro que estás bien, Coral? -me pregunta.
-No mucho, la verdad -digo.
-¿Tienes la nariz taponada?
-Sí. -él me pone la mano en la frente.
-Pues fiebre no tienes. -dice- ¿Es la primera vez que bebes alcohol?
-Sí. -respondo sentándome en una silla de su cocina- ¿Por qué?
-Porque me parece que tienes intolerancia al alcohol -responde- Anda, ve a darte una ducha, a ver si se te pasa.
-Vale... Dame una toalla, porfa -le digo.
-Voy. Mira, aquí está el baño, y aquí la luz -señala- Toma una toalla limpia -dice sacándola del armario.
-Gracias. -respondo mirando la toalla. Me falta algo más, ¿no? -Y pijama...
-Te doy una camiseta mía, ¿vale?
¿Una camiseta de Dani con su olor? Perfecto.
-Vale. -sonrío.
-Ven, escoge una -me dice llevándome delante de su armario.
No puedo creer la cantidad de camisetas que tiene. Y luego se queja de que yo tengo muchas. Las hay lisas, con dibujos, con imágenes. Eso sí, de todos los colores posibles.
-Me quedo con esta -digo cogiendo su camiseta azul de la marca 'Geek'.- ¿Vale?
-Muy bien -sonríe.
Voy hacia el baño, cierro la puerta y me desnudo. Procuro dejar el top y la falda doblados de forma que no se arruguen, teniendo en cuenta que mañana tendré que salir con la misma ropa.
Me meto en la ducha y abro el grifo, tengo que esperar a que el agua caiga caliente para mojarme todo el cuerpo. Me doy cuenta que Dani ha dejado una esponja rosa envuelta en su plástico para mí. Es un detallista, y muy atento.
Pongo gel sobre la esponja y me enjabono todo el cuerpo. La cabeza me sigue doliendo. Espero que se me pase, porque mañana quiero ir a la Coca-Cola Music Experience. Es mi primer concierto súper importante, y me gustaría mucho ir.
Me aclaro el gel de mi cuerpo, salgo de la ducha y me envuelvo el cuerpo en la toalla.
He procurado no mojarme el pelo haciéndome una coleta alta y sujetándola con unos mechones, y he hecho bien porque, solo me he mojado un poco las puntas.
Cuando he terminado de secarme, me pongo la ropa interior, incluido el sujetador, y la camiseta de Dani. Me miro al espejo antes de salir y me doy cuenta de que no estoy nada mal.
Llego a la habitación de Dani y me lo encuentro tumbado en la cama con el móvil. Levanta la mirada y me sonríe.
-¿Estás mejor? -pregunta.
-Un poco. -respondo- Pero tengo sueño.
-Anda, ven, túmbate. -dice destapando la cama.
Me tumbo en la cama, y me tapa con la sábana.
-Venga, duérmete -me susurra en el oído. Me da un beso en la frente, y se dedica a pasarme los dedos por el pelo hasta que me quedo dormida.
Llego a casa de Dani dando traspiés, con la nariz taponada y un fuerte dolor de cabeza.
-¿Seguro que estás bien, Coral? -me pregunta.
-No mucho, la verdad -digo.
-¿Tienes la nariz taponada?
-Sí. -él me pone la mano en la frente.
-Pues fiebre no tienes. -dice- ¿Es la primera vez que bebes alcohol?
-Sí. -respondo sentándome en una silla de su cocina- ¿Por qué?
-Porque me parece que tienes intolerancia al alcohol -responde- Anda, ve a darte una ducha, a ver si se te pasa.
-Vale... Dame una toalla, porfa -le digo.
-Voy. Mira, aquí está el baño, y aquí la luz -señala- Toma una toalla limpia -dice sacándola del armario.
-Gracias. -respondo mirando la toalla. Me falta algo más, ¿no? -Y pijama...
-Te doy una camiseta mía, ¿vale?
¿Una camiseta de Dani con su olor? Perfecto.
-Vale. -sonrío.
-Ven, escoge una -me dice llevándome delante de su armario.
No puedo creer la cantidad de camisetas que tiene. Y luego se queja de que yo tengo muchas. Las hay lisas, con dibujos, con imágenes. Eso sí, de todos los colores posibles.
-Me quedo con esta -digo cogiendo su camiseta azul de la marca 'Geek'.- ¿Vale?
-Muy bien -sonríe.
Voy hacia el baño, cierro la puerta y me desnudo. Procuro dejar el top y la falda doblados de forma que no se arruguen, teniendo en cuenta que mañana tendré que salir con la misma ropa.
Me meto en la ducha y abro el grifo, tengo que esperar a que el agua caiga caliente para mojarme todo el cuerpo. Me doy cuenta que Dani ha dejado una esponja rosa envuelta en su plástico para mí. Es un detallista, y muy atento.
Pongo gel sobre la esponja y me enjabono todo el cuerpo. La cabeza me sigue doliendo. Espero que se me pase, porque mañana quiero ir a la Coca-Cola Music Experience. Es mi primer concierto súper importante, y me gustaría mucho ir.
Me aclaro el gel de mi cuerpo, salgo de la ducha y me envuelvo el cuerpo en la toalla.
He procurado no mojarme el pelo haciéndome una coleta alta y sujetándola con unos mechones, y he hecho bien porque, solo me he mojado un poco las puntas.
Cuando he terminado de secarme, me pongo la ropa interior, incluido el sujetador, y la camiseta de Dani. Me miro al espejo antes de salir y me doy cuenta de que no estoy nada mal.
Llego a la habitación de Dani y me lo encuentro tumbado en la cama con el móvil. Levanta la mirada y me sonríe.
-¿Estás mejor? -pregunta.
-Un poco. -respondo- Pero tengo sueño.
-Anda, ven, túmbate. -dice destapando la cama.
Me tumbo en la cama, y me tapa con la sábana.
-Venga, duérmete -me susurra en el oído. Me da un beso en la frente, y se dedica a pasarme los dedos por el pelo hasta que me quedo dormida.
sábado, 16 de noviembre de 2013
Capítulo 120
Capítulo 120
-Bueno, ¿a dónde vamos? -le pregunto a Dani al llegar a la calle.
-¿Te apetecería ir a una discoteca? -pregunta.
-¿A una light? -pregunto- Creo que no te dejarán entrar allí por viejo -río.
-No, a una de verdad. -dice.
-Pero soy menor. Me faltan tres años, todavía.
-¿Con ese cuerpo quién se va a creer que tienes quince? -pregunta- Me costaba creerlo a mí y todo...
-¿Y si nos piden los carnets de identidad? -pregunto, preocupada- Como me pillen, estoy muerta.
-Que no, tengo un plan. Vamos -dice cogiéndome la mano.
Llegamos a la discoteca, y en la entrada, el guardia de seguridad revisa los DNI de todos los asistentes.
-Tú tranquila -me dice- Actúa con naturalidad.
-Vale.
Nos va a tocar, cuando Dani me coge la mano por detrás y me besa el cuello.
-¡Quién me iba a decir que ya tendrías diecinueve años! -exclama.
El hombre de la puerta se queda mirándonos, y al final, nos deja pasar.
-Pff Menos mal -digo cuando estamos dentro.
-Ya ves. Recuérdame que nunca jamás te vuelva a hacer caso -dice.
-¡Pero si ha sido idea tuya! -exclamo.
Él se ríe.
-Lo sé. -sonríe- Por cierto, aún así, no dejaré que bebas alcohol.
-No te preocupes, aún así no querría. -le digo.
-Voy a pedir algo. -dice.
-Vale. Te espero allí sentada. -le digo señalando una silla alrededor de una mesita.
-Vale, ahora vengo.
Me siento en la silla y observo a Dani pedir la bebida. Cuando lo veo venir con dos copas me extraño mucho.
Pone una delante mía, y otra delante suya.
-¿Y esto? -pregunto señalando mi copa.
-Mojito. -responde- Haremos una excepción, pero sólo por esta vez, ¿eh?
-No me veo muy convencida, pero bueno, lo probaré.
Le doy un sorbo al vaso con hielo picado, hierbabuena y alcohol. No está tan mal como pensaba. Le doy otro sorbo.
-Tienes que reservarlo, ¿eh? -me dice Dani dándole un trago a su cerveza.
-¿Es con alcohol? -le pregunto señalando su cerveza.
-Sí -dice.
-Pues que no se te suba a la cabeza para esta noche, ¿eh? -bromeo guiñándole un ojo. Él gira la cabeza a ambos lados- ¿Qué miras?
-Busco el baño, porque...
-Es que cuando aprieta, aprieta -le digo sonriendo.
-Anda, termínate eso, y vámonos. -me dice.
-¿Para eso has pagado la entrada? -pregunto.
-Diez euros por un calentón y hacerle el amor a mi chica no está nada mal, ¿no? -pregunta terminándose la cerveza.
Yo me termino mi mojito, y me levanto de golpe, mareándome un poco.
-Eh, ¿estás bien? -pregunta sujetándome para no caerme.
-Sí, sí. -le digo- El alcohol...
-Anda, vamos a casa -me dice saliendo de la discoteca.
-Bueno, ¿a dónde vamos? -le pregunto a Dani al llegar a la calle.
-¿Te apetecería ir a una discoteca? -pregunta.
-¿A una light? -pregunto- Creo que no te dejarán entrar allí por viejo -río.
-No, a una de verdad. -dice.
-Pero soy menor. Me faltan tres años, todavía.
-¿Con ese cuerpo quién se va a creer que tienes quince? -pregunta- Me costaba creerlo a mí y todo...
-¿Y si nos piden los carnets de identidad? -pregunto, preocupada- Como me pillen, estoy muerta.
-Que no, tengo un plan. Vamos -dice cogiéndome la mano.
Llegamos a la discoteca, y en la entrada, el guardia de seguridad revisa los DNI de todos los asistentes.
-Tú tranquila -me dice- Actúa con naturalidad.
-Vale.
Nos va a tocar, cuando Dani me coge la mano por detrás y me besa el cuello.
-¡Quién me iba a decir que ya tendrías diecinueve años! -exclama.
El hombre de la puerta se queda mirándonos, y al final, nos deja pasar.
-Pff Menos mal -digo cuando estamos dentro.
-Ya ves. Recuérdame que nunca jamás te vuelva a hacer caso -dice.
-¡Pero si ha sido idea tuya! -exclamo.
Él se ríe.
-Lo sé. -sonríe- Por cierto, aún así, no dejaré que bebas alcohol.
-No te preocupes, aún así no querría. -le digo.
-Voy a pedir algo. -dice.
-Vale. Te espero allí sentada. -le digo señalando una silla alrededor de una mesita.
-Vale, ahora vengo.
Me siento en la silla y observo a Dani pedir la bebida. Cuando lo veo venir con dos copas me extraño mucho.
Pone una delante mía, y otra delante suya.
-¿Y esto? -pregunto señalando mi copa.
-Mojito. -responde- Haremos una excepción, pero sólo por esta vez, ¿eh?
-No me veo muy convencida, pero bueno, lo probaré.
Le doy un sorbo al vaso con hielo picado, hierbabuena y alcohol. No está tan mal como pensaba. Le doy otro sorbo.
-Tienes que reservarlo, ¿eh? -me dice Dani dándole un trago a su cerveza.
-¿Es con alcohol? -le pregunto señalando su cerveza.
-Sí -dice.
-Pues que no se te suba a la cabeza para esta noche, ¿eh? -bromeo guiñándole un ojo. Él gira la cabeza a ambos lados- ¿Qué miras?
-Busco el baño, porque...
-Es que cuando aprieta, aprieta -le digo sonriendo.
-Anda, termínate eso, y vámonos. -me dice.
-¿Para eso has pagado la entrada? -pregunto.
-Diez euros por un calentón y hacerle el amor a mi chica no está nada mal, ¿no? -pregunta terminándose la cerveza.
Yo me termino mi mojito, y me levanto de golpe, mareándome un poco.
-Eh, ¿estás bien? -pregunta sujetándome para no caerme.
-Sí, sí. -le digo- El alcohol...
-Anda, vamos a casa -me dice saliendo de la discoteca.
Capítulo 119
Capítulo 119
-Hola, hermanito, ¿qué haces? -le pregunto cuando llego al salón después de estar todo el día ensayando antes de la Coca-Cola Music Experience de Madrid que tendrá lugar mañana.
-Aquí, viendo unos vídeos de covers. ¿Te suena una girlband llamada Sweet California? -pregunta.
-Sí, claro. Magí es su representante. Tienen unas voces increíbles. -opino.
-¿Conoces a Sweet California y no me lo habías dicho? -pregunta.
-No sabía que habías oído hablar de ellas -me defiendo.
-Pues las quiero conocer. Llámalas y diles que quedemos -dice.
-Eh, cariño, para el carro -río- Están ensayando. Mañana es la Coca-Cola Music Experience y van a actuar.
-¿Van a ir a la Coca-Cola? -pregunta, atónito.
-Sí.
-Pues yo voy. ¿Quedan entradas, verdad? -pregunta mientras enciende el ordenador.
-No, hijo, no quedan. A ver, va The Wanted, Auryn, Xuso Jones... No creo que queden entradas, la verdad. Además, el tito Tony dijo que iba a haber una sorpresa. ¡Qué ganas tengo! -exclamo.
-Pues yo quiero ir a ver la Coca-Cola Music -dice cruzándose de brazos.
-A lo mejor te dejan entrar como acompañante mío, no sé.
-Ojalá, que tengo unas ganas de conocerlas.... -dice.- Me encanta la voz de Alba.
-A mí la de Rocío -digo.
-Si es la que se parece a la tuya -dice mi hermano.
-No, la mía es más grave. -niego con la cabeza.
-Pero sólo un tonito minúsculo -dice.
El timbre suena.
-Bueno, pues es la que me gusta -digo abriendo la puerta.- Hola, Dani, ¿qué tal? -le saludo con un beso.
-Buenas. -saluda- ¿Qué tal, Eloy? -dice metiendo la cabeza para saludar a mi hermano.
-Hola, Dani. ¿Qué pasa, tío?
-Aquí, a por tu hermana.
-¿A por mí? -pregunto.
-Sí, venga vamos a dar una vuelta -dice.
-Pues espérate, que estoy en pijama. -le digo haciéndole pasar.
-¿Ya te has puesto el pijama? -pregunta- Si hace una hora que has llegado.
-Déjame, que me gusta estar con el pijamita en casa -le digo, sonriendo.- Voy a cambiarme, ahora vengo. ¿Qué me pongo?
-Lo que quieras. -responde.
-Ya, pero me refiero, ¿a dónde vamos? ¿Me pongo vestido o vaqueros? -pregunto.
-Vestido, porfa. -dice.
-Vale, a ver qué tengo. -le digo.
Me pongo frente a mi armario. Los pocos vestidos que tengo ya me los he puesto, y para esta noche, me gustaría estrenar algo. Muevo todas las perchas de un lado a otro del armario cuando encuentro una falda negra con vuelo. Sería perfecto. Además, todavía tiene la etiqueta puesta, con lo cual está sin estrenar. Solo me hace falta un top. Al final, escojo uno naranja con lentejuelas, que es perfecto para la noche.
Me dejo el pelo suelto, ya con mi color natural, castaño claro, y voy a la entrada donde está Dani con el móvil. Me pongo delante suya y levanta la mirada hacia mí.
-¿Tu habitación está insonorizada? -pregunta, divertido.
-Me temo que no -río.- ¿Para eso me he puesto tan guapa? -pregunto.
-Claro que no, ¿nos vamos ya? -pregunta, levantándose de la silla.
-Sí, venga. -le digo- ¡Adiós, Eloy! -me despido de mi hermano.
-¿Vienes a comer? -pregunta.
-¡No!
-¿Y a dormir? -pregunta.
-Eso ya lo veremos -ríe Dani.
Yo le doy una colleja y escucho cómo Eloy se ríe.
-Me parece que soy el único reservado de esta familia -dice mi hermano abrazándome por detrás- Ten cuidado, Coral.
-Lo tendré. -le digo cogiéndole los brazos.- No le abras la puerta a nadie, ¿vale? -bromeo.
-Sí, mamá.
-Pues soy mayor que tú -replico.
-Sí, treinta segundos.
-Ah, pero soy mayor que tú, osea que...
-Anda, vete, que Dani te está esperando -interrumpe mi hermano.
-Por mí, seguid, ¿eh? -dice levantando la vista del móvil- No os cortéis. -ríe.
-Adiós, Eloy. -le digo a mi hermano.
-Adiós.
Cierro la puerta, y dejo a mi hermano solito en casa, me da pena, pero no creo que hubiera querido venirse.
-Hola, hermanito, ¿qué haces? -le pregunto cuando llego al salón después de estar todo el día ensayando antes de la Coca-Cola Music Experience de Madrid que tendrá lugar mañana.
-Aquí, viendo unos vídeos de covers. ¿Te suena una girlband llamada Sweet California? -pregunta.
-Sí, claro. Magí es su representante. Tienen unas voces increíbles. -opino.
-¿Conoces a Sweet California y no me lo habías dicho? -pregunta.
-No sabía que habías oído hablar de ellas -me defiendo.
-Pues las quiero conocer. Llámalas y diles que quedemos -dice.
-Eh, cariño, para el carro -río- Están ensayando. Mañana es la Coca-Cola Music Experience y van a actuar.
-¿Van a ir a la Coca-Cola? -pregunta, atónito.
-Sí.
-Pues yo voy. ¿Quedan entradas, verdad? -pregunta mientras enciende el ordenador.
-No, hijo, no quedan. A ver, va The Wanted, Auryn, Xuso Jones... No creo que queden entradas, la verdad. Además, el tito Tony dijo que iba a haber una sorpresa. ¡Qué ganas tengo! -exclamo.
-Pues yo quiero ir a ver la Coca-Cola Music -dice cruzándose de brazos.
-A lo mejor te dejan entrar como acompañante mío, no sé.
-Ojalá, que tengo unas ganas de conocerlas.... -dice.- Me encanta la voz de Alba.
-A mí la de Rocío -digo.
-Si es la que se parece a la tuya -dice mi hermano.
-No, la mía es más grave. -niego con la cabeza.
-Pero sólo un tonito minúsculo -dice.
El timbre suena.
-Bueno, pues es la que me gusta -digo abriendo la puerta.- Hola, Dani, ¿qué tal? -le saludo con un beso.
-Buenas. -saluda- ¿Qué tal, Eloy? -dice metiendo la cabeza para saludar a mi hermano.
-Hola, Dani. ¿Qué pasa, tío?
-Aquí, a por tu hermana.
-¿A por mí? -pregunto.
-Sí, venga vamos a dar una vuelta -dice.
-Pues espérate, que estoy en pijama. -le digo haciéndole pasar.
-¿Ya te has puesto el pijama? -pregunta- Si hace una hora que has llegado.
-Déjame, que me gusta estar con el pijamita en casa -le digo, sonriendo.- Voy a cambiarme, ahora vengo. ¿Qué me pongo?
-Lo que quieras. -responde.
-Ya, pero me refiero, ¿a dónde vamos? ¿Me pongo vestido o vaqueros? -pregunto.
-Vestido, porfa. -dice.
-Vale, a ver qué tengo. -le digo.
Me pongo frente a mi armario. Los pocos vestidos que tengo ya me los he puesto, y para esta noche, me gustaría estrenar algo. Muevo todas las perchas de un lado a otro del armario cuando encuentro una falda negra con vuelo. Sería perfecto. Además, todavía tiene la etiqueta puesta, con lo cual está sin estrenar. Solo me hace falta un top. Al final, escojo uno naranja con lentejuelas, que es perfecto para la noche.
Me dejo el pelo suelto, ya con mi color natural, castaño claro, y voy a la entrada donde está Dani con el móvil. Me pongo delante suya y levanta la mirada hacia mí.
-¿Tu habitación está insonorizada? -pregunta, divertido.
-Me temo que no -río.- ¿Para eso me he puesto tan guapa? -pregunto.
-Claro que no, ¿nos vamos ya? -pregunta, levantándose de la silla.
-Sí, venga. -le digo- ¡Adiós, Eloy! -me despido de mi hermano.
-¿Vienes a comer? -pregunta.
-¡No!
-¿Y a dormir? -pregunta.
-Eso ya lo veremos -ríe Dani.
Yo le doy una colleja y escucho cómo Eloy se ríe.
-Me parece que soy el único reservado de esta familia -dice mi hermano abrazándome por detrás- Ten cuidado, Coral.
-Lo tendré. -le digo cogiéndole los brazos.- No le abras la puerta a nadie, ¿vale? -bromeo.
-Sí, mamá.
-Pues soy mayor que tú -replico.
-Sí, treinta segundos.
-Ah, pero soy mayor que tú, osea que...
-Anda, vete, que Dani te está esperando -interrumpe mi hermano.
-Por mí, seguid, ¿eh? -dice levantando la vista del móvil- No os cortéis. -ríe.
-Adiós, Eloy. -le digo a mi hermano.
-Adiós.
Cierro la puerta, y dejo a mi hermano solito en casa, me da pena, pero no creo que hubiera querido venirse.
viernes, 15 de noviembre de 2013
Capítulo 118
Capítulo 118
-Gracias por acompañarme a buscar un regalo para Álvaro -le digo a David.
-Gracias por acompañarme a buscar un regalo para Álvaro -le digo a David.
-De nada. No quería que fueras sola
-me dice.
¿Cómo no voy a quererlo? Si es que es
un cielo. Pero Ainhoa me dijo que nunca se debe volver con un ex. Por
mucho que haga por ti.
-Gracias, David -repito.
-Oye, te quería decir que, ¿lo de las
vacaciones conmigo y con mi familia sigue en pie? -pregunta- Es que
se lo he dicho a mi hermanita, y está tan ilusionada que me da pena
decirle que no vas...
-Claro que iré, David. Somos amigos,
¿no? -pregunto, pero no espero su respuesta- Los amigos se hacen
favores.
-Gracias, de verdad.
-No es nada, tío -digo riendo.- ¿Qué
hora es?
-Las cuatro y media. -dice mirando su
móvil.
-¿Ya? -él asiente- Qué tarde es.
-¿Quieres que comamos algo? -pregunta.
-Más no, que me salto la dieta.
-¿Qué dieta? Bromeas, ¿no?
-pregunta, preocupado.
-¡Pues claro que sí! -exclamo.
-Pues no veas, ya me habías asustado.
Pensé que Dani te había metido en la cabeza que adelgazaras o algo
así -dice.
-¡Qué va! Si Dani es un amor.
-sonrío.
-Eso espero... -dice.- Oye, que me alegro de que estés bien con él.
-Gracias, David -sonrío- Y tú qué, ¿ya has encontrado a alguna?
-Todavía no -dice- Voy a vivir la vida un poquito. Creo que me hace falta, ¿no? Es decir, tengo veinticinco años, soy joven.
-Pues si tú eres joven, yo soy una enana -río.
-No, tú no eres una enana -niega- Eres una mocosa -dice sacándome la lengua.
-Pues tú eres un trasto -le digo imitándolo.
Los dos nos reímos y las personas que pasan a nuestro lado nos miran extrañados.
-Ahora se podía aplicar perfectamente la frase de Sentado en el Banco, ¿no? -susurra riéndose.
-Pues sí.
-Entonces qué, ¿vamos a comer algo, o no? -pregunta.
-Mmmm -pienso- Se me acaba de antojar una granizada -sonrío.
-Pues ya somos dos -ríe- Venga, vamos. -dice- Girando esa calle -dice señalando al frente-, hay una heladería. En mi opinión, son los mejores helados y granizados de Madrid.
-¿Una heladería? -pregunto- No lo sabía.
-Pues sí, hay una. -se queda callado un segundo- Entonces vamos, ¿no?
-¡Claro que sí! -exclamo.
Llegamos a la heladería, y David y yo pedimos una granizada cada uno, nos sentamos y empiezo a tomármela. No tengo más remedio que arrugar la cara al dar el primer sorbo porque está muy fría. David se ríe.
-¿Qué? -pregunto sonriendo.
-La cara que has puesto, ¡ha sido buenísima! -exclama.
-Ay, jo, es que estaba muy fría -sonrío cruzándome de brazos.
-Vale, vale, perdona -me dice. Aunque, cuando empieza a beber de su granizada, tiene que parar porque se está riendo.
-¿Qué pasa ahora? -pregunto.
-Que me he vuelto a acordar de la cara que habías puesto. Lo siento -dice negando con la mano.
-Me lo vas a recordar toda la vida, ¿no? -pregunto, seria.
-Lo siento, no sabía que te iba a molestar tanto -dice agachando la cabeza y dejando a un lado su vaso de granizado vacío.
-¡Era broma! -exclamo. Los dos nos reímos y pasamos unos cinco minutos en silencio- Oye, que perdona por lo que te dije la noche en Vélez-Málaga -le digo- Siento si te he hecho daño, de verdad, no lo pretendía. -digo terminándome mi granizado.
-No te preocupes. -dice- Fuiste sincera, eso es más importante.
-Sí, pero fui sincera haciéndote daño, entonces...
-No pasa nada, de verdad -dice.
-No sé cómo quieres seguir siendo mi amigo.
David no responde a mi pregunta, se limita a decir:
-¿Nos vamos ya?
-Pues tú eres un trasto -le digo imitándolo.
Los dos nos reímos y las personas que pasan a nuestro lado nos miran extrañados.
-Ahora se podía aplicar perfectamente la frase de Sentado en el Banco, ¿no? -susurra riéndose.
-Pues sí.
-Entonces qué, ¿vamos a comer algo, o no? -pregunta.
-Mmmm -pienso- Se me acaba de antojar una granizada -sonrío.
-Pues ya somos dos -ríe- Venga, vamos. -dice- Girando esa calle -dice señalando al frente-, hay una heladería. En mi opinión, son los mejores helados y granizados de Madrid.
-¿Una heladería? -pregunto- No lo sabía.
-Pues sí, hay una. -se queda callado un segundo- Entonces vamos, ¿no?
-¡Claro que sí! -exclamo.
Llegamos a la heladería, y David y yo pedimos una granizada cada uno, nos sentamos y empiezo a tomármela. No tengo más remedio que arrugar la cara al dar el primer sorbo porque está muy fría. David se ríe.
-¿Qué? -pregunto sonriendo.
-La cara que has puesto, ¡ha sido buenísima! -exclama.
-Ay, jo, es que estaba muy fría -sonrío cruzándome de brazos.
-Vale, vale, perdona -me dice. Aunque, cuando empieza a beber de su granizada, tiene que parar porque se está riendo.
-¿Qué pasa ahora? -pregunto.
-Que me he vuelto a acordar de la cara que habías puesto. Lo siento -dice negando con la mano.
-Me lo vas a recordar toda la vida, ¿no? -pregunto, seria.
-Lo siento, no sabía que te iba a molestar tanto -dice agachando la cabeza y dejando a un lado su vaso de granizado vacío.
-¡Era broma! -exclamo. Los dos nos reímos y pasamos unos cinco minutos en silencio- Oye, que perdona por lo que te dije la noche en Vélez-Málaga -le digo- Siento si te he hecho daño, de verdad, no lo pretendía. -digo terminándome mi granizado.
-No te preocupes. -dice- Fuiste sincera, eso es más importante.
-Sí, pero fui sincera haciéndote daño, entonces...
-No pasa nada, de verdad -dice.
-No sé cómo quieres seguir siendo mi amigo.
David no responde a mi pregunta, se limita a decir:
-¿Nos vamos ya?
lunes, 11 de noviembre de 2013
Capítulo 117
Capítulo 117
-Buenos días, chicos. ¿Qué tal? -saludo entrando a la sala para ensayar el espectáculo de la Coca Cola Music Experience.- Hoy he llegado bien, ¿no Alvarito?
-Sí, así me gusta -responde.- A ver, -comienza- Vamos a cantar Breathe Your Fire, mientras una plataforma nos eleva hasta los focos del escenario. Después, cantaremos Heartbreaker con fuegos artificiales; Somebody Loves You con serpentinas de colores; 1900 con globos; Still con vídeos de My Camp Auryn; Cuando Sé Que Estás Dormida, con bailarines. Y en Route 66, estaremos vestidos de traje.
-¿Y Viral? -pregunto.
-La cantaremos antes de Breathe Your Fire, será de traje. -responde- Además, antes de que salgamos, el equipo llenará el escenario con bidones para un show de percusión que amenice nuestro cambios de look, así que llevaros ropa para cambiaros.
-Pareces el secretario -comento.
-Gracias, es un honor para mí -responde, sonriendo.- Por cierto, para salir al escenario, saldremos por una máquina expendedora de Coca-Cola gigante.
-¡Qué guay! -exclamo.
Ensayamos todas las canciones, incluida Viral, después nos vamos cada uno a nuestra casa.
-¿Te apetece comer en mi casa? -me pregunta Dani, después de darme un beso de despedida.
-Mmmm. Depende -digo- ¿Qué hay de comer?
-Lo que tú quieras -responde sonriendo.
-Lo decía en serio, Dani -respondo para después soltar una carcajada.
-Ah, pues... Qué corte. Esto... -dice.- ¡Ya está! Vámonos a comer por ahí. Yo te invito.
-Hola, chicos -saluda David.
-Hola -saludamos.
-¿Os importa que coma con vosotros? -pregunta- Es que hoy no tengo ganas de cocinar -sonríe.
Dani y yo nos miramos.
-Vale, da igual -digo encogiéndome de hombros.
-Gracias. Y... ¿a dónde vamos?
-Eso estábamos pensando -responde Dani.
-Comida china no, por favor, que la odio. -digo.
-Yo igual -responde David.
-¿Qué os apetece comer? -pregunto.
-Yo mataría por una hamburguesa -dicen Dani y David a la vez para después reírse.
-Pues venga, vamos a un Burguer. -digo echando a andar.
-Seguro que esto es mejor que la pasta dulce que preparó aquella vez Coral -dice Dani.
-Joe, ¡ya vale! -sonrío- ¡No te puedo contar nada!
* * * * * * * *
Dani, sal -digo mientras abro la puerta del armario- Pero quédate en la habitación hasta que yo te diga.
-Vale... -dice.
Cojo un pijama, y salgo de la habitación, donde me encuentro a mi hermano en el pasillo.
-Tu pijama -le digo.
-Gracias, hermanita -dice dándome un beso- Es que te quiero tanto...
-No seas pelota, anda -sonrío.
-¿Qué vamos a comer? -pregunta.
-No lo sé. A ver qué me sale. -digo.
-Espero que esta vez sea comestible.... -murmura.
-¿Otra vez? Por un plato que me salió un pelín peor...
-¿Peor? Le echaste azúcar a la pasta en lugar de sal. -me echa en cara.
-Tonto -le digo sacando la lengua, pero sin evitar contener la risa.- Anda, báñate que va a llegar Dani.
-Voy.
Cuando se mete en el baño, voy hacia mi habitación y le digo a Dani que salga, pero que no haga ruido.
-Bueno, me voy -dice Dani abriendo la puerta de la entrada.
-No, no -le digo corriendo hacia él.- No te puedes ir.
-¿Por qué? -pregunta- Si que te ha gustado, ¿eh?
-Muy gracioso. Le he dicho a mi hermano que ibas a almorzar aquí, así que ahora te tienes que quedar a comer. -explico.
-Vale... -cierra la puerta.- ¿Y qué vamos a comer?
-Ni idea -respondo abriendo un mueble.
-¿Pizza? -pregunta.
-No sé si me quedan, mira en el congelador. -le digo.
-Hay dos: una de atún y otra de jamón y bacon -dice- El bacon no falta nunca en tu dieta, ¿verdad?
-Ni en la mía ni en la de mi hermano -sonrío.- Venga, dámelas, y las preparo.
-No, no -dice sonriendo.
-No hagas el tonto, Dani -le digo- Dámelas -intento quitárselas, pero el las cubre con su cuerpo- ¡Dani, venga ya!
-Espera un momento -dice volviendo a ponerse recto. Se acerca a mí, y me besa- Te quiero -susurra- Vale, aquí tienes -dice cuando se ha apartado completamente de mí.
-Yo también te quiero -respondo no muy segura.
-Eso no ha sonado muy convincente -dice.
-Pues era convincente -respondo.- Anda, vamos a hacer la comida, que mi hermano tiene que estar al terminar.
* * * * * * * *
-Buenos días, chicos. ¿Qué tal? -saludo entrando a la sala para ensayar el espectáculo de la Coca Cola Music Experience.- Hoy he llegado bien, ¿no Alvarito?
-Sí, así me gusta -responde.- A ver, -comienza- Vamos a cantar Breathe Your Fire, mientras una plataforma nos eleva hasta los focos del escenario. Después, cantaremos Heartbreaker con fuegos artificiales; Somebody Loves You con serpentinas de colores; 1900 con globos; Still con vídeos de My Camp Auryn; Cuando Sé Que Estás Dormida, con bailarines. Y en Route 66, estaremos vestidos de traje.
-¿Y Viral? -pregunto.
-La cantaremos antes de Breathe Your Fire, será de traje. -responde- Además, antes de que salgamos, el equipo llenará el escenario con bidones para un show de percusión que amenice nuestro cambios de look, así que llevaros ropa para cambiaros.
-Pareces el secretario -comento.
-Gracias, es un honor para mí -responde, sonriendo.- Por cierto, para salir al escenario, saldremos por una máquina expendedora de Coca-Cola gigante.
-¡Qué guay! -exclamo.
Ensayamos todas las canciones, incluida Viral, después nos vamos cada uno a nuestra casa.
-¿Te apetece comer en mi casa? -me pregunta Dani, después de darme un beso de despedida.
-Mmmm. Depende -digo- ¿Qué hay de comer?
-Lo que tú quieras -responde sonriendo.
-Lo decía en serio, Dani -respondo para después soltar una carcajada.
-Ah, pues... Qué corte. Esto... -dice.- ¡Ya está! Vámonos a comer por ahí. Yo te invito.
-Hola, chicos -saluda David.
-Hola -saludamos.
-¿Os importa que coma con vosotros? -pregunta- Es que hoy no tengo ganas de cocinar -sonríe.
Dani y yo nos miramos.
-Vale, da igual -digo encogiéndome de hombros.
-Gracias. Y... ¿a dónde vamos?
-Eso estábamos pensando -responde Dani.
-Comida china no, por favor, que la odio. -digo.
-Yo igual -responde David.
-¿Qué os apetece comer? -pregunto.
-Yo mataría por una hamburguesa -dicen Dani y David a la vez para después reírse.
-Pues venga, vamos a un Burguer. -digo echando a andar.
-Seguro que esto es mejor que la pasta dulce que preparó aquella vez Coral -dice Dani.
-Joe, ¡ya vale! -sonrío- ¡No te puedo contar nada!
* * * * * * * *
Dani, sal -digo mientras abro la puerta del armario- Pero quédate en la habitación hasta que yo te diga.
-Vale... -dice.
Cojo un pijama, y salgo de la habitación, donde me encuentro a mi hermano en el pasillo.
-Tu pijama -le digo.
-Gracias, hermanita -dice dándome un beso- Es que te quiero tanto...
-No seas pelota, anda -sonrío.
-¿Qué vamos a comer? -pregunta.
-No lo sé. A ver qué me sale. -digo.
-Espero que esta vez sea comestible.... -murmura.
-¿Otra vez? Por un plato que me salió un pelín peor...
-¿Peor? Le echaste azúcar a la pasta en lugar de sal. -me echa en cara.
-Tonto -le digo sacando la lengua, pero sin evitar contener la risa.- Anda, báñate que va a llegar Dani.
-Voy.
Cuando se mete en el baño, voy hacia mi habitación y le digo a Dani que salga, pero que no haga ruido.
-Bueno, me voy -dice Dani abriendo la puerta de la entrada.
-No, no -le digo corriendo hacia él.- No te puedes ir.
-¿Por qué? -pregunta- Si que te ha gustado, ¿eh?
-Muy gracioso. Le he dicho a mi hermano que ibas a almorzar aquí, así que ahora te tienes que quedar a comer. -explico.
-Vale... -cierra la puerta.- ¿Y qué vamos a comer?
-Ni idea -respondo abriendo un mueble.
-¿Pizza? -pregunta.
-No sé si me quedan, mira en el congelador. -le digo.
-Hay dos: una de atún y otra de jamón y bacon -dice- El bacon no falta nunca en tu dieta, ¿verdad?
-Ni en la mía ni en la de mi hermano -sonrío.- Venga, dámelas, y las preparo.
-No, no -dice sonriendo.
-No hagas el tonto, Dani -le digo- Dámelas -intento quitárselas, pero el las cubre con su cuerpo- ¡Dani, venga ya!
-Espera un momento -dice volviendo a ponerse recto. Se acerca a mí, y me besa- Te quiero -susurra- Vale, aquí tienes -dice cuando se ha apartado completamente de mí.
-Yo también te quiero -respondo no muy segura.
-Eso no ha sonado muy convincente -dice.
-Pues era convincente -respondo.- Anda, vamos a hacer la comida, que mi hermano tiene que estar al terminar.
* * * * * * * *
domingo, 10 de noviembre de 2013
Capítulo 116
Capítulo 116
-¿No me invitas a que pase? -pregunta.- Mira que ahora hay muchos ladrones, ¿eh? Cualquier día te llevas un susto. Y más si estás solita en casa -me dice Dani.
-No te dejo pasar porque tengo unas ganas enormes de irme a la cama...
Me sonríe pícaramente.
-Supongo que, como has pensado mal, te tendré que dejar entrar, ¿no? -pregunto.
-Pues me parece que sí. -sonríe.
-Anda, entra -le digo abriendo más la puerta de la entrada.- ¿Quieres algo? -pregunto abriendo uno de los muebles de la cocina.- Tengo cereales, galletas... Si esperas un poco más y tienes hambre, te preparo algo más sustancioso. -le digo- ¿Y bien?
Se queda mirándome unos cinco segundos.
-Me gustaría una cosa, pero no sé si está incluida en el menú. -dice.
-¿El qué? -pregunto.
-Tú. -responde dándome un beso y mordiéndome el labio al mismo tiempo.- Era así como te gustaban los besos, ¿me equivoco? -pregunta mientras me va besando el cuello. Ahora va a mi oreja, y la muerde. Suave, pero con fuerza al mismo tiempo- No se me podía olvidar la oreja, ¿cierto? -sonríe- Si te quitas los tacones, será más fácil que te bese, y si te lo quitas todo, mejor -sonríe pícaramente.- Te quiero -susurra junto a mi oído- No te imaginas cuánto. -dice besando mi cuello.
-Dani, espera, para -le digo- Si seguimos, vamos a la habitación, porque aquí es bastante peligroso -digo mirando hacia la puerta y sonriendo.
-Ah, osea que quieres seguir, ¿no? -sonríe.- Ahora debería dejarte con las ganas, como haces conmigo. -dice mientras sonríe a la vez que me muerde el labio.- El problema es que no creo que tenga autocontrol, lo siento. -dice cogiéndome en brazos y andando hasta el dormitorio.
Me deja sobre la cama, y me quito los zapatos con un movimiento de pies mientras nos seguimos besando.
-¿Estás segura de que quieres hacer esto? -me pregunta cerca de mi boca.
-Sí. -murmuro.- Dudo que pueda parar.
-Te acompaño en el sentimiento -dice mientras se quita la camiseta.
Con un movimiento rápido, se deshace de mi vestido, y lo deja a un lado. Después se quita los vaqueros, quedándose en ropa interior.
-¿Endless Road? -pregunto, mirando su tatuaje del costado- Me encanta. -sonrío.
-Lo sé. -sonríe- Soy irresistible.
* * * * * * * * *
-Te amo -me dice Dani junto a mi oído. Yo abro los ojos- No tienes ni idea de lo que crean tus besos.
-¿Excitación? -pregunto, sonriendo.
-No. Adicción, que es mucho peor -responde besándome la mejilla- No he sido el primero, ¿verdad?
-No.
-¿Quién fue? Si puedo preguntarlo, claro.
-David -respondo.
-¿Lo prefieres a él, o a mí? -pregunta- No en la cama, sino como pareja.
-Supongo que te prefiero a ti -respondo sonriendo- Me dijeron que, si te enamoras de dos personas, que escogieras a la segunda, porque ésa tendría algo que la primera no tuvo.
-¿Y qué es lo que tengo yo que David no tenga? -pregunta.
-Ése es el problema -reconozco- Que ni yo misma lo sé.
-Te quiero -dice, otra vez. Yo me pego a su pecho.- ¿No tendrías que decir algo?
-Sí, esto... ¿Has visto mi sujetador? -pregunto divertida.
-Sí -sonríe- Muy bonito. ¿Sabes? La lencería negra me encanta.
-Me refería si sabes dónde está -pregunto.
-¿Por qué? -sonríe.
Se escucha la puerta de la entrada al cerrarse.
-Por eso -digo buscando el sujetador a la vez que me envuelvo la sábana alrededor de mi cuerpo.
-Toma, está aquí -dice tirándomelo por el aire.- ¿Y las bragas? -pregunta
-Las tengo puestas. -digo.
-¡Coral! -me llama mi hermano- ¿Dónde estás? -pregunta mientras anda por el pasillo.
-¡En la habitación! -grito- ¡No entres, que estoy desnuda!
Dani se ríe, y yo le doy un golpe en el hombro para que se calle.
-Vale, estoy en el salón. -dice.
Rápidamente, me pongo el vestido y los zapatos, me cepillo un poco el pelo, y me miro en el espejo.
-¡No salgas de aquí hasta que mi hermano se vaya! -le digo a Dani metiéndolo en el armario.
-¡¿Qué?! -pregunta.
-¡Cállate! ¿Prefieres que nos descubran? -le digo.
-Pero tengo hambre. ¿Qué voy a comer yo ahora, que son las dos y media de la tarde?
-Allí dentro hay unas bolas de naftalina, por si te da hambre -bromeo.
-¡No tiene gracia! -exclama.
-Tranquilo, ya se me ocurrirá algo. -le digo cerrando la puerta del armario.
Salgo de la habitación y llego al salón, donde mi hermano está sentado en el sofá viendo la tele. Tiene la cara muy larga.
-¿Qué te pasa, Eloy? ¿Estás bien? -pregunto.
-Pff Estoy más cansado... -se lamenta- ¿Qué haces así vestida?
-Nada, que acabo de llegar de ensayar con los chicos, y no me he cambiado.
-Amm. ¿Y por qué habías dicho que estabas desnuda en la habitación? -pregunta.
-Osea, que no me he cambiado para ponerme el pijama, pero sí me he cambiado de vestido. Es que ahora va a venir Dani para almorzar. -miento.
-Ah, vale -dice bostezando.
-Anda, ve a darte una duchita. -le digo- Yo te preparo el pijamita y todo. -le digo. Ya que, si va a la habitación, se encontrará a Dani en el armario, porque mi hermano y yo lo compartimos.
-Gracias, hermanita -dice dándome un beso en la frente.
Capítulo 115
Capítulo 115
-Buenos días -saludo.
-¡¿Cómo que 'Buenos días'?! -exclama Álvaro- Llegas una hora y media tarde.
-Ay, cállate -le digo.
-Si viene tarde, pero tan guapa como hoy, déjala -sonríe el batería.
-Gracias, cariño -digo acercándome a él y dándole un beso en la mejilla.
-Esa es otra -dice Álvaro- ¿De dónde vienes tan arreglada?
-¡Qué cotilla! -exclamo.- Pues nada, que salí con una amiga y me quedé hasta tarde.
-¿Con qué amiga? -pregunta Álvaro- ¿Y qué entiendes tú por tarde?
-Me quedé con Marta, la chica de Málaga. Va a venir a la Coca-Cola Music Experience de aquí, y ha llegado ya para pasar unos días.
-¿Y a dónde fuisteis? -pregunta.
-Qué coñazo, tío. -respondo- A una discoteca light.
-No habrás bebido, ¿verdad? -pregunta Blas- Coral, que eres menor.
-Que no he bebido, pesado. -respondo.
-Sí, tú con el 'pesado' lo arreglas todo -dice David.
-¡Eso, venga! ¿Algún voluntario para cotillear? -pregunto- ¿Alguien quiere saber si me ligué a alguno? -pregunto.
-Yo sí -dice Carlos levantando la mano.
Álvaro le da una colleja.
-Carlos, esto es serio. -le regaña, Álvaro- ¿Coral?
-Que no, que no he bebido. Estoy bien. Sólo me tomé una coca-cola y me quedé a dormir en un hotel -respondo sentándome en una de las sillas.
-Eso espero. -carraspea- Bueno, como iba diciendo, para Breathe you fire, nos vamos a subir a lo alto de una plataforma que se elevará sobre el escenario mientras cantamos. También estrenaremos Viral, así que habrá que traerse los trajes que usamos para la grabación del videoclip. Coral, tú tráete el vestido.
-¿El negro? -pregunto.
-Si fue ese el que usaste para el vídeo, sí. -responde.- También cantaremos 1900, Still, y otras cuantas más que estarán por decidir. ¿Vale?
-Vale -respondemos todos.
-Bueno, como gracias a Coral se nos ha acabado el tiempo, habrá que volver mañana para ensayar. -dice Álvaro.
-Qué exagerado -murmuro.- Bueno, si hemos acabado, me voy -digo levantándome de la silla.
-Espera, y nos vamos los dos -me dice Carlos.
-Vale. Te espero fuera.
Salgo de la habitación y me apoyo en la pared a esperar a mi compañero. Al rato sale el batería, un chico joven, de unos veintidós años, como mucho, ojos azules verdosos y un poco de barba. Bastante atractivo.
-Hola -me saluda.- Menuda bronca te has llevado. -sonríe.
-Sí, bueno, es que Álvaro es un cascarrabias -sonrío.- Me parece fatal que no se halla ni fijado en mi vestido.
-Yo sí que me he fijado, y vas muy guapa -dice.
Yo sonrío, y me aparto un mechón detrás de la oreja.
-Gracias. -digo.
-Venga, pareja -dice Carlos cogiéndome del brazo- Me llevo a la chica, que su hermano debe de estar muy preocupado.
-Eres un aguafiestas, Carlos -le digo.- ¡Adiós, Santi! -me despido del batería.
-Adiós, guapa.
-¿Qué prisa te ha entrado ahora? -le pregunto.
-Espera -dice descolgando el teléfono- ¿Sí? Hola, cielo. Bueno... sí, claro. Enseguida voy para allá.
-¿Qué pasa? -pregunto.
-María José, se me olvidó que hoy iba a comer a casa de sus padres -dice- ¡Dani! -le dice a mi ahora no tan amigo, mientras cruza la calle- ¿Podrás llevar a Coral hasta su casa, y asegurarte de que entre en ella?
Dani me mira a mí, y luego a Carlos.
-Sí, claro. He venido con el coche -responde.
-Gracias, Dani. Hasta ahora.
-Adiós -nos despedimos.
-Venga, vamos -dice cogiéndome de la mano.
-No hace falta que finjamos que no nos odiamos, ¿eh? -le digo apartando la mía.
-Por mucho daño que me hagas, para mí será imposible odiarte -murmura.
-Ya, claro -digo irónica.
-Mira, para mí, esto me duele más que el bofetón del otro día. -dice.
-Lo siento -me disculpo.
-Entonces, ¿amigos? -pregunta, preparado para abrazarme.
-Tampoco te pases, ¿eh? -le corto en seco.
-Si este favor me lo hubieras pedido tú, te juro que te hubiera mandado a la mierda -dice con sinceridad.- Pero como me lo ha pedido Carlos, que no me ha hecho nada malo, tendré que obedecer.
-Pues muy bien -respondo.
-¿Dónde vas? -dice sonriendo- El coche está aquí -responde divertido.
-No tiene gracia -respondo- Eres un cachondo mental, Dani, ¿lo sabías?
-Anda, pasa -ríe.
Revivo en mi mente todo lo que acaba de pasar, y no puedo evitar sonreír.
-¡Eh! -exclama- ¡He hecho que sonrías! Y eso que era una estupidez, que si no... -ríe.
-Eres un payaso, Dani. -sonrío.
-¿A dónde pensabas ir? ¿A casa de la vecina? -los dos rompemos en carcajadas.
-Anda, arranca ya, que tengo ganas de llegar a casa. -le digo riéndome.
-Buenos días -saludo.
-¡¿Cómo que 'Buenos días'?! -exclama Álvaro- Llegas una hora y media tarde.
-Ay, cállate -le digo.
-Si viene tarde, pero tan guapa como hoy, déjala -sonríe el batería.
-Gracias, cariño -digo acercándome a él y dándole un beso en la mejilla.
-Esa es otra -dice Álvaro- ¿De dónde vienes tan arreglada?
-¡Qué cotilla! -exclamo.- Pues nada, que salí con una amiga y me quedé hasta tarde.
-¿Con qué amiga? -pregunta Álvaro- ¿Y qué entiendes tú por tarde?
-Me quedé con Marta, la chica de Málaga. Va a venir a la Coca-Cola Music Experience de aquí, y ha llegado ya para pasar unos días.
-¿Y a dónde fuisteis? -pregunta.
-Qué coñazo, tío. -respondo- A una discoteca light.
-No habrás bebido, ¿verdad? -pregunta Blas- Coral, que eres menor.
-Que no he bebido, pesado. -respondo.
-Sí, tú con el 'pesado' lo arreglas todo -dice David.
-¡Eso, venga! ¿Algún voluntario para cotillear? -pregunto- ¿Alguien quiere saber si me ligué a alguno? -pregunto.
-Yo sí -dice Carlos levantando la mano.
Álvaro le da una colleja.
-Carlos, esto es serio. -le regaña, Álvaro- ¿Coral?
-Que no, que no he bebido. Estoy bien. Sólo me tomé una coca-cola y me quedé a dormir en un hotel -respondo sentándome en una de las sillas.
-Eso espero. -carraspea- Bueno, como iba diciendo, para Breathe you fire, nos vamos a subir a lo alto de una plataforma que se elevará sobre el escenario mientras cantamos. También estrenaremos Viral, así que habrá que traerse los trajes que usamos para la grabación del videoclip. Coral, tú tráete el vestido.
-¿El negro? -pregunto.
-Si fue ese el que usaste para el vídeo, sí. -responde.- También cantaremos 1900, Still, y otras cuantas más que estarán por decidir. ¿Vale?
-Vale -respondemos todos.
-Bueno, como gracias a Coral se nos ha acabado el tiempo, habrá que volver mañana para ensayar. -dice Álvaro.
-Qué exagerado -murmuro.- Bueno, si hemos acabado, me voy -digo levantándome de la silla.
-Espera, y nos vamos los dos -me dice Carlos.
-Vale. Te espero fuera.
Salgo de la habitación y me apoyo en la pared a esperar a mi compañero. Al rato sale el batería, un chico joven, de unos veintidós años, como mucho, ojos azules verdosos y un poco de barba. Bastante atractivo.
-Hola -me saluda.- Menuda bronca te has llevado. -sonríe.
-Sí, bueno, es que Álvaro es un cascarrabias -sonrío.- Me parece fatal que no se halla ni fijado en mi vestido.
-Yo sí que me he fijado, y vas muy guapa -dice.
Yo sonrío, y me aparto un mechón detrás de la oreja.
-Gracias. -digo.
-Venga, pareja -dice Carlos cogiéndome del brazo- Me llevo a la chica, que su hermano debe de estar muy preocupado.
-Eres un aguafiestas, Carlos -le digo.- ¡Adiós, Santi! -me despido del batería.
-Adiós, guapa.
-¿Qué prisa te ha entrado ahora? -le pregunto.
-Espera -dice descolgando el teléfono- ¿Sí? Hola, cielo. Bueno... sí, claro. Enseguida voy para allá.
-¿Qué pasa? -pregunto.
-María José, se me olvidó que hoy iba a comer a casa de sus padres -dice- ¡Dani! -le dice a mi ahora no tan amigo, mientras cruza la calle- ¿Podrás llevar a Coral hasta su casa, y asegurarte de que entre en ella?
Dani me mira a mí, y luego a Carlos.
-Sí, claro. He venido con el coche -responde.
-Gracias, Dani. Hasta ahora.
-Adiós -nos despedimos.
-Venga, vamos -dice cogiéndome de la mano.
-No hace falta que finjamos que no nos odiamos, ¿eh? -le digo apartando la mía.
-Por mucho daño que me hagas, para mí será imposible odiarte -murmura.
-Ya, claro -digo irónica.
-Mira, para mí, esto me duele más que el bofetón del otro día. -dice.
-Lo siento -me disculpo.
-Entonces, ¿amigos? -pregunta, preparado para abrazarme.
-Tampoco te pases, ¿eh? -le corto en seco.
-Si este favor me lo hubieras pedido tú, te juro que te hubiera mandado a la mierda -dice con sinceridad.- Pero como me lo ha pedido Carlos, que no me ha hecho nada malo, tendré que obedecer.
-Pues muy bien -respondo.
-¿Dónde vas? -dice sonriendo- El coche está aquí -responde divertido.
-No tiene gracia -respondo- Eres un cachondo mental, Dani, ¿lo sabías?
-Anda, pasa -ríe.
Revivo en mi mente todo lo que acaba de pasar, y no puedo evitar sonreír.
-¡Eh! -exclama- ¡He hecho que sonrías! Y eso que era una estupidez, que si no... -ríe.
-Eres un payaso, Dani. -sonrío.
-¿A dónde pensabas ir? ¿A casa de la vecina? -los dos rompemos en carcajadas.
-Anda, arranca ya, que tengo ganas de llegar a casa. -le digo riéndome.
Capítulo 114
Capítulo 114
Dani asiente y se aleja con la cabeza agachada y las manos en la cara. Álvaro, Blas, Carlos y Magí me miran; David se limita a seguir ordenando un poco.
-¿Qué? -pregunto- Me tiene harta el niño este. -respondo encogiéndome de hombros.
-Por muy harta que te tenga no deberías haberle hecho eso -dice Magí.
Yo me cruzo de brazos.
-Magí tiene razón, Coral, me parece que te has pasado. Y lo del guantazo ya... -dice Álvaro.
-Mira, ¡dejadme en paz ya! -exclamo yendo hacia uno de los vestuarios y cerrando de un portazo.
Me siento en el suelo y apoyo la espalda en la pared. Es culpa de Dani, como siempre. Es un pesado el niño este, todo el día igual. Seguro que se encontrará a millones de chicas y a todas les dirá lo mismo. Seguro que nos quiere para jugar, y ya está. Ojalá no hubiera conocido a Dani. Seguro que nos habría ido mejor. Un Auryn sin Dani, no estaría tan mal, ¿no? Quizás estaríamos hasta mejor.
Tocan en la puerta.
-¿Coral? ¿Puedo pasar?
Es David.
-¿Vienes como amigo, o como novio? -pregunto.
-Como lo que tú quieras. -responde.
-Pues prefiero a mi novio -respondo- Tengo que hablar con él y decirle una cosa.
-Entonces, ¿puedo pasar? -pregunta otra vez.
-Sí, entra.
Él abre la puerta y se sienta a mi lado.
-¿Qué me tenías que decir? -pregunta.
-Que te quiero -respondo abrazándolo.
-Antes de que digas el pero... -dice cogiéndome la cara entre las manos y dándome un dulce beso- Pues eso. ¿Cuál es el pero?
-No hay ningún pero -digo encogiéndome de hombros.
-Sí que hay uno, lo sé. -dice- ¿Cuál es?
-No sé -digo- No creo que haya ningún pero.
-Sí, lo hay. Te ayudo a sacarlo -dice- A ver, me apuesto lo que quieras a que estás preocupada porque Dani, sin querer, acabe con lo nuestro, ¿verdad?
-No -respondo.
-Osea que va más allá -reflexiona- ¿Te sigue molestando que me liara con Esme, aunque sepas que yo no quise? -yo niego con la cabeza-En fin, no sé qué otra cosa puede ser. -dice levantándose y abriendo la puerta- Así que será mejor que me vaya y te deje solita para que reflexiones. ¿Quieres que vuelva a por ti cuando nos vayamos a ir, o te dejamos mejor aquí?
-No me creo que te vayas a ir de mí sin intentar averiguar lo que me pasa -murmuro.
-Lo he intentado, cielo, pero podrías hablar en lugar de intentar que te lo solucionemos todo. ¿Qué es lo que nos das a cambio? A Dani, un guantazo en la cara; y a mí...
-David, no me comas el coco, y déjame en paz, anda.
-Sinceramente, me parece muy fuerte esto. -dice- Me parecía que la fama no te iba a cambiar, pero me he dado cuenta de que me equivocaba. Ya no eres la de antes.
-Pues rompe conmigo y se acabó -respondo mientras noto que se me quiebra la voz- ¿Qué más da? -pregunto.
-No puedo hacerlo porque te hice una promesa. Te dije que no te iba a dejar nunca. -dice apoyándose en la pared y cerrando la puerta.- Déjame tú. Déjame tú, y cámbiame por Dani. -responde tranquilamente.
-¿Sabes? Quizás haga eso, pero sólo porque parece que no te importe lo suficiente.
-¿Que no me importas? -pregunta- Cuando me llamó Álvaro aquella noche y me dijo que habías tenido un accidente la misma noche en la que nos peleamos me quería morir. Y cuando me emborraché por ti, ¿qué? ¿Qué hiciste? -pregunta- Viniste corriendo y me llevaste a un hospital. -responde- Como si un puto hospital con agujas me salvara de poder vivir sin ti.
-Estás haciendo una montaña de un grano de arena, de verdad. -digo.- Quizás sea eso lo que me pasa: que me parece que sobreactúas, y que eso me haga pensar que soy imprescindible para todos, lo cual me ha hecho convertirme en lo que soy hoy día. -reflexiono- Quizás la culpa la tengas tú -digo.
-Quizás la tenga yo -responde.- Lo mejor será tomarse un tiempo, otra vez.
-No -niego con la cabeza- Lo mejor será romper para siempre.
-¿Segura? -pregunta, yo asiento- Pues muy bien, mañana no me vengas llorando, ¿eh?, porque este hombro -dice señalándoselo- Estará ocupado por otra persona.
-Si no, tengo el otro -digo levantándome del suelo mientras sonrío.
-Ese está reservado para la única princesa de mi vida, y siento decirte que no eres tú.
-Podré vivir con eso -digo saliendo junto a David.
Llegamos donde están los demás, preparados para volver al hotel.
-Ah -dice David antes de separarnos- Recuerda que le dijiste a Dani que no te dirijiese la palabra si rompíamos. Aunque, bueno, dijiste que era por si rompíamos por su culpa, y has dicho que esta vez había sido mi culpa, por tratarte mejor de lo que te mereces.
-Yo no he dicho que me hayas tratado mejor de lo que merezco -le contradigo.
-Pero lo has insinuado. Se siente -dice encogiéndose de hombros.
Dani asiente y se aleja con la cabeza agachada y las manos en la cara. Álvaro, Blas, Carlos y Magí me miran; David se limita a seguir ordenando un poco.
-¿Qué? -pregunto- Me tiene harta el niño este. -respondo encogiéndome de hombros.
-Por muy harta que te tenga no deberías haberle hecho eso -dice Magí.
Yo me cruzo de brazos.
-Magí tiene razón, Coral, me parece que te has pasado. Y lo del guantazo ya... -dice Álvaro.
-Mira, ¡dejadme en paz ya! -exclamo yendo hacia uno de los vestuarios y cerrando de un portazo.
Me siento en el suelo y apoyo la espalda en la pared. Es culpa de Dani, como siempre. Es un pesado el niño este, todo el día igual. Seguro que se encontrará a millones de chicas y a todas les dirá lo mismo. Seguro que nos quiere para jugar, y ya está. Ojalá no hubiera conocido a Dani. Seguro que nos habría ido mejor. Un Auryn sin Dani, no estaría tan mal, ¿no? Quizás estaríamos hasta mejor.
Tocan en la puerta.
-¿Coral? ¿Puedo pasar?
Es David.
-¿Vienes como amigo, o como novio? -pregunto.
-Como lo que tú quieras. -responde.
-Pues prefiero a mi novio -respondo- Tengo que hablar con él y decirle una cosa.
-Entonces, ¿puedo pasar? -pregunta otra vez.
-Sí, entra.
Él abre la puerta y se sienta a mi lado.
-¿Qué me tenías que decir? -pregunta.
-Que te quiero -respondo abrazándolo.
-Antes de que digas el pero... -dice cogiéndome la cara entre las manos y dándome un dulce beso- Pues eso. ¿Cuál es el pero?
-No hay ningún pero -digo encogiéndome de hombros.
-Sí que hay uno, lo sé. -dice- ¿Cuál es?
-No sé -digo- No creo que haya ningún pero.
-Sí, lo hay. Te ayudo a sacarlo -dice- A ver, me apuesto lo que quieras a que estás preocupada porque Dani, sin querer, acabe con lo nuestro, ¿verdad?
-No -respondo.
-Osea que va más allá -reflexiona- ¿Te sigue molestando que me liara con Esme, aunque sepas que yo no quise? -yo niego con la cabeza-En fin, no sé qué otra cosa puede ser. -dice levantándose y abriendo la puerta- Así que será mejor que me vaya y te deje solita para que reflexiones. ¿Quieres que vuelva a por ti cuando nos vayamos a ir, o te dejamos mejor aquí?
-No me creo que te vayas a ir de mí sin intentar averiguar lo que me pasa -murmuro.
-Lo he intentado, cielo, pero podrías hablar en lugar de intentar que te lo solucionemos todo. ¿Qué es lo que nos das a cambio? A Dani, un guantazo en la cara; y a mí...
-David, no me comas el coco, y déjame en paz, anda.
-Sinceramente, me parece muy fuerte esto. -dice- Me parecía que la fama no te iba a cambiar, pero me he dado cuenta de que me equivocaba. Ya no eres la de antes.
-Pues rompe conmigo y se acabó -respondo mientras noto que se me quiebra la voz- ¿Qué más da? -pregunto.
-No puedo hacerlo porque te hice una promesa. Te dije que no te iba a dejar nunca. -dice apoyándose en la pared y cerrando la puerta.- Déjame tú. Déjame tú, y cámbiame por Dani. -responde tranquilamente.
-¿Sabes? Quizás haga eso, pero sólo porque parece que no te importe lo suficiente.
-¿Que no me importas? -pregunta- Cuando me llamó Álvaro aquella noche y me dijo que habías tenido un accidente la misma noche en la que nos peleamos me quería morir. Y cuando me emborraché por ti, ¿qué? ¿Qué hiciste? -pregunta- Viniste corriendo y me llevaste a un hospital. -responde- Como si un puto hospital con agujas me salvara de poder vivir sin ti.
-Estás haciendo una montaña de un grano de arena, de verdad. -digo.- Quizás sea eso lo que me pasa: que me parece que sobreactúas, y que eso me haga pensar que soy imprescindible para todos, lo cual me ha hecho convertirme en lo que soy hoy día. -reflexiono- Quizás la culpa la tengas tú -digo.
-Quizás la tenga yo -responde.- Lo mejor será tomarse un tiempo, otra vez.
-No -niego con la cabeza- Lo mejor será romper para siempre.
-¿Segura? -pregunta, yo asiento- Pues muy bien, mañana no me vengas llorando, ¿eh?, porque este hombro -dice señalándoselo- Estará ocupado por otra persona.
-Si no, tengo el otro -digo levantándome del suelo mientras sonrío.
-Ese está reservado para la única princesa de mi vida, y siento decirte que no eres tú.
-Podré vivir con eso -digo saliendo junto a David.
Llegamos donde están los demás, preparados para volver al hotel.
-Ah -dice David antes de separarnos- Recuerda que le dijiste a Dani que no te dirijiese la palabra si rompíamos. Aunque, bueno, dijiste que era por si rompíamos por su culpa, y has dicho que esta vez había sido mi culpa, por tratarte mejor de lo que te mereces.
-Yo no he dicho que me hayas tratado mejor de lo que merezco -le contradigo.
-Pero lo has insinuado. Se siente -dice encogiéndose de hombros.
Capítulo 113
Dedicado a @BlueHeartBea, que ayer fue su cumple. ¡Felcidades, princesa! TE quiero (L)
Capítulo 113
-Hola, ¿qué tal? -le pregunto a una chica mientras le cojo el disco para firmárselo.
-Coral -me dice, seria- ¿No te acuerdas de mí? -pregunta.
Me paro un momento y la miro a la cara, esos ojos castaños, ese pelo medio ondulado... ¡Marta!
-¡Marta! ¡Hola! ¿Qué tal? -pregunto abrazándola y dándole dos besos.
-Menos mal, pensaba que no me habías reconocido -suspira.
-Hombre, estás bastante cambiada -me defiendo-, además, ¿tienes idea de la cantidad de gente que veo diariamente? -sonrío.
-Excusas, excusas. -ríe.- ¿Cómo está tu hermano?
-Bien, está por ahí, recogiendo un poco el escenario, ya sabes. -le digo.
-Vaya -dice triste- Tenía ganas de verlo.
-Si eso, te puedes quedar y luego nos vemos. ¿Tienes mi número de teléfono? -pregunto.
-No, pero tengo el de tu hermano.
-Vale. -respondo, sonriendo- Llámale en una media hora, o así.
-Vale -responde.
-¿Y qué, sigues siendo solo auryner, o has encontrado a otro grupo? -bromeo.
-No he encontrado otro grupo -niega con la cabeza-, pero he encontrado a un solista que es bastante bueno en el trabajo....
-¿A quién? -pregunto.
-No sé si lo conoces, se llama Pablo López. Sacó disco hace poco, una semana o así. Hoy daba un concierto en la capital, pero preferí venir a verte a ti.
-¿Pablo López? -pregunto.- Me suena bastante, pero no sé de qué. -digo encogiéndome de hombros.
-Venga, Coral, no la entretengas, que hay que seguir firmando -dice Magí.
-Voy, lo siento -me disculpo- Bueno, Marta, llama ahora, ¿vale?
-Claro. Encantada de verte, Coral. -se despide- Adiós, chicos -le dice a los demás.
-Adiós -responden.
Continuamos firmando discos sobre unos veinte minutos, aproximadamente, al final, llega al última chica.
-Venga, pasa -le dice Magí.
No puede ser ella. Pero, si es imposible. Intento hacerme la sueca para que no me pille.
-Hola -saludo- ¿Cómo te llamas? -pregunto.
-Belén.
-¿Eres de aquí? -salta Dani.
-No, soy de Madrid. -le responde- He venido porque tenía que hablar contigo, Coral -susurra.
-¿Conmigo? -pregunto, intentando parecer sorprendida.- ¿De qué?
-Verás, te he descubierto, y me temo que Esme también lo ha hecho. He viajado desde Madrid para decírtelo cuanto antes: voy a hacer como que no me creo lo que va diciendo por ahí Esme, la verdad es que es mala persona, y me temo que me he dado cuenta tarde -se lamenta- Te prometo que no contaré que estás con David, y haré como que es una creencia de Esme, pero que no es verdad.
-Belén, yo... -comienzo.
-No, escúchame -me interrumpe- Me da igual si estás o no con David, pero no puedes volver al instituto, y me temo que tu hermano tampoco. No diré nada, pero será mejor que ninguno de los dos vuelva. -dice hablando rápido.
-Gracias, Belén. -respondo emocionada.
-De nada. No te preocupes, tu secreto está a salvo conmigo. -asegura.
-SI puedo hacer algo para pagártelo...
-Bueno, podrías decirle a Álvaro que se hiciera una foto conmigo.... -deja caer.
-¡Enseguida! -exclamo- ¡Álvaro! Hazte una foto con esta smiler, ¡ya!
-Voy, voy. -dice acercándose hasta la chica- Hija, cuánto entusiasmo. Hola guapísima -saluda a Belén- ¿Qué tal? ¿Cómo te llamas?
-Belén -responde sonriendo.
Los dos se hacen una foto, y los demás terminan de firmarle el disco a Belén.
-Aquí tienes -dice Dani entregándole el disco a la chica. Por un momento, Dani se queda sosteniendo la mirada de la chica, hasta que Carlos carraspea.
-Bueno, creo que tendremos que irnos ya, ¿no? Es muy tarde. -dice.
-Sí, sí. -responde Dani apartando la mirada.
-Toma mi número de teléfono -le digo a Belén mientras le doy un papel- Ten mucho cuidado, porfa.
-Lo tendré. -me asegura- Gracias por todo.
-A ti, cielo -sonrío dándole un abrazo- A ver si quedamos un día, ¿no?
-¿De verdad? -pregunta atónita.
-Sí, a lo mejor invito a los chicos.
-¡Qué guay! -exclama.- Bueno, me voy. Adiós.
-Adiós -nos despedimos.
-¿Quién era esa? -pregunta Dani acercándose a mí mientras los demás recogen sus cosas.
-Una chica del instituto. ¿Recuerdas a Esme? -pregunto, él asiente- Pues Belén estaba en el colegio con ella, y Esme va diciendo por ahí que se lió con David.
-¿Que se lió con David? -pregunta- Pero, ¿es verdad?
-Bueno, sí, pero David no quiso. Le pilló de imprevisto -respondo.
Él se queda de piedra, parece que no se cree que David no quisiera.
-Y aún así sigues con él... -murmura.
-Dani, mira, yo... -comienzo.
-¡No! Es que no me puedo creer que estés con el tío ese que se lió con otra, y yo aquí, que no hago nada malo, y no me haces ni puñetero caso -exclama. Todos nos miran.
-¡Dani! Para ya, que nos están mirando todos -murmuro.
-Me da igual. ¡¿No te puedes dar cuenta de una puñetera vez?! -exclama- Me gustas, y no puedo creer que pierdas el tiempo con el tío ese, de verdad. Que sólo va a lo que va.
Le doy un guantazo en la cara.
-Como vuelvas a decir eso, te daré una patada en otro sitio -le aseguro. David nos mira preocupado- Y como David y yo rompamos por tu culpa, no quiero que me vuelvas a dirigir la palabra en tu puñetera vida. ¿Me has entendido?
Capítulo 113
-Hola, ¿qué tal? -le pregunto a una chica mientras le cojo el disco para firmárselo.
-Coral -me dice, seria- ¿No te acuerdas de mí? -pregunta.
Me paro un momento y la miro a la cara, esos ojos castaños, ese pelo medio ondulado... ¡Marta!
-¡Marta! ¡Hola! ¿Qué tal? -pregunto abrazándola y dándole dos besos.
-Menos mal, pensaba que no me habías reconocido -suspira.
-Hombre, estás bastante cambiada -me defiendo-, además, ¿tienes idea de la cantidad de gente que veo diariamente? -sonrío.
-Excusas, excusas. -ríe.- ¿Cómo está tu hermano?
-Bien, está por ahí, recogiendo un poco el escenario, ya sabes. -le digo.
-Vaya -dice triste- Tenía ganas de verlo.
-Si eso, te puedes quedar y luego nos vemos. ¿Tienes mi número de teléfono? -pregunto.
-No, pero tengo el de tu hermano.
-Vale. -respondo, sonriendo- Llámale en una media hora, o así.
-Vale -responde.
-¿Y qué, sigues siendo solo auryner, o has encontrado a otro grupo? -bromeo.
-No he encontrado otro grupo -niega con la cabeza-, pero he encontrado a un solista que es bastante bueno en el trabajo....
-¿A quién? -pregunto.
-No sé si lo conoces, se llama Pablo López. Sacó disco hace poco, una semana o así. Hoy daba un concierto en la capital, pero preferí venir a verte a ti.
-¿Pablo López? -pregunto.- Me suena bastante, pero no sé de qué. -digo encogiéndome de hombros.
-Venga, Coral, no la entretengas, que hay que seguir firmando -dice Magí.
-Voy, lo siento -me disculpo- Bueno, Marta, llama ahora, ¿vale?
-Claro. Encantada de verte, Coral. -se despide- Adiós, chicos -le dice a los demás.
-Adiós -responden.
Continuamos firmando discos sobre unos veinte minutos, aproximadamente, al final, llega al última chica.
-Venga, pasa -le dice Magí.
No puede ser ella. Pero, si es imposible. Intento hacerme la sueca para que no me pille.
-Hola -saludo- ¿Cómo te llamas? -pregunto.
-Belén.
-¿Eres de aquí? -salta Dani.
-No, soy de Madrid. -le responde- He venido porque tenía que hablar contigo, Coral -susurra.
-¿Conmigo? -pregunto, intentando parecer sorprendida.- ¿De qué?
-Verás, te he descubierto, y me temo que Esme también lo ha hecho. He viajado desde Madrid para decírtelo cuanto antes: voy a hacer como que no me creo lo que va diciendo por ahí Esme, la verdad es que es mala persona, y me temo que me he dado cuenta tarde -se lamenta- Te prometo que no contaré que estás con David, y haré como que es una creencia de Esme, pero que no es verdad.
-Belén, yo... -comienzo.
-No, escúchame -me interrumpe- Me da igual si estás o no con David, pero no puedes volver al instituto, y me temo que tu hermano tampoco. No diré nada, pero será mejor que ninguno de los dos vuelva. -dice hablando rápido.
-Gracias, Belén. -respondo emocionada.
-De nada. No te preocupes, tu secreto está a salvo conmigo. -asegura.
-SI puedo hacer algo para pagártelo...
-Bueno, podrías decirle a Álvaro que se hiciera una foto conmigo.... -deja caer.
-¡Enseguida! -exclamo- ¡Álvaro! Hazte una foto con esta smiler, ¡ya!
-Voy, voy. -dice acercándose hasta la chica- Hija, cuánto entusiasmo. Hola guapísima -saluda a Belén- ¿Qué tal? ¿Cómo te llamas?
-Belén -responde sonriendo.
Los dos se hacen una foto, y los demás terminan de firmarle el disco a Belén.
-Aquí tienes -dice Dani entregándole el disco a la chica. Por un momento, Dani se queda sosteniendo la mirada de la chica, hasta que Carlos carraspea.
-Bueno, creo que tendremos que irnos ya, ¿no? Es muy tarde. -dice.
-Sí, sí. -responde Dani apartando la mirada.
-Toma mi número de teléfono -le digo a Belén mientras le doy un papel- Ten mucho cuidado, porfa.
-Lo tendré. -me asegura- Gracias por todo.
-A ti, cielo -sonrío dándole un abrazo- A ver si quedamos un día, ¿no?
-¿De verdad? -pregunta atónita.
-Sí, a lo mejor invito a los chicos.
-¡Qué guay! -exclama.- Bueno, me voy. Adiós.
-Adiós -nos despedimos.
-¿Quién era esa? -pregunta Dani acercándose a mí mientras los demás recogen sus cosas.
-Una chica del instituto. ¿Recuerdas a Esme? -pregunto, él asiente- Pues Belén estaba en el colegio con ella, y Esme va diciendo por ahí que se lió con David.
-¿Que se lió con David? -pregunta- Pero, ¿es verdad?
-Bueno, sí, pero David no quiso. Le pilló de imprevisto -respondo.
Él se queda de piedra, parece que no se cree que David no quisiera.
-Y aún así sigues con él... -murmura.
-Dani, mira, yo... -comienzo.
-¡No! Es que no me puedo creer que estés con el tío ese que se lió con otra, y yo aquí, que no hago nada malo, y no me haces ni puñetero caso -exclama. Todos nos miran.
-¡Dani! Para ya, que nos están mirando todos -murmuro.
-Me da igual. ¡¿No te puedes dar cuenta de una puñetera vez?! -exclama- Me gustas, y no puedo creer que pierdas el tiempo con el tío ese, de verdad. Que sólo va a lo que va.
Le doy un guantazo en la cara.
-Como vuelvas a decir eso, te daré una patada en otro sitio -le aseguro. David nos mira preocupado- Y como David y yo rompamos por tu culpa, no quiero que me vuelvas a dirigir la palabra en tu puñetera vida. ¿Me has entendido?
jueves, 7 de noviembre de 2013
Capítulo 112
Capítulo 112
-Me encanta que lleves ese conjunto -me dice David antes de entrar al escenario- El rosa y el turquesa te sientan genial.
-Gracias, cielo -le digo dándole un beso en la mejilla- Me encanta que lleves camiseta roja.
-Te quiero -susurra.
-Ya lo sé, ¿por qué me lo dices? -pregunto, preocupada.
-Porque siento que estos últimos días he estado un pelín apartado de ti, y no quiero volver a separarme, te necesito -dice mientras se le quiebra la voz.
-Cielo, siempre voy a estar ahí, te lo recuerdo -digo abrazándolo.- Y si has estado apartado de mí, era porque no íbamos a estar besándonos delante de todas las auryners en My Camp, ¿no? -río.
-Sí, tienes razón -reconoce.- ¿Has traído la cartulina con el felicidades para cuando le canten Cumpleaños Feliz? -pregunta.
-Sí. -sonrío- Lo tiene María José. Me lo dará luego.
-Sigo sin saber cómo te enteras de todo lo que va a suceder en los conciertos, de verdad.
-Instinto auryner -respondo, encogiéndome de hombros.
Lo que en verdad no sabe nadie, es que tengo una cuenta en twitter, en la que me hago pasar por una auryner, de ahí me entero de todo. Lo complicado es cuando hago buenas migas con alguien y me pide mi número de teléfono, y le tengo que mentir para que no me descubra.
-Venga, tortolitos, vamos -dice Blas subiendo las escaleras hacia el escenario.
Normalmente, le hubiera respondido con un '¿Cómo que tortolitos? Habló el que va a tener mini-tortolitos.' Pero me dijo que no se lo dijera a ninguno todavía, que quería que fuera una sorpresa, lo dirá después de la Coca Cola Music Experience, la misma noche.
-¿Encantada de estar en Málaga otra vez? -me pregunta Dani.
-Vélez-Málaga -le corrijo- Y sí, estoy encantadísima.
-Ay, encantadísima de la muerte -me imita poniendo un tono ridículo.
-Qué payaso estás hecho... -bromeo, aunque en realidad, me encanta verle así. Ese es él, bromeando todo el día. Espero que se le haya pasado lo de la noche antes de My Camp.
El concierto pasa, y con él, las canciones. Por fin llega el momento esperado, cogemos unos taburetes y nos sentamos, cada uno empieza a cantar su parte, la de la canción 'Me gusta', favorita de Álvaro, la elegida para desearle por adelantado un feliz cumpleaños. Después cantamos todos el estribillo, y cuando le toca a Álvaro, miro a mi hermano, que está detrás del escenario para que le corte el micrófono y no suene su parte. Álvaro se queda de piedra, entonces voy hacia la escalerita, y María José me da la cartulina verde en la que pone 'Felicidades, Álvaro'. Cuando vuelvo al escenario, Blas coge el micrófono y se pone a cantar el 'Cumpleaños Feliz', después Dani le acompaña. Álvaro no se lo cree, está emocionado y sonríe mucho, demasiado. Cuando hemos terminado de cantar, Dani va a Álvaro y le abraza, después le abraza David, seguido de Carlos y Blas. Por último viene a mí, coge la cartulina, y me abraza y me da un beso mientras me dice en el oído un ligero:
-Gracias, por todo.
Se va hacia el centro del escenario, y nos agradece todo. Sinceramente, le ha gustado.
Yo sonrío para mis adentros.
A continuación, seguimos con el espectáculo, como si no hubiera habido interrupciones.
lunes, 4 de noviembre de 2013
Capítulo 111
¡Disfrutad del capítulo!
Capítulo 111
-Chicos, tomad las pizzas -digo entrando a la habitación del hotel.- Ahora vengo.
-¿A dónde vas? -pregunta David.
-A por Blas. Se ha enfadado.
-¿Contigo? -pregunta Álvaro- Si es muy raro que Blas se enfade contigo.
-Bueno, es que es una historia muy larga -digo saliendo por la puerta- Hasta ahora.
¿Dónde puedo ir a por Blas? Seguro que ni me cogerá el teléfono si lo llamo. No habrá ido a emborracharse, ¿no? No creo, la verdad es que Blas no es como David, él sabe aceptar algo sin derrumbarse. Además que él odia emborracharse a más no poder. Él no conoce mucho Málaga, la verdad es que yo tampoco, pero tengo una ligera idea de cómo es. ¿A dónde puede haber ido sin ser demasiado visto? Decido llamarlo y dejar de comerme el coco.
-Blas, ¿dónde estás? -pregunto, alterada.
-Pues aquí -dice tranquilo.
-¡¿Cómo que: Pues aquí?! -exclamo- Joder, te has marchado y me has dejado con la palabra en la boca. ¿Me quieres decir dónde estás?
-En un parque delante del hotel Palacios, o algo así. -dice.
-Vale, voy para allá. Ahora nos vemos. -cuelgo sin esperar su respuesta.
Voy hacia el parque que me ha indicado Blas. No recuerdo su nombre, pero sé que está justo delante del hotel Málaga Palacios.
Cuando llego, lo veo sentado en un banco.
-Blas -le digo. Él levanta la vista hacia mí, ha estado llorando.- Eh, venga. ¿Qué pasa?
-No quiero un niño, Coral. -solloza- Ni siquiera sé cuidar del pequeño Aarón. Tengo la sensación de que no lo quiero como debería quererlo.
-¿Por qué dices eso?
-Ni me acordé que el día de los Neox Fan Awards cumplió once meses. Seguro que Lorena piensa que estoy con ella por estar con alguien.
-Eso no es lo que me parece a mí -respondo.
-Tú que sabrás... -dice encogiéndose de hombros.
-Pues mira lo que me mandó el otro día. Este eres tú, ¿no? -le digo enseñándole una foto de mi teléfono.- Y ese, Aarón. Se te ve muy feliz y muy cariñoso.
-Bueno, pero eso no tiene nada que ver.
-Oh, venga ya -digo irónica- Quizás otra se lo trague, pero yo no. Blas, ¿qué te pasa? -suspiro
-Pues que no quiero un niño siendo tan joven. Yo quiero vivir la vida, tengo veintiún años. Quiero vivir de la música.
-¿Y por qué no que tus hijos vivan también de la música? -pregunto.
-Quería llevar a Lorena de vacaciones -solloza.- ¿A dónde podremos ir ahora?
-Podríais ir a DisneyLand París. -respondo sonriendo- A mí me hubiera gustado ir. - Él se queda callado, no dice nada- ¿Sabes? Te mandaré la foto tuya y de Aarón, ya verás tú lo que haces con ella. -respondo- Yo que tú, me iría con Lorena, sólo te aviso- Te lamentarás si haces lo contrario, créeme.
-¡Pero yo quería que estuviéramos solos Lorena y yo! -exclama-, y encima tenemos a Aarón...
-¿Sabes? Parece que no te das cuenta. -digo- El niño o la niña que viene en camino, es mitad tú y mitad Lorena. Tú verás lo que haces... -él se queda callado- No tardes en volver al hotel -digo con una expresión fría.
-¡Espera! -exclama- La llamaré -responde al fin.
-Pero llámala ahora -exijo.
-Vale...
Él coge su teléfono y marca el teléfono de Lorena.
-Pon el manos libres -le digo.
-¿Lorena? -pregunta Blas al quinto timbre.
-Blas, lo siento mucho, no debería haber pasado, yo...
-Shh, calla, calla. Es... perfecto. -dice- Es un pequeño tú y yo.
-Entonces, ¿no estás enfadado?
-¿Tengo pinta de estarlo? -sonríe.
Qué bonito, así es cómo me gusta que esté, feliz.
-¿Cómo lo vamos a llamar? -pregunta Blas, feliz- ¿Es niño o niña?
-Cielo, no lo sé. Todavía es pronto -noto cómo sonríe Lorena al otro lado del teléfono, lo que hace que Blas saque una sonrisa.- Si es niño, Bastian.
-¿Bastian? -pregunta Blas, extrañado.
-Sí, como el chico de 'La Historia Interminable' -reflexiona Lorena- Y si es niña...
-¿Luchianna? -pregunta Blas, esperando la aprobación de Lorena.
-Vale. Pero, ¿por qué?
-Mi mejor amiga se llama Lucía, y en su cuenta de twitter pone Luchianna. ¿Te importa que la llamemos así?
-Me parece perfecto, cielo -responde- Gracias. Te quiero.
-Y yo a ti -responde Blas- El día treinta voy a verte, ¿vale? Y pasamos unos días juntos, los cuatro.
-¿Los cuatro?
-Sí. Aarón, tú, yo, y Luchianna o Bastian. ¿Quieres?
-Genial. Gracias. Adiós, te quiero.
-Te amo -dice colgando el teléfono.
-¿Qué? -pregunto sonriendo- ¿Soy, o no soy genial?
-No eres genial -responde, serio- Eres maravillosa -sonríe, yo me río- ¿Sabes? En lugar de estar haciendo el paripé, deberías felicitar a tu compañero, que va a ser padre.
-Es verdad. ¡Felicidades, Blas! -exclamo, abrazándolo.
-Gracias, princesa -responde.
-Lo de princesa es exclusivo de David, ¿eh? Como te escuche, se enfada.
-Correré ese riesgo, que ahora mismo te quiero muchísimo -dice pasándome un brazo por la cintura- ¿Volvemos al hotel?
-Vamos.
Capítulo 111
-Chicos, tomad las pizzas -digo entrando a la habitación del hotel.- Ahora vengo.
-¿A dónde vas? -pregunta David.
-A por Blas. Se ha enfadado.
-¿Contigo? -pregunta Álvaro- Si es muy raro que Blas se enfade contigo.
-Bueno, es que es una historia muy larga -digo saliendo por la puerta- Hasta ahora.
¿Dónde puedo ir a por Blas? Seguro que ni me cogerá el teléfono si lo llamo. No habrá ido a emborracharse, ¿no? No creo, la verdad es que Blas no es como David, él sabe aceptar algo sin derrumbarse. Además que él odia emborracharse a más no poder. Él no conoce mucho Málaga, la verdad es que yo tampoco, pero tengo una ligera idea de cómo es. ¿A dónde puede haber ido sin ser demasiado visto? Decido llamarlo y dejar de comerme el coco.
-Blas, ¿dónde estás? -pregunto, alterada.
-Pues aquí -dice tranquilo.
-¡¿Cómo que: Pues aquí?! -exclamo- Joder, te has marchado y me has dejado con la palabra en la boca. ¿Me quieres decir dónde estás?
-En un parque delante del hotel Palacios, o algo así. -dice.
-Vale, voy para allá. Ahora nos vemos. -cuelgo sin esperar su respuesta.
Voy hacia el parque que me ha indicado Blas. No recuerdo su nombre, pero sé que está justo delante del hotel Málaga Palacios.
Cuando llego, lo veo sentado en un banco.
-Blas -le digo. Él levanta la vista hacia mí, ha estado llorando.- Eh, venga. ¿Qué pasa?
-No quiero un niño, Coral. -solloza- Ni siquiera sé cuidar del pequeño Aarón. Tengo la sensación de que no lo quiero como debería quererlo.
-¿Por qué dices eso?
-Ni me acordé que el día de los Neox Fan Awards cumplió once meses. Seguro que Lorena piensa que estoy con ella por estar con alguien.
-Eso no es lo que me parece a mí -respondo.
-Tú que sabrás... -dice encogiéndose de hombros.
-Pues mira lo que me mandó el otro día. Este eres tú, ¿no? -le digo enseñándole una foto de mi teléfono.- Y ese, Aarón. Se te ve muy feliz y muy cariñoso.
-Bueno, pero eso no tiene nada que ver.
-Oh, venga ya -digo irónica- Quizás otra se lo trague, pero yo no. Blas, ¿qué te pasa? -suspiro
-Pues que no quiero un niño siendo tan joven. Yo quiero vivir la vida, tengo veintiún años. Quiero vivir de la música.
-¿Y por qué no que tus hijos vivan también de la música? -pregunto.
-Quería llevar a Lorena de vacaciones -solloza.- ¿A dónde podremos ir ahora?
-Podríais ir a DisneyLand París. -respondo sonriendo- A mí me hubiera gustado ir. - Él se queda callado, no dice nada- ¿Sabes? Te mandaré la foto tuya y de Aarón, ya verás tú lo que haces con ella. -respondo- Yo que tú, me iría con Lorena, sólo te aviso- Te lamentarás si haces lo contrario, créeme.
-¡Pero yo quería que estuviéramos solos Lorena y yo! -exclama-, y encima tenemos a Aarón...
-¿Sabes? Parece que no te das cuenta. -digo- El niño o la niña que viene en camino, es mitad tú y mitad Lorena. Tú verás lo que haces... -él se queda callado- No tardes en volver al hotel -digo con una expresión fría.
-¡Espera! -exclama- La llamaré -responde al fin.
-Pero llámala ahora -exijo.
-Vale...
Él coge su teléfono y marca el teléfono de Lorena.
-Pon el manos libres -le digo.
-¿Lorena? -pregunta Blas al quinto timbre.
-Blas, lo siento mucho, no debería haber pasado, yo...
-Shh, calla, calla. Es... perfecto. -dice- Es un pequeño tú y yo.
-Entonces, ¿no estás enfadado?
-¿Tengo pinta de estarlo? -sonríe.
Qué bonito, así es cómo me gusta que esté, feliz.
-¿Cómo lo vamos a llamar? -pregunta Blas, feliz- ¿Es niño o niña?
-Cielo, no lo sé. Todavía es pronto -noto cómo sonríe Lorena al otro lado del teléfono, lo que hace que Blas saque una sonrisa.- Si es niño, Bastian.
-¿Bastian? -pregunta Blas, extrañado.
-Sí, como el chico de 'La Historia Interminable' -reflexiona Lorena- Y si es niña...
-¿Luchianna? -pregunta Blas, esperando la aprobación de Lorena.
-Vale. Pero, ¿por qué?
-Mi mejor amiga se llama Lucía, y en su cuenta de twitter pone Luchianna. ¿Te importa que la llamemos así?
-Me parece perfecto, cielo -responde- Gracias. Te quiero.
-Y yo a ti -responde Blas- El día treinta voy a verte, ¿vale? Y pasamos unos días juntos, los cuatro.
-¿Los cuatro?
-Sí. Aarón, tú, yo, y Luchianna o Bastian. ¿Quieres?
-Genial. Gracias. Adiós, te quiero.
-Te amo -dice colgando el teléfono.
-¿Qué? -pregunto sonriendo- ¿Soy, o no soy genial?
-No eres genial -responde, serio- Eres maravillosa -sonríe, yo me río- ¿Sabes? En lugar de estar haciendo el paripé, deberías felicitar a tu compañero, que va a ser padre.
-Es verdad. ¡Felicidades, Blas! -exclamo, abrazándolo.
-Gracias, princesa -responde.
-Lo de princesa es exclusivo de David, ¿eh? Como te escuche, se enfada.
-Correré ese riesgo, que ahora mismo te quiero muchísimo -dice pasándome un brazo por la cintura- ¿Volvemos al hotel?
-Vamos.
domingo, 3 de noviembre de 2013
Capítulo 110
Capítulo 110
La melodía de mi móvil me despierta. Me acaba de llegar un WhatsApp de Lorena. ¿Cómo le irá?
La melodía de mi móvil me despierta. Me acaba de llegar un WhatsApp de Lorena. ¿Cómo le irá?
'Tengo que hablar contigo en privado. ¿Te puedo llamar?'
¿En privado? Muy fuerte tiene que ser si lo quiere en privado. Rápidamente escribo:
'No. Estoy en la furgo. Nos quedan diez minutos para llegar. ¿Qué pasa?'
'Yo... es que no quería, pero pasó y... Bueno, no es que no quisiera que pasara, lo que no quería eran las consecuencias. En fin, que no sé cómo se lo tomará'
¿De qué me habla? Como no especifique, no me enteraré de nada.
'Especifica, y no le des más vueltas' -escribo.
'Creo que viene alguien de camino'
'¿De camino? ¿A qué te refieres?'
'Coral, Blas va a ser padre'
-¡¿Qué?! -exclamo en voz alta. Todos me miran.
-¿Qué te pasa, loca? ¿Ahora hablas sola? -pregunta Dani mientras conduce.
-No, no, es que... ¿Cuánto falta para llegar? -pregunto.
-Giro en la siguiente calle, y estamos.
-Tengo un hambre... -dice Carlos.
-Como siempre -comenta David.
-¡Tengo una idea! ¿Y si me bajo y compro unas pizzas, y las subo al hotel? -pregunto.
-¡Buena idea! -exclama Álvaro.
-Te acompaño -dice Blas.
Vaya... Esperaba que me acompañara David, así podré consultarlo con él.
-Eso, que yo estoy muy cansado -dice David abrazando su almohada.
Bueno, mientras Blas pide las pizzas, podré quedarme fuera y hablar con Lorena.
-Para ahí, Dani -le indica Blas.
Cuando nuestro amigo para el coche en un semáforo, nos bajamos rápidamente, y preguntamos dónde está la pizzería más cercana. Pensamos en ir a un telepizza, pero nos decantamos por una pizzería, que es más sano.
-Entra tú, yo voy a llamar a mi hermano, ¿vale? -le digo al llegar a la puerta
-Vale -dice no muy convencido- ¿De qué la quieres?
-Una napolitana. De esas con anchoas y alcaparras. -respondo.
Blas entra al establecimiento, cojo mi móvil y marco el número de teléfono de Lorena.
-Lorena. ¿Qué es eso de que Blas va a ser padre?
-Coral -dice llorando- Es verdad. Blas va a ser padre.
-¿Con quién? -pregunto.
-Conmigo. -responde sollozando.
-Pero eso es bueno, ¿no? -pregunto, confusa.
-No. Ahora me dejará, Coral. ¿Qué voy a hacer yo con dos niños, sola?
-A ver, no estarás sola, me tienes a mí. Cuéntame -le pido- ¿Cómo pasó?
-A ver -dice secándose las lágrimas- Después de los premios, vino a casa, lo celebramos y... pasó. Llevaba unos días que me encontraba mal, pensé que sería que me iba a venir la regla, pero se ha pasado el tiempo, y no ha venido. Hoy, cuando me he levantado, me encontraba mal, con mareos y eso, he desayunado, y lo he vomitado todo. He ido a por un test de embarazo, y a dado positivo.
-¿Tan pronto? -pregunto extrañada, ya que, normalmente, dan positivo a partir de las dos semanas.
-Sí. Joder, qué voy a hacer. ¿Cómo se lo voy a decir? ¿Y si me deja? -pregunta llorando.
-A ver, Lorena, seguro que Blas es lo suficientemente inteligente como para aceptar que va a tener un hijo sin dejarte plantada. -reflexiono.
-¿Qué? -pregunta alguien a mi lado- ¿Yo?
Cuelgo el teléfono y me lo guardo en el bolsillo.
-Blas, esto... -comienzo.
-Toma -dice entregándome las pizzas- Se me ha quitado el hambre. Necesito dar una vuelta.
-Pero, ¡Blas! .grito comenzando a seguirle.
-¡No me sigas, joder! -exclama.
-Mierda, mierda, mierda -murmuro. ¿Qué le voy a decir yo a Lorena, ahora?
Suena el teléfono, es ella. Le doy a la tecla de colgar, y voy hacia el hotel donde están alojados mis compañeros de grupo.
Capítulo 109
Antes de entrar a la gala, nos hacen una entrevista para el canal de televisión Neox. Nos piden nuestra opinión con respecto a Abraham Mateo, otro candidato a ganar algunos premios. Blas dice que es muy buena persona, y es muy majo, yo no digo nada, es decir, sólo me limito a darle la razón porque no conozco a ese chico. He oído hablar de él, y he escuchado millones de veces su single 'Señorita', pero nada más.
Entramos a la sala donde se entregarán los premios, y nos sentamos en nuestros respectivos asientos, yo me pongo en el asiento que da a la escalera, al lado de Dani, para que me dé tiempo a salir con los taconazos que me he puesto.
-Nena, ten cuidado al salir para recoger el premio, te vayas a caer -me dice David señalando unas escaleras que dan al escenario.
-Eso si vamos a recoger premio -dice Álvaro.
-Seguro que sí -digo- Por lo menos uno tendremos que ganar, ¿no?
Comienzan a mandar silencio y nos avisan de que la gala va a comenzar, y que se emitirá en directo, por lo que debemos apagar los móviles y permanecer callados.
Después de que nos presenten, van a entregar el primer premio de la noche, el premio al 'Mejor Grupazo', presentan los nominados y salen los chicos en el videoclip de 'Don't Give Up My Game'. Me quedo un poco extrañada cuando veo que ponen ese vídeo, y no otro en el que salga yo, pero no le doy mucha importancia.
Cuando van a anunciar el ganador, le dan mil vueltas para darle juego, y así poder entusiasmarnos más. Cuando me doy cuenta, me estoy mordiendo las uñas, así que me las dejo en paz, y le doy la mano a Dani, ya que es el único que tengo a mi lado. Miro a los demás, y todos se están mordiéndose las uñas menos Álvaro, que parece muy relajado.
-Y el ganador es... -juro que en ese momento se me va a salir el corazón del pecho. Por favor, nosotros, por favor, nosotros.- ¡Auryn!
Dani me suelta la mano y da un salto junto a los demás, yo lo intento, aunque no salto muy alto por los tacones. Dani se abraza con David; Carlos con Álvaro; y Blas y yo aplaudimos. <<Nos han dejado solos>>- pienso riéndome.
Después nos abrazamos todos, muy muy felices, y salimos a recoger el premio.
Tengo que tirarle del brazo a Dani para que se mueva, ya que a mí me da cosa subir sola al escenario. En cuanto puedo, me quedo detrás, para que vayan acelerando el paso. Me preocupa que me dejen detrás, y que salgan corriendo, aunque, me doy cuenta de que andan un poco más lento para que pueda alcanzarlos. Subo las escaleras como puedo, y no me han dejado sola del todo, voy en medio de David y Carlos. Termino de subir los escalones, sin haberme caído, y llego hasta el escenario donde le doy un beso a la mujer y al hombre (no recuerdo cómo se llaman, la emoción me puede ahora mismo). Dani coge uno de los premios y David otro, que me lo da nada más recibirlo.
-¡Madre mía! -exclama Carlos- ¡Madre mía! ¡Es que no nos ha dado tiempo ni a sentarnos!
-Somos de culo inquieto -bromea Álvaro.
-Desde luego, muchísimas gracias -coincide Carlos- Bueno, este premio es dedicado a toda al gente que ha estado votando, que es la que ha hecho posible que estemos aquí, que sigamos dando conciertos, que sigamos nominados a un montón de premios... -Carlos tira un beso a los auryners que están en el público y todas gritan- Gracias
-También se lo vamos a dedicar a todo nuestro equipo -comienza Dani-, a nuestra discográfica, a toda la gente que ha creído desde el principio en nosotros...
No puedo evitar sentirme partícipe de ello, ya que yo estuve desde el principio.
-Y que, bueno, esto es mucho trabajo, y bueno, vamos a disfrutarlo.
-Yo creo que esto va para toda la gente que cree en los imposibles día a día, en su casa, con sus cosas... -dice Álvaro- Para todos vosotros, ¿vale?
-Para terminar -comienza David-, para terminar, que viva la música, y que vivan los programas de televisión como esto, de verdad, muchísimas gracias.
-Vale, vale -dice el hombre- Esperad, ahora que los tenemos aquí, ¿les pedimos que nos canten un poquitín?
Todos los auryner gritan y lo tomamos como un sí, comenzamos a entonar el estribillo de 'Heartbreaker'
sábado, 2 de noviembre de 2013
Capítulo 108
Capítulo 108
-¡Madre mía! -exclamo nada más entrar a la habitación de Carlos- ¿Pero qué te has hecho en el pelo?
-Me lo he puesto para arriba, ¿te gusta?
-Sí, claro -miento.
-Coral...
-Lo odio, lo siento. -digo negando con la cabeza.
-¿Por qué? -pregunta, ofendido.
-Porque tú tienes que tener el pelo para abajo, con flequillo, para ponerte sombreros. A mí no me gustas con el pelo para arriba, qué quieres que te diga.
-Pues se siente, hoy voy así.
Madre mía, qué vergüenza. Con lo guapo que está el con flequillito...
-¿Y tú? Vaya, ¡qué guapa estás! -exclama mientras doy una vuelta completa- Te sienta genial el azul.
-Gracias -digo haciendo una reverencia- Venía a por mis tacones, ¿Sabes dónde están? Creo que se los dejé a María José un día y no me los ha devuelto. Me ha dicho que te pregunte a ti.
-¿Cómo son?
-Plateados y con brillantes. -respondo.
-Creo que están en este armario. -dice señalando un armario empotrado blanco.
Abro el armario y me sorprende la cantidad de ropa que tiene.
-Qué chica -comento-, y luego me dice que tengo muchísima ropa, la condenada.
-Tampoco exageres -ríe Carlos.
-¡Aquí están! -digo poniéndomelos.
-¿Vas a ir con esos tacones? -pregunta, extrañado.
-Sí, ¿por?
-No, por nada. -responde- Ya veo que te has vuelto a cambiar el color del pelo.
-Sí, a castaño claro, ¿te gusta?
-Bueno...
-Sí, hijo, lo sé, tú solo tienes ojos para María José. -respondo.- ¡Me encanta! -exclamo.- Yo llevo los anillos en la boda, ¿vale?
-Anda, déjate de bobadas y vámonos -dice empujándome fuera de la habitación.
-¡María José, cielo, nos vamos! -exclamo antes de salir por la puerta.
-¡Suerte, preciosa! -dice después de atravesar todo el salón corriendo para abrazarme- Seguro que ganáis, ya veréis.
Después abraza a Carlos.
-Suerte, mi amor -le dice.
-¿Verás el programa? -le pregunta, Carlos.
-Por ti -dice guiñándole un ojo.
-Oh, ¡qué monos que sois! -exclamo.
-Anda, vámonos, monada.
-Ay, Carlos, qué aburrido eres. Cualquiera diría que eres el lokis del grupo...
Bajamos en el ascensor, y llegamos al portal de nuestra casa.
-¿Dónde están? -pregunto.
-Me han dicho que venían a recogernos -dice Carlos.
-¿Con el coche?
-No, esta vez nos vamos andando -niega con la cabeza.
-Pues como nos encuentren algunos auryners, no vamos a llegar nunca. -digo mirando a ambos lados.- ¡Allí están! -exclamo al ver cuatro chicos atravesando la calle.
-¡Hola Magí, hola chicos! -exclamo.
-¡Madre mía, cómo vienes! -exclama Álvaro- Te cogía ahora y...
-¡Álvaro! -exclamo, asombrada. No es normal en él este tipo de comentarios.
-¡Mierda!, he perdido la apuesta. -murmura Blas.
-¿Qué apuesta? -pregunto.
-Nada, que Álvaro y Blas han apostado que Álvaro no era capaz de decirte ese comentario. -explica David.
-La verdad que tampoco me ha hecho falta fingir demasiado... -todos le miramos con la boca abierta- Hombre, me vienes con ese vestido azul, tan ceñidito, esos tacones....
-Por favor, Álvaro, para -pide Magí.
-¡Magí! -exclamo, ofendida- Joe, que no estoy tan mal.
-No lo digo por eso, hija.
-¿Entonces, por qué?
-Porque se nos hace tarde y tenéis que haceros una foto anunciando de que vais hacia los premios.
-¡Es verdad! Que fue idea mía -dice Carlos.
Todos nos ponemos para la foto: Dani va con un vaquero, una camiseta blanca, y una chaqueta negra; David va con unos pantalones rojos, una camiseta blanca, y una chaqueta negra; Álvaro va muy simple, con unos vaqueros y una camisa verde militar; Carlos va con un vaquero, una camiseta de la bandera de Estados Unidos, y una chaqueta; Blas va con unos vaqueros, una camiseta negra, y una chupa de cuero, demasiado oscuro, en mi opinión.
Yo me pongo la primera, a mi izquierda tengo a Dani.
-Venga, subidla al twitter -dice David.- Coral, ¿quieres hacer tú los honores?
-Lo siento -digo negando con la cabeza- Mantendré mi tradición de no usar el twitter del grupo -sonrío.
-¡Madre mía! -exclamo nada más entrar a la habitación de Carlos- ¿Pero qué te has hecho en el pelo?
-Me lo he puesto para arriba, ¿te gusta?
-Sí, claro -miento.
-Coral...
-Lo odio, lo siento. -digo negando con la cabeza.
-¿Por qué? -pregunta, ofendido.
-Porque tú tienes que tener el pelo para abajo, con flequillo, para ponerte sombreros. A mí no me gustas con el pelo para arriba, qué quieres que te diga.
-Pues se siente, hoy voy así.
Madre mía, qué vergüenza. Con lo guapo que está el con flequillito...
-¿Y tú? Vaya, ¡qué guapa estás! -exclama mientras doy una vuelta completa- Te sienta genial el azul.
-Gracias -digo haciendo una reverencia- Venía a por mis tacones, ¿Sabes dónde están? Creo que se los dejé a María José un día y no me los ha devuelto. Me ha dicho que te pregunte a ti.
-¿Cómo son?
-Plateados y con brillantes. -respondo.
-Creo que están en este armario. -dice señalando un armario empotrado blanco.
Abro el armario y me sorprende la cantidad de ropa que tiene.
-Qué chica -comento-, y luego me dice que tengo muchísima ropa, la condenada.
-Tampoco exageres -ríe Carlos.
-¡Aquí están! -digo poniéndomelos.
-¿Vas a ir con esos tacones? -pregunta, extrañado.
-Sí, ¿por?
-No, por nada. -responde- Ya veo que te has vuelto a cambiar el color del pelo.
-Sí, a castaño claro, ¿te gusta?
-Bueno...
-Sí, hijo, lo sé, tú solo tienes ojos para María José. -respondo.- ¡Me encanta! -exclamo.- Yo llevo los anillos en la boda, ¿vale?
-Anda, déjate de bobadas y vámonos -dice empujándome fuera de la habitación.
-¡María José, cielo, nos vamos! -exclamo antes de salir por la puerta.
-¡Suerte, preciosa! -dice después de atravesar todo el salón corriendo para abrazarme- Seguro que ganáis, ya veréis.
Después abraza a Carlos.
-Suerte, mi amor -le dice.
-¿Verás el programa? -le pregunta, Carlos.
-Por ti -dice guiñándole un ojo.
-Oh, ¡qué monos que sois! -exclamo.
-Anda, vámonos, monada.
-Ay, Carlos, qué aburrido eres. Cualquiera diría que eres el lokis del grupo...
Bajamos en el ascensor, y llegamos al portal de nuestra casa.
-¿Dónde están? -pregunto.
-Me han dicho que venían a recogernos -dice Carlos.
-¿Con el coche?
-No, esta vez nos vamos andando -niega con la cabeza.
-Pues como nos encuentren algunos auryners, no vamos a llegar nunca. -digo mirando a ambos lados.- ¡Allí están! -exclamo al ver cuatro chicos atravesando la calle.
-¡Hola Magí, hola chicos! -exclamo.
-¡Madre mía, cómo vienes! -exclama Álvaro- Te cogía ahora y...
-¡Álvaro! -exclamo, asombrada. No es normal en él este tipo de comentarios.
-¡Mierda!, he perdido la apuesta. -murmura Blas.
-¿Qué apuesta? -pregunto.
-Nada, que Álvaro y Blas han apostado que Álvaro no era capaz de decirte ese comentario. -explica David.
-La verdad que tampoco me ha hecho falta fingir demasiado... -todos le miramos con la boca abierta- Hombre, me vienes con ese vestido azul, tan ceñidito, esos tacones....
-Por favor, Álvaro, para -pide Magí.
-¡Magí! -exclamo, ofendida- Joe, que no estoy tan mal.
-No lo digo por eso, hija.
-¿Entonces, por qué?
-Porque se nos hace tarde y tenéis que haceros una foto anunciando de que vais hacia los premios.
-¡Es verdad! Que fue idea mía -dice Carlos.
Todos nos ponemos para la foto: Dani va con un vaquero, una camiseta blanca, y una chaqueta negra; David va con unos pantalones rojos, una camiseta blanca, y una chaqueta negra; Álvaro va muy simple, con unos vaqueros y una camisa verde militar; Carlos va con un vaquero, una camiseta de la bandera de Estados Unidos, y una chaqueta; Blas va con unos vaqueros, una camiseta negra, y una chupa de cuero, demasiado oscuro, en mi opinión.
Yo me pongo la primera, a mi izquierda tengo a Dani.
-Venga, subidla al twitter -dice David.- Coral, ¿quieres hacer tú los honores?
-Lo siento -digo negando con la cabeza- Mantendré mi tradición de no usar el twitter del grupo -sonrío.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)